Enamorada del hijo de Finnick Odair.

23 - Día especial.

Despierto, y en mi estomago siento la emoción que siempre siento en este día. Mi cumpleaños. Oficialmente tengo quince años. Hace una semana que pasó lo de Gabriel, y la verdad es que me da igual. Me levanto y en una de las sillas que tengo en mi habitación está el vestido color rosa coral strapless con el adorno en pedrería en medio de éste: El vestido que elegí en mi primer día en el doce, en las compras con Kate. Al lado de el vestido, hay un sobre. Lo abro, saco la carta y descubro la cursiva y significativa letra de Kate.

"Tienes quince años, mi princesa. Ya sabes que eres mi mejor amiga, eres como una hermana y nunca he dudado de eso. Es increíble todo el amor y apoyo que me has brindado desde que eramos unas bebés, Dandelion. Es increíble que alguien me haya soportado tanto tiempo como tú lo haz echo. De verdad que me duele el separarme de ti, ya lo haz visto en varias ocasiones, já. Haz sabido soportarme a pesar de que soy una chica muy hiperactiva, regañona, sentimental, impulsiva, y una mentalmente desorientada en absoluto. Y nadie ha hecho lo que tu haz hecho por mi, y de verdad que eso es muy importante para mí, Mellark. Te recalco que yo siempre estaré aquí para ti, pase lo que pase (no importa que no quieras, no te libras de mi ni en cien vidas), y que siempre estaré dispuesta a defenderte de los demás (no importa que no quieras, de nuevo). Vistete, te quiero muy guapa (aunque ya lo estás), perfumate, dejate el cabello suelto, no uses maquillaje, ponte tus hermosos zapatos de tacón, sonríe y sé la envidia de las demás, preciosa. Una 'amiga' te diría que te maquilles, e incluso, te ayudaría a maquillarte, una amiga te dice que no te maquilles, que eres perfecta tal cual eres. Te espero: Aldea de los Vencedores, número 11, a las dos.

-Katerine."

No me había dado cuenta de que las lágrimas bajaban por mis mejillas. Las seco rápidamente y me dispongo a hacer todo lo que me dijo Kate. Me ducho, me visto, peino mi cabello, me perfumo, calzo, me pongo frente al espejo y sonrío. Salgo de mi habitación y voy bajando las escaleras, haciendo resonar los escalones con mi tacón. Al pie de las escaleras está mi familia, arreglados y listos para irse. Abrazo con fuerzas a Connor.

-Feliz cumpleaños, hermanita. -me dice.

Mi madre viene a abrazarme. Me deja un beso en la mejilla y acaricia mi cabello.

-Tu mejoraste mi vida hace quince años, pequeña. Siempre vas a ser mi gran recompensa, y estoy segura de que Prim estaría muy feliz por ti. -me susurra. Estoy impresionada, ya que ella no habla de Prim así, nunca lo hace. Le aprieto más contra mí y después mi padre y yo corremos a los brazos del otro. Nos unimos en un muy fuerte abrazo.

-Ya tienes quince, guapa. Estoy muy orgulloso de ti, porque siempre haz sido la mejor hija que alguien pueda tener y te amo demasiado, hermosa. Desde que naciste me haz echo el hombre más feliz que pudiese existir. Y no importa que tengas quince años, tu siempre vas a ser mi pequeña, la pequeña a la cual amaba arrullar en una mecedora, la pequeña que a diario me era la mala influencia contra Katniss y mi bailarina de envidiar. Te amo, y mucho.

Fue muy buena idea que no me pusiera maquillaje, si no, ya se me hubiera corrido y manchado la blanca camisa de mi padre. Miro el reloj y marca la una de la tarde. Papá hace lo mismo.

-Todavía tenemos tiempo de comer el pastel que te he preparado. -me dice. Asiento emocionada. El pone el pastel de chocolate sobre la barra de la cocina, el cual tiene quince velas encendidas. Ellos me cantan, y cuando han terminado soplo las velas, deseando nunca tener que separarme de las personas que amo. Me encanta tener esta celebración mas privada entre las tres personas mas importantes de mi vida. Cuando se acercan las dos, y después de terminar el delicioso pastel hecho por mi panadero favorito, partimos al lugar que me indicó Kate.

Estamos fuera del lugar correspondiente, y siento que me cubren los ojos con una venda.

-No digas nada y sigue mis pasos. -me dice Connor. Escucho como abren unas puertas y después de eso nada. El silencio es sepulcral, y se ve interrumpido por el sonido de las pisadas de Connor y mías. Nos detenemos en un punto, y yo solo siento como Connor deshace el nudo de la venda. Le deja lugar a mi vista, brindandome un grito de "¡Feliz Cumpleaños!" entre la gente que está aquí y a Kate frente a mi. Al instante me le lanzo a los brazos, hundiendo mi mirada en ella. Ella corresponde a mi abrazo con la misma fuerza.

-Tercer regalo de cinco. -me dice.

Sin evitarlo, empiezo a derramar lágrimas recordando la dulce carta de esta mañana que me escribió.

-No me hagas llorar, te voy a golpear Dandelion. -dice.

-Nunca lo haces. -respondo.

-Tienes razón. -y ya escucho sus sollozos.

-Lo que escribiste fue hermoso. Gracias. -le agradezco, con la voz ahogada por mi llanto.

-Es la pura verdad. -dice.

Nos separamos y sonreímos, la una para la otra.

-Oh, volteate. -me dice mientras me lo hace ella misma. Pasa un collar de plata con un Sinsajo muy pequeño en éste, que queda ya colgando arriba del corazón que tengo junto con Finn. Me voltea de nuevo hacia ella y compruebo que también tiene un Sinsajo de plata colgando de su cuello.

-Esto -dice tomando su Sinsajo en un puño-, es por nosotras, por nuestra amistad. Cuarto regalo de cinco.

Sonrío, tomando también mi Sinsajo en un puño. Ahora, adornando mi cuello, llevo dos muestras que me recuerdan a dos de las personas mas especiales en mi vida.

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"Este capítulo está dedicado más que nunca a CristalyFaV, por el tema de los colgantes, ya que ha sido como un recordatorio, porque nos escuchamos con la misma atención que nuestras canciones favoritas."

Bonito día, tarde, noche :) <3. 

-Ana.