Estoy parada frente a la puerta de los Abernathy acompañada de una maleta porque en la mañana Kate me llamó y dijo que trajera una. En cuanto el reloj marca la una y media toco la puerta. Sé que si lo hago antes Kate se va a poner como una loca, así que mejor me evito algún problema tonto. Al segundo ella abre la puerta, con una gran sonrisa en sus labios ¿No le dolerá?. Sin decir nada, toma de mi muñeca y me hace subir las escaleras.
-¡Señores Abernathy!. -saludo antes de que no me escuchen.
-¡Mini preciosa!. -saluda de igual manera mi abuelo Haymitch.
Entramos a su habitación y de nuevo, cierra con pestillo. Se dirige a su armario y se mete de lleno, sacando ropa y más ropa.
-¿Y a ti que te pasa?. -pregunto.
-Es sábado, sabes que los sábados mi madre y yo nos vamos de compras, ¡y te he conseguido mucha ropa!. -dice con emoción.
-Bien ¿Cuanto te tengo que pagar?
Se sale un momento del armario y se para frente a mi, muy seria.
-¿Estas de broma? ¡Nada, Dandelion! Es un regalo. -dice. Y no me deja responder, porque al momento se regresa al armario. Vuelve con cinco cajas enormes, cada una pesadísima. Decido ayudarle con todo lo que trae. Nos volvemos a sentar de la misma manera que ayer.
-De acuerdo -dice, acercándose las cajas con el pie para después abrirlas y revelar hermosos conjuntos y vestidos-, te voy a poner toda esta ropa para ver que te llevas al viaje. -remarca "toda" y antes de poner objeciones, me interrumpe- No, sin ningún pero, Dandelion Victoria Mellark Everdeen.
Sé que cuando dice mi nombre completo es que es en serio, y recuerdo la última vez que me opuse: Me tiró un balde de agua fría cuando mas distraída estaba. Aunque no fue agradable, vaya que fue divertido.
-No me importaría tener otro balde de agua helada sobre mi cabeza, Katerine Abernathy Trinket-le reto.
-Siempre tengo otras medidas. -responde con tono amenazador. Ok, mejor ya no me la juego más. Me pone delante de un espejo y se pasa un buen tiempo desnudándome y vistiéndome, en realidad ya no me da vergüenza que me mire desnuda, ya que así nos hemos visto desde muy pequeñitas. Me dijeron una vez mis padres que cuando eramos niñas nos la pasábamos corriendo una detrás de otra en pañales, se ha de haber visto muy cómico.
-¿Porque sonríes?. -me pregunta feliz, y se que está así porque coopero en sus raros planes.
-Corriendo en pañales. -respondo solamente.
Ella al instante sabe a que me refiero y suelta una carcajada.
-No entiendo como no tomaron fotografías de eso. -dice aún con una risita.
-Es porque no había una tía Fátima cerca. -digo. Me da la razón.
-Creo que lo que te queda mejor es eso. -dice, apuntando un grupo de ropa en la cama cuando ya no hay más prendas que probarme. Me acerco a mirar lo que ha escogido, y la verdad es que todo me gusta. Sonrío y le abrazo.
-Gracias, Kate.
-De nada. Ahora, ¡a empacar!. -dice, dando un aplauso y poniéndose manos a la obra. Lo hacemos y en poco rato ya hemos terminado. Miro mi reloj y marca que son las tres y media ¿Tan rápidas hemos sido? o mas bien: ¿Tan rápida ha sido Kate conmigo?.
-Ya me tengo que ir, Kate. Hoy mi padre está doble turno en la panadería y no puede venir por mi, tengo que regresar a las cuatro. -le explico.
No pregunta nada y me acompaña hasta la puerta.
-¡Dandelion, cariño! ¿No quieres comer?. -me pregunta Effie.
-No, gracias. -respondo con una sonrisa- Tengo que estar ahí a las cuatro.
-Oh, pues será otro día. -dice y me da un beso en cada mejilla. Me despido también de Haymitch.
-Suerte, guapa. -susurra en mi oído Kate.
-Sí. -digo y me dirijo a mi casa.
Voy caminando tranquilamente con mi maleta de lado, poniendo atención a el canto de los pájaros que se escuchan a lo lejos. Sinsajos.
-Victoria. -dice alguien detrás de mi.
Sigo caminando, seguro no es para mi.
-Victoria. -repite esa misma voz, es de un chico.
Ignoro eso y sigo. Hasta que alguien toca mi hombro y me sobresalto, al instante me pongo en defensa, tal y como me enseñó mi madre.
-Hey, tranqui. -dice él, Gabriel, el hijo de Gale Hawthorne. Mis ojos se encuentran con los suyos, verdes. Sin duda no hay ojos que se le comparen a los de Finnick. Bueno, sí, los de mi padre.
Me relajo y continuo caminando, ahora acompañada de él, en silencio.
-¿Porque no me haz echo caso?. -pregunta, cortando el silencio.
-Las únicas personas que me llaman Victoria viven en el cuatro. -me explico.
-Entiendo. -responde.
De nuevo, no hablamos.
-Oyeee -dice con un tono nervioso-, te quería decir que, sí, esteee... ¿Mañana podemos hablar, en mi casa, a las.. dos?
-¿Te encuentras bien?. -pregunto. Parece que le va a dar un ataque de nervios a este chico.
-Eeh,.. sí ¡sí! Estoy bien.
Asiento.
-Y pues.. ¿aceptas?.
-Claro. -respondo.
-¿Si?. -pregunta como si no se la creyera ¿que rayos le pasa?- Bueno, te veo.
Rápidamente se va, aún viéndosele el nerviosismo. No entiendo que se trae, mañana lo sabré. Decido ignorar lo que acaba de pasar y retomo mi camino, con el sonido del canto de los Sinsajos en mi cabeza.
![](https://img.wattpad.com/cover/41201222-288-k438743.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Enamorada del hijo de Finnick Odair.
أدب الهواةDe una cosa si estoy segura: Estoy enamorada del hijo de Finnick Odair, del mismo nombre, Finnick. Pero solo yo lo sé, ni siquiera a mi madre, Katniss, se lo he contado. Y es que esos ojos color mar ya se han vuelto tan inalcanzables.. ¿Como llegar...