Atraída a tí

Capítulo 4

Suena el despertador, ya son las 8:30 de la mañana e increíblemente dormí muy bien. Con Grace quedamos de salir a las 10, por lo que estoy a tiempo de darme un baño y arreglarme. Me seque el cabello y lo deje suelto. Me puse un poco de maquillaje, bb cream, blush, máscara y gloss. Aquí es otoño, así que opte por ponerme una falda circular negra con pantys gruesas y flats del mismo color, una polera azul y una chaqueta. Me miro al espejo y me siento bien conmigo misma, cosa que no pasa muy a menudo. Antes de viajar mi mamá insistió en que comprara ropa nueva, por lo que Sofía autoritariamente escogió lo que debía comprar.

Salgo de mi habitación y bajo a la cocina, Grace ya está sentada y Julia le está sirviendo café.

-"Buenos días"- digo sonriendo.

-"Buenos días Amelia"- responden al unísono Grace y Julia.

- "¿Cómo has pasado la noche?" Pregunta Grace, partiendo una rebanada de pastel.

- "Muy bien, mejor de lo que pensé, la cama realmente es muy cómoda"-

Mientras hablo, Julia me sirve una humeante taza de café.

- Gracias Julia.

-"De nada señorita Amelia"- la doy una miradita, y rectifica - "quiero decir de nada Amelia".

- "Bien, ¿preparada para salir a la cuidad y la cena de esta noche?" - pregunta Grace muy entusiasmada.

- "Por supuesto, no puedo esperar"- digo mientras me preparo una tostada con mermelada.

- "¿Que usaras esta noche?"

A decir verdad no lo había pensado porque nunca le doy importancia a esas cosas, creo que entre mis cosas viene un vestido negro que me puede servir.

- "No lo sé, lo único más formal que traje es un vestido negro"- digo sin prestarle mucha importancia, sin embargo, Grace me mira con cara de "eres mi nuevo proyecto".

Se nota a leguas que es una chica muy dulce preocupada por la moda a la que le gusta ayudar a los no tan afortunados. Yo no me consideraría así pero por lo visto ella sí, no es que me moleste pero me incomoda un poco. De pronto responde.

-"Seguro que debe ser muy bonito, pero me gustaría regalarte uno más alegre."

-"Grace de verdad no es necesario, siento que te tomas muchas molestias conmigo. No quiero que piensen que me aprovecho de tu amabilidad."

-"Amelia, nadie piensa eso, por lo demás tu dijiste que seriamos amigas y me dijiste que estabas de cumpleaños el 15 de octubre y faltan 10 días. Este sería mi regalo para ti. Las amigas se hacen regalos"- me dice con una tierna mirada.

Por unos instantes dudo si aceptar su propuesta, pero tampoco quiero hacerla sentir mal.

- "Mmm está bien, pero este es el único regalo que te aceptare por lo menos por ahora"- le sonrió.

-"El último lo prometo." dice dando aplausos.

Cuando vamos saliendo, los señores Mitchell recién comienzan a desayunar, nos desean un buen día y salimos. Decidimos recorrer Nueva Jersey porque tardaríamos una hora y media en llegar a Nueva York y no queríamos cansarnos tanto, así que dejamos pendiente ese paseo. Nos tardamos casi 25 minutos en llegar a los outlets de Jersey Gardens. Es un gran mercado que cuenta con ropa desde Ralph Lauren, Victoria's Secret, Forever 21 y muchas otras tiendas populares.

Una vez allí comenzamos a probarnos vestidos. Grace se probó cuatro y se decidió por un vestido strapless color celeste, apretado en la parte de arriba y que cae con la tela suelta hasta un poco más abajo de la rodilla, se le ve muy bonito porque resaltan muchos sus ojos. Luego fue mi turno, me probé dos vestidos y me quede con el primero. Realmente me enamoró, es color borgoña, mi favorito, llega hasta las rodillas, se amarra en el cuello y es sin espalda.

Almorzamos y paseamos por la cuidad, ahora vamos llegando a casa y ya son las 6 de la tarde.

Estoy en mi habitación terminando de peinarme cuando siento que tocan la puerta. Es Grace que al parecer viene dispuesta a convertirme en estrella de cine con todo el maquillaje que trae en la mano.

-Grace te ves preciosa- digo mientras se sienta en mi cama.

-Muchas Gracias, tu lucirás igual en cuanto te maquille- dice sonriendo.

-Mmm pero creo que estoy bien así, pensaba vestirme y listo. Normalmente no ocupo sombras y esas cosas.

- Bueno al menos deja delinearte los ojos.

La dejo y me siento en el tocador. Me delinea los ojos y me pone una máscara de pestañas que hace que mis ojos se vean aún más grandes e intensos.

-Lista, pero no te puedes mirar hasta que te pongas el vestido y los zapatos- dice evitando que me mire al espejo.

- Okey- digo dirigiéndome al vestidor, me pongo el vestido y luego los zapatos que me presto Grace, por suerte calzamos lo mismo, estos zapatos de tacón quedan mucho mejor con el vestido que los que traje yo. Cuando me miro al espejo, no me reconozco. Por lo general no me siento bien conmigo misma. Tengo espejo, y me doy cuenta de que soy bonita pero no al punto de que un hombre me voltee a mirar si voy por la calle. No soy del tipo de mujer que llama la atención, soy "normal" por así decirlo. Sin embargo, esta noche me siento particularmente diferente.

-"¡Amelia te ves hermosa!" Dice ubicándose al lado del espejo junto a mí.

Hacemos un contraste muy bonito. Las dos somos pálidas, pero ella con su pelo rubio y ojos azules, yo en cambio con mi pelo y ojos castaños.

-"Gracias Grace, gracias por el vestido y los zapatos."

-"Venga ya, que te he dicho que no es nada."

Minutos más tarde, tocan el timbre.

-"Debe ser Henry, ya está aquí"- dice dando saltitos.

Una de dos, se emociona porque lo debe querer mucho o porque no lo ve nunca, pienso en mi cabeza.

-"Bajemos"- dice.

Empiezo a sentir nervios, algo así como mariposas en mi estómago y no sé por qué. Supongo que quiero agradarle al hermano mayor de la familia. Al entrar al salón veo a Lauren, William y al pequeño Peter. Un hombre alto y de espalda ancha se pone de pie con una copa de vino en la mano. Grace corre tomándolo por la espalda, él se voltea y yo no puedo creer lo que mis ojos están viendo. Henry es el mismo hombre al que le arruine su camisa en el aeropuerto. Nuestros ojos se encuentran y de pronto veo a unos sorprendidos ojos azules mirando mis asustados ojos castaños.