Capítulo 12

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Narra Javiera 

Cada centímetro de mi cuerpo dolía, sentía una punzada en mi vientre, algo debía estar mal con mi guagua, me paré sintiendo mis piernas temblando, camine apoyándome en la pared hasta las escaleras, la última vez que había entrado Joaquin me había quitado la cadena, ahora cerraban la puerta con llave. Subí despacio, cada escalón se sentía como el peor infierno. 

– Ayuda por favor– golpeé con toda la fuerza que podía la puerta– por favor, algo le pasa a mi guaguita– las lágrimas calientes caían por mis mejillas, todo dolía– ayuda– volví a golpear la puerta

Escuché como la puerta se abría y alguien se acercó a mí para tomarme de los brazos, logré abrir los ojos para ver a Dante sosteniéndome. 

– ¿Qué haces aquí?, vamos baja– mis piernas ya no respondían 

– Ayuda… mi guagua– puse una mano en mi vientre al sentir de nuevo una punzada

– ¿Guagua?, ¿estái embarazada?– asentí y poco después escuché los pasos de Joaquin acercarse a nosotros

– ¿Qué pasa? 

– Está embarazada– me analizo unos segundos y me tomó en sus brazos– ¿Qué haces? 

– Hay que llevarla al hospital, está embarazada 

– No podemos sacarla 

– Me importa una mierda, voy a llevarla al hospital quieras o no

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*204 horas sin Javiera* 

Narra Flavia 

Después de discutir un poco con todos habíamos acordado por fin juntar la plata, Adriano se había ofrecido a pasarme la mitad de la plata, pero debía hablar con la subcomisario sobre la carta que había recibido. 

Teresa y Gonzalo se habían quedado con Miranda mientras que Emiliano me acompañó a la brigada. 

– Señora, ¿qué necesita?– un hombre que estaba sentado en el escritorio comiendo una dona con un cafe

– Buen día, estoy buscando a la subcomisario Rodriguez 

– ¿Y para que la busca?– hablaba despreocupado desde su lugar, golpeé con ambas manos su escritorio para llamar su atención 

– Dígale a la subcomisario que Flavia Betancourt quiere hablar con ella por la desaparición de su esposa– él me miró mientras dejaba su café en el escritorio 

– Claro señora

Camino hasta la oficina y los dos nos quedamos esperándola, volví a releer la carta mientras la esperábamos. 

– Tranquila Fla

– Quiero volver a ver a Javiera 

– Lo sé– pocos minutos después la subcomisario salió de su oficina

– Señora Betancourt, ¿qué hace aquí? 

– Subcomisario, ¿avanzaron con la investigación de mi esposa? 

– Señora Betancourt, le pido por favor que no se meta en la investigación 

– ¿Cómo puede decirme eso?, Javiera lleva más de una semana desaparecida

– Flavia– Emiliano se acercó a mí y puso una mano sobre mi hombro– tranquila 

– ¿Cómo me pides que esté tranquila?, mi mujer está desaparecida y está embarazada 

– ¿Su esposa está embarazada señora Betancourt?– mire a la mujer frente a mi

– Si, Javiera está embarazada 

– ¿Y no fue capaz de decírmelo?, es un dato importante para la investigación 

– Aun sin ese dato no pudieron encontrar el auto de mi esposa, son unos inútiles 

– Señora le voy a pedir que me respete

Emiliano me tomó por la cintura y me echó un poco para atrás, nadie estaba haciendo nada para encontrar a Javiera. 

– Por favor escúcheme, ya no se que hacer 

– Primero cálmese para que podamos hablar– miró al mismo hombre que nos había atendido– búscale un té a la señora– corrió una silla– siéntese por favor– me senté en la silla y ella se hincó frente a mi– la ayudaremos a encontrar a su esposa– asentí algunas veces

Cuando estuve un poco más calmada Emiliano y yo pudimos entrar en la oficina de Melissa. Observe un poco el lugar, la primera vez que estuve solo pensaba en que debía esperar 48 horas para denunciar la desaparición de Javiera. 

No hay muchas cosas, en la pared un diploma de cuando se recibió de policía y una foto de ese día. Emiliano permanece parada detrás de mí, me siento en la silla y siento sus manos sobre mis hombros intentando de alguna forma darme apoyo. 

– ¿Cómo descubrió que su esposa está embarazada?– tomó la carta y la dejo en la mesa, pero cuando ella intenta agarrarla se lo impido

– No, está carta es privada 

– Señora Betancourt

– Le voy a pedir que respete la intimidad de mi familia– saco la otra carta y la deslizó hacia ella, me mira confundida pero la agarra– alguien dejó esa carta para mi en la empresa 

– ¿No tiene idea de quién fue? 

– Creo que sí supiera quien dejó esta carta no estaría aquí hablando con usted– mi hermano apreto con un poco de fuerza mis hombros y me remuevo para que me suelte– no se quien la dejo, pero la escribió Javiera 

– ¿Su esposa escribió esta carta?– asiento una vez más y ella por fin se digna a leer la carta

Me quedé en completo silencio mientras la veía leer la carta, cuando termina la deja sobre su escritorio, me mira unos segundos. 

– ¿Pensó qué hara? 

– Voy a ir con ese dinero, si esto me ayuda a saber algo de mi esposa lo haré 

– No creo que esto sea prudente señora Betancourt 

– Ya no me importa la prudencia, solo quiero saber si Javiera esta bien, si nuestro bebé está bien

– La entiendo señora, pero esto es peligroso

– La verdad es que no vine a pedirle permiso, solo quería que usted lo sepa porque es quien lleva el caso, pero voy a hacerlo 

La subcomisario se quedó en silencio mientras me miraba, Emiliano vuelve a tomarme por los hombros.

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N/A: Buenas, nuevo capítulo, ¿qué piensan que va a pasar?, ¿Melisa realmente esga ayudando a Flavia?, ¿habrá un acercamiento entre Melisa y Flavia?

Resiliencia (Sigues siendo mi Serendipia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora