Resiliencia (Sigues siendo mi Serendipia)

Capítulo 8

*170 horas sin Javiera* 

Narra Flavia 

Los días son cada vez más largos, ya paso una semana desde que se llevaron a Javiera, Miranda ha estado muy molesta con todos, lo único que pide es volver a ver a su mami, pero ya no se que más hacer. 

Había decidido ir unas horas a la empresa, tenía que delegar todo lo que pudiera a las demás personas y alejarme un poco de todo, estaba terminando de firmar unos papeles cuando mi celular sono, vi en la pantalla el nombre de mi madre. 

*Llamada* 

– Mamá hola, ¿pasó algo con Miri? 

– Ahora esta un poco más tranquila hija, pero no quiere comer– suspire con pesadez, además de tener problemas para dormir el negarse a comer era otra de mis luchas con ella 

– Esta bien, voy en unos minutos 

– Gracias hija 

*Fin de la llamada* 

Agarré todas mis cosas y salí de la oficina, cuando lo hice vi a todo el personal fuera de la oficina. 

– Bien, seguramente ya están todos al tanto de lo que pasó con Javiera– los vi asentir– no vendré por un tiempo a la empresa, necesito concentrarme en mi hija y en lograr saber que paso con mi mujer, Lizama va a quedarse a cargo de las cosas, pero va a seguir en contacto conmigo. Lo único que les pido es que no dejen caer este lugar y si llegan a saber algo sobre Javi por favor busquenme. 

– Señora– Lizama avanzó, tenía un sobre blanco en sus manos– llegó esto para usted 

– ¿Hace cuanto? 

– Mientras usted terminaba de arreglar las cosas en su oficina 

– Gracias Lizama– agarre el sobre, solamente tenía mi nombre escrito, mire unos segundos el lugar y decidí que la leería después– bien, nos vemos 

Salí de la empresa y subí a mi auto, aun tenía que ir hasta la casa de mis padres para estar con Miranda e intentar que comiera algo. 

Llegue después de unos cuantos minutos, mi mamá estaba esperándome en la puerta, Miranda estaba sentada en el sillón con una expresión triste. 

– ¿Dijo algo? 

– Solo pide por Javiera 

– Ya no se que hacer– volví a mirarla buscando un poco de ayuda en ella– ¿que hago? 

– Solo tenle paciencia, aun es muy chica para entender lo que pasó con su madre, es la primera vez que estás tanto tiempo sola con ella y las dos estaban acostumbradas a que Javiera siempre fuera la mediadora en las dos

– No quiero que mi niña sufra 

– Lo se hija, pero solo debes estar con ella. Miranda extraña a Javiera y tu también 

– Tengo miedo mamá, no sé si voy a volver a ver a Javiera 

– Lo harás hija, esto es solo una prueba que tienen que superar, ustedes se aman 

– ¿Y si la subcomisario tiene razón? 

– ¿En que? 

– ¿Si Javiera se fue por cuenta propia? 

– Flavia no puedes pensar eso de tu esposa

– Lo se, pero ya no se que pensar 

– Cálmate un poco hija y ve con Miri– asentí y caminé al sillón, me senté junto a Miranda y ella solo me miró unos segundos antes de lanzarse a mis brazos para que la abrazara. 

– Tranquila bebe

– Extraño a mami– escondió su cara en mi cuello 

– Lo se mi niña, pero te prometo que estoy haciendo todo para que mami este con nosotras, pero tienes que comer 

– No quiero

– Miri, por favor bebé

– Quiero a mami– cerré los ojos unos segundos, no quería obligarla a comer pero tampoco podía estar todo el día así

– Hagamos algo bebé– ella se limitó a murmurar una respuesta bastante inentendible– ¿por qué no cocinamos algo nosotras dos y comemos juntas?

– Esta bien

– Okey bebe, vamos– la tome en mis brazos y camine hasta la cocina– ¿que quieres comer?– la deje sentada sobre la mesada 

– ¡Pasta!– alzó sus brazos sonriendo y asentí algunas veces, ella y Javiera tenian la misma sonrisa y la misma cara de ilusion, sus ojos brillaban y sonrien mostramdo todos los dientez . No importaba cuánto lo intentará, Miranda era igual a Javiera en muchas cosas

– Esta bien, pasta será

Prepare la pasta y jugué unos cuantos minutos con ella, servi los dos platos y pasamos a la mesa, a unos metros de nosotras mi madre estaba parada observandonos. 

Después de estar un rato con Miranda me encargue de que durmiera una pequeña siesta, la deje en la habitación de mis padres y cuando baje vi a mi madre con Emiliano. 

–  Milito, ¿paso algo? 

– Ve con tu hermano hija, tu padre y yo nos quedamos con Miranda 

– ¿Estás segura? 

– Segura o no, lo necesitas 

– Ven conmigo Fla– tomé la mano de Emiliano y los dos salimos de la casa 

El viaje a casa fue tranquilo, en completo silencio, pude sentir varias veces que Emilianos me miraba con la idea de preguntar algo pero aun no se atrevía. 

Veía todo el paisaje pasar mientras me quedaba pensando en todo lo que había pasado los últimos días, hasta que me acordé de la carta. 

– Emiliano, viste mi bolso 

– Lo deje atrás– busque en el asiento trasero el bolso, lo agarre y rebusque por unos minutos esa carta– ¿Qué tienes ahí? 

– No lo sé, alguien dejo esta carta para mi en la empresa 

– ¿Y todavía no la abriste? 

– No me quedé con Miri, estoy con algunas dificultades con ella– lo vi asentir y decidió quedarse en silencio. Mire el sobre por unos cuantos minutos hasta que me decidí por abrirlo. 

Era la letra de Javiera, no había duda que ella la había escrito, revise rápidamente toda la hoja y solo logré captar algunas palabras sueltas, volví al principio para leerla. 

《Flavia Betancourt queremos que sepas que tu esposa, Javiera Cáceres, aun esta viva, pero tienes el tiempo justo para hacer lo que nosotros te pidamos.

No vamos a lastimarla, pero queremos que nos entregues las acciones de tu empresa para que vuelvas a verla, tienes exactamente 15 días para la primera fase de este plan. 

Las reglas son las siguientes: 

Junta 200.000 pesos sin marcar 

Lleva la plata en un sobre amarillo a la plaza de armas 

El sobre debe estar firmado por ti 

Ahí recibirás las siguientes instrucciones 

A cambio Recibirás una prueba de que Javiera aún está viva, esa es la primera fase de todo esto. 

Resiliencia: Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversa》

Volví a leer una vez más la última parte, eso debía ser algo que Javiera agregó sin que se den cuenta, sonreí y acaricié levemente la carta.