Capítulo 18

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Nos acomodamos en el piso porque los dos en el sillón estamos muy incómodos. Henry se aparta un momento de mí, se arrodilla para mirarme desde arriba.

Sus ojos azules se abren más de lo normal para recorrer mi cuerpo con la mirada y atrapar su labio inferior entre los dientes con una leve sonrisa en los labios. La forma en la que me mira me vuelve loca. Estoy tumbada en el piso con las piernas ligeramente abiertas, pero el estar tan solo con el bikini me hace sentir tan expuesta que las intento cerrar. Sin embargo, Henry comienza a mover la cabeza de un lado otro.

-"No, no las cierres. Las necesito así."­-Me observa durante un momento-"Me tienes que dar el número del idiota de tu ex Amelia"- dice riendo para sus adentros.

-"¿De...de Alex? ¿Por qué? Consigo articular entre los nervios y la curiosidad. No entiendo que tiene que ver Alex en esto.

-"Para darle las gracias por no haberte follado"- usualmente no me gusta que hable así pero debo admitir que me hizo gracia su comentario y no puedo evitar soltar una risita.

-"Esto me molesta"- dice refiriéndose a su camiseta- "¿Te importa si me la quito?"- Pregunta con una de sus sonrisas seductoras que tanto me encantan.

Por mi parte yo solo muevo la cabeza indicándole que puede sacársela. Como si seguramente le fuera a decir no quédatela, Ja.

Se saca la camiseta y de inmediato queda a la vista su enorme pecho y su trabajado abdomen. Luego, se tumba junto a mí en el piso de costado. Una vez acomodado presiona su pulgar sobre mi labio inferior lo abre un poco y posa sus labios con firmeza sobre los míos. Su lengua se mueve con suavidad al principio y con más fuerza después. Los besos de Henry son de esos que te dejan sin aliento y siempre queriendo más, creo que nunca podría obtener de otros labios lo que obtengo de los de él.

Se separa de mi boca y comienza acariciarme con la yema de los dedos el cuello, el escote y mi vientre, acompañando cada caricia con su mirada intensa. Con tan solo esos toques es capaz de enviar electricidad a todo mi cuerpo. Continua hasta detenerse justo en encima de la parte inferior de mi bikini y para mi sorpresa desliza su mano por debajo de esta. Ahora entiendo a lo que se refería con eso de "prepararme".

Empieza a mover ligeramente sus dedos en mi interior mientras me mira fijamente a los ojos y acerca sus tibios labios a los míos preguntando:

-"¿Te gusta Amelia?"- yo solo me limito a asentir con la cabeza, es lo único que puedo hacer en este momento.

-"¿Y ahora?"- pregunta hundiendo un poco más los dedos. Me dejo llevar cerrando los ojos mientras le respondo moviendo la cabeza en señal de aprobación, pero el movimiento de sus dedos cesa.

-"No preciosa, quiero que me veas y que me respondas con palabras, ¿de acuerdo?"

-"De acuerdo"- Le digo casi en un susurro mirándolo a los ojos.

-"Entonces ¿Quieres que continúe?"- pregunta mientras que con la mano libre libera del bikini uno de mis senos y comienza a masajearlo.

-"S...Sí".- Consigo decirle.

Me calla besándome, y sigue moviendo los dedos de arriba abajo y esta vez yo me muevo al ritmo de sus manos exigiendo más.

-"Me encantas preciosa eres tan...receptiva"- Escucharlo hablar, sentir su cuerpo y sus ojos mirándome en todo momento hace que me excite cada vez más y me resulta inevitable dejar escapar un gemido.

-"Ahora dime, ¿te gusto más ayer cuando lo hiciste tu misma o ahora?

« ¿Qué?, ¿cómo puede estar tan seguro de que lo hice?»

Atraída a tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora