Sin duda ser enterrado vivo es algo atroz, solo imaginar cómo sería el claustro de un ataúd en el que apenas pudieras agitarte, sería demasiado traumático. Tratar de rascar la madera con tus uñas hasta malograrlas y partirlas sería una tarea tanto agónica como insufrible. Y aún si pudieras romper la madera, la cantidad de tierra que te caería encima sería capaz de sofocarte.
Estar a oscuras, asfixiándote por la falta de aire fresco, muriendo de sed e inanición, sintiéndote cada vez más débil por perder el aliento tras gritar y llorar con la esperanza de que alguien te pudiera escuchar desde arriba. Y poco a poco le des la bienvenida a la muerte, sabiendo que finalmente pertenecerás a aquel ataúd de la forma en la que deberías haber estado antes de sufrir de esa manera...
Sin duda una muerte agónica, pero yo no soy así. No...
Has cometido muchos errores en esta vida, no le hacías caso a aquella frase de "cuidado con deberle a las personas equivocadas"; pero no soy un monstruo. No obstante, tus acciones solo pueden ser purgadas de una sola forma.
Descuida, solo te puse en este ataúd para atormentarte con la idea de que te vamos a enterrar vivo, pero a fin de cuentas: serán las llamas las que purifiquen tus pecados.
Después de todo, la cremación es lo que más se usa ahora.
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100 Historias Cortas De Terror
Mystery / ThrillerADVERTENCIA: el contenido de los siguientes cuentos puede tocar temas que causan controversia, los cuales no buscan ser glorificados o enaltecidos. Además, se notifica que la descripción de algunas escenas o relatos son narrados de manera cruda y de...