Capítulo 22

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*135 días sin Javiera*

Narra Flavia

Y ya habían pasado poco más de 4 meses desde que secuestraron a Javiera, la inspectora Rosriguez seguía con la investigación pero no avanzaban mucho, el retrato hablado que habían hecho tras la declaración de Gabriela Ortúzar no había servido de mucho. Desde ese momento no volvieron a verla moverse por ningún lugar del país.

*Flashback*

*65 días, 13 horas sin Javiera*

Salí de la reunión con Infante y caminé hasta la oficina de Lizama, él se había quedado cuidando a Miranda tras la reunión de urgencia que había solicitado Alvaro para arreglar algunas cosas de la sede de Argentina. El último tiempo se la pasaba yendo y viniendo, cruzando casi cada semana la frontera.

Di un golpe en la puerta y entré en la oficina, Lizama estaba concentrado escribiendo algo en la computadora y por ningún lado estaba Miranda.

– Lizama, ¿y mi hija?

– ¿Qué?– volvió a mirarme confundido

– ¿Dónde está Miranda?

- ¿Miranda?

- Miranda, mi hija, ¿dónde está?, dijiste que la cuidarás mientras terminaba con la reunión de Infante

– Ah, eso… su hermano vino a buscarla mientras usted estaba en la reunión

– ¿Emiliano vino por ella?

– Si señora, dijo que la llevaría a la plaza y luego veía– lo mire unos segundos y agarre mi celular para llamar a Emiliano.

*Llamada*

– Hola Fla

– Milito, ¿tú tienes a Miri?

– Si Fla, pasé por la empresa y vi a Lizama sin saber que hacer para entretener a Miri, así que le dije que la llevaría a la plaza

– ¿En que plaza estan?

– Ya no estamos en la plaza, vinimos a casa de Tere

– Ya voy para allá

– Esta bien, pero Cálmate, Miranda esta bien

- No me digas que me calme cuando mi hija desaparece de la nada, no me avisaste que te la ibas a llevar, soy su madre

- Flavia, me parece que estai exagerando

- No estoy exagerando, Miranda es mi hija, mínimo pido que me avisen si la van a sacar de dónde la deje. Ya estoy pasando por mucho con la desaparición de Javiera como pata que tu me hagas algo como esto- pude notar como se quedó en silencio unos segundos

- Tienes razón, perdóname, no volveré a llevarme a Miranda sin avisarte primero

- Gracias, voy a lo de Tere a buscarla, por favor espérame ahí, no vuelvas a llevártela

-Te esperamos, te lo prometo

*Fin de la llamada*

Guarde mi celular, salí de la oficina de Lizama, bajé hasta el estacionamiento y entré en el auto, me quedé varios minutos ahí con solamente mis manos sobre el volante.

Hace ya más de dos meses que tienen a Javiera secuestrada, busqué en mi cartera la nueva ecografia que me habían mandado, ya 7 meses, eran los últimos meses de embarazo y todavía no se donde carajos esta

*Fin del flashback*

Salí de al patio de la casa de Tere, mis padres estaban a unos metros hablando con Emiliano mientras que Fernanda y Teresa estaban con Miranda, camine hasta ellas.

– Mamá– Miranda corrió hasta mí y la tomé en brazos

– Mi niña

– ¿Cuándo vuelve mami?– mire a mi hermana y a mi cuñada, las dos esperaban alguna respuesta de mi parte, desde hace ya 4 meses que es la misma pregunta y ya la respuesta no puede variar

– Te prometo que pronto Miri

– ¿Cuándo es pronto?

– Falta poco, lo prometo bebé– deje un beso en su cabeza y ella se apoyó en mi pecho

– Fla, ¿cuánto más dirás eso?– mire a mi hermana

– El tiempo que haga falta Tere

– ¿Podemos hablar unos segundos?

– Esta bien

– Llevare a Miri adentro– Fernanda agarro a Miranda dejándome con mi hermana

Me quedé unos minutos en silencio junto a Teresa, ella había pasado de prácticamente odiar a Javiera a trabajar juntas en la carrera de cantante de mi morena.

– Fla, tu sabes que quiero a Javiera, con los años supe que no hay mejor persona para que este a tu lado que ella pero cuanto tiempo más puedes mentirle a tu hija

– No es una mentira, se que Javiera va a volver a la casa

– Eso no lo sabes 

– Quiero aferrarme a la idea de que algún día mi esposa va a volver

– Todos esperamos que vuelva– baje la vista a mis manos y la concentre en el anillo de bodas, empecé a jugar con el mientras pensaba en contarle algo a Tere o no

- Tengo miedo de aferrarme a la idea de que ella vuelva y de que no sea cierto

- Tendrás que seguir adelante por tu hija Flavia

- No se si podre seguir sin ella

- Si podrás, nos tienes a nosotros para ayudarte- volví a jugar con mi anillo y recordé el momento en el que le pedí a Javiera que se case conmigo.

Mire a Teresa quien estaba pendiente de cada movimiento, como si tuviera miedo de que en cualquier momento rompiera en llanto, pero la verdad hace meses que ya no podía llorar.

– Hace unos días la inspectora Rodriguez me beso– la cara de mi hermana pasó a sorprendida, ahora no se si hice bien en contárselo

– ¡¿QUÉ?!– gire viendo a Emiliano parado detrás nuestro

– Milito… ¿que haces escuchando?

– Encontraron a Javiera– sus ojos estaban fijos en mi, parecía confundido y hasta molesto

– ¿Qué?– avance los pocos pasos que nos separaban– Emiliano, ¿qué dijiste?

– Gonzalo llamó, la encontraron y están llevándola al hospital

Todo se detuvo a mi alrededor, Teresa se acercó a Emiliano para abrazarlo, los dos estaban felices, yo también poco más de 4 meses habían pasado ya.
Mis padres se acercaron a mi para abrazarme, correspondi a su abrazo, me sentía tranquila, Javiera por fin volvería a casa.

Entramos a la casa, vi a Fernanda con Miranda, camine hasta ellas y tomé a mi niña en brazos, dejé un pequeño beso en su frente

– Miri, mami va a volver a casa

– ¿En serio?- sus ojos brillaban de ilusión

– Si mi bebé, vamos a buscarla— Miranda me abrazó y yo me aferre a ella, todo por fin volvería a la normalidad, podía sentir mis ojos llenarse de lágrimas. Mire por sobre el hombro de mi hija, mis padres y mis hermanos al igual que Fernanda estaban mirando la escena, todo de estaba acomodando de a poco en mi vida.

Resiliencia (Sigues siendo mi Serendipia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora