Capítulo 31

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*Fin de la semana* 

Narra Javiera 

La semana ya estaba por terminar, fui hasta la casa de Florencia y Hernán, necesitaba hablar con él sobre la empresa. Di un golpe en la puerta y Florencia me abrió. 

– Javi hola– se acercó para abrazarme cuidando de no aplastar a Mateo en mis brazos, mientras sostenía a Miranda de la mano– Hola mis niños– tomó a mi niña en brazos– ven pasa 

– Gracias Florencia

– ¿Cómo has estado linda?– me indico que me sentara en el sillón 

– Terminando de resolver algunas cosas para poder hablar con Flavia tranquila

– ¿Cómo estás con ella? 

– Tu hija sigue siendo la única mujer que amo con locura

– Me gusta escuchar eso– íbamos a seguir hablando pero del despacho salió Hernan

– Javiera cariño, ¿cómo estás? 

– Hola Hernan– sonreí mientras el dejaba un beso en mi frente– necesito hablar contigo un momento 

– Claro– Florencia iba a levantarse pero la detuve 

– Puedes quedarte, ambos lo van a saber de todas formas y confío en ustedes 

– ¿Qué pasa Javi? 

– Necesito saber si ¿conoces a Nancy Ulloa?

– Claro, trabajo en la empresa durante varios años pero tuve que despedirla cuando descubrí que estaba intentando estafar a los clientes, ¿por qué? 

– Nancy Ulloa es la madre de la inspectora Melisa Rodriguez Ulloa 

– ¿Qué? 

– Y Dante Covarrubias es su marido 

– ¿Cómo lo sabes? 

– Joaquin Acevedo me ayudó a huir y me dio un seguro de que lograría agarrarlos– busque las alianzas en mi cartera y se las enseñe– ¿todavía tienes los papeles de su contrato y su despido? 

– Claro, los tengo en el despacho 

– Necesito que me los prestes 

– ¿Qué piensas hacer? 

– Llevarlo con mi abogado 

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Después de dejar a Miranda y Mateo con los padres de Flavia fui hasta la comisaría para poder hablar con Joaquin. En cuanto entré Gonzalo se acercó a mi. 

– Javi– me abrazó con fuerza y cuando se separo dejo un beso en mi frente– ¿que haces aquí? 

– Tengo que hablar Acevedo 

– ¿Estás loca?, no puedo dejarte verlo- él seguía siendo tan protector como siempre, sonreí mientras acariciaba su mejilla

– Gonza escúchame, sé lo que hago, puedes estar escuchando, pero necesito hablar con él 

– Bien, pero a la primera que intente algo te sacaré de ahí y no protestaras 

– Lo prometo

Resiliencia (Sigues siendo mi Serendipia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora