Capitulo 1: Una noche oscura

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“34 ABY. En el planeta Tatooine se vivía un ambiente de calma y “paz” dentro de lo que cabe, una joven chica de ojos azules y cabello dorado como los rayos de los dos soles de aquel planeta tan caluroso y desértico se encontraba sentada sobre una roca leyendo un libro de su padre que hablaba sobre algo llamado “La Fuerza” y sobre los poderes que está otorgaba tales como mover objetos, leer mentes, ver el futuro, curar heridas, etc. Pero también hablaba sobre su parte oscura, usada para el mal y que solo daba sufrimiento y odio.

“La fuerza, es un poder metafísico y vinculante, omnipresente, que era el objetivo de las órdenes monásticas de los Jedi y los Sith

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“La fuerza, es un poder metafísico y vinculante, omnipresente, que era el objetivo de las órdenes monásticas de los Jedi y los Sith.
Descrita como un campo de energía creado por todas las cosas vivas en la galaxia conocida, la fuerza esta dividida en cuatro aspectos: el lado luminoso, el lado oscuro, la Fuerza de Unificación, y la Fuerza Viva. Los primeros dos aspectos eran concernientes a la brújula moral de la Fuerza en sus diversas manifestaciones. El lado luminoso de la Fuerza era la faceta alineada con el bien, la benevolencia y la curación, mientras que el lado oscuro de la Fuerza era el elemento alineado con el miedo, el odio, la agresión y la maldad”, leyó la chica en voz baja llamándole la atención que decía que los llamados Jedis y Siths tenían una especie de leyenda de que hace miles de años, estaban juntos pero debido a pensamientos distintos sobre la fuerza se dividieron.
“Es…un triste final, pero suena tan real que no parece una leyenda”, en eso una niña de casi la misma edad que la joven de ojos azules y cabello rubio apareció detrás de ella dándole un susto, dicha niña rubia de asustó un poco para luego levantar su vista tapando un poco sus ojos con su mano para no cegarse por la luz del sol ver una figura que parecía más alta que ella de ojos rojos y cabello negro azabache algo corto y desaliñado decir. “Hola Meinix, ¿como te fue en tu día en el asentamiento?”, quien luego le dijo.

“Hola Sandy, pues, bastante bien, mis padres lograron vender casi todos sus componentes de blasters y naves, oye, ¿no has pensado alguna vez, unirte a los grupos de cazarrecompensas y explorar la galaxia?, o tal vez ¿unirte al ejército de la repúb...

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“Hola Sandy, pues, bastante bien, mis padres lograron vender casi todos sus componentes de blasters y naves, oye, ¿no has pensado alguna vez, unirte a los grupos de cazarrecompensas y explorar la galaxia?, o tal vez ¿unirte al ejército de la república?, sería divertido si lo piensas bien”, al oír ese apodo la chica de ojos azules respondió un poco molesta. “Ya te dije que no me llames así, además es difícil saber que hay fuera de este planeta, solo somos un par de niñas, siendo tu la más hiperactiva”, ambas amigas se llevaban bastante bien y no por nada lo eran desde que eran una simples bebés; amabas charlaron por un tiempo hasta que Meinix fue llamada por su padre quien había terminado de platicar con el padre de la pequeña de ojos azules, para que se retiren hacia su hogar, ambas amigas se despidieron y posteriormente la pequeña niña también fue llamada por su papá para volver a casa en dónde los estaban esperando la madre de aquella niña, en eso el padre le pregunto a su pequeña niña al ver el libro que tenía en las manos. “Veo que te gusta mucho leer sobre los Jedis hija”, y la pequeña respondió afirmativamente y con una leve sonrisa. “Así es papá, bueno más bien todo lo relacionado con la fuerza, ¿oye y tú cómo es que tienes este libro?, ¿Acaso fuiste un jedi antes?”, aquel hombre solo soltó una risa para luego decirle con una sonrisa a su hija. “Bueno, creo que aún no tienes la edad para saber eso mi niña, pero cuando seas más grande te diré muchas cosas que te sorprenderán”, padre e hija llegaron finalmente a casa siendo recibidos por una mujer con las mismas facciones que la pequeña, ojos azules, cabello rubio y piel blanca pálida.
“Hola mamá, ya llegamos, papá estaba hablando con el papá de Meinix”, pronto la mujer dijo con una sonrisa para su hija. “Y calculo que tú hablabas con Meinix ¿no es así?, jeje no por nada ambas fueron amigas desde bebés, ahora ve a lavarte las manos la cena ya está lista”, la pequeña obedeció a su madre pero en su camino se pregunto algo. “¿Algún día podré salir de este planeta?, ¿Podré recorrer más lugares de la galaxia?”, ya había visto muchas naves entrar y salir de Tatooine y ella igualmente quería hacer lo mismo y conocer nuevos lugares, nuevas especies, nuevos ecosistemas.
Las horas solo pasaban hasta llegar la noche en Tatooine, la oscuridad era absoluta; una luz roja  salía de entre una desfiladero de rocas arenosas, dicha luz era portada por una figura negra la cual se dirigía a una casa, la casa de aquella joven de cabellos rubios al parecer buscando “algo con exactitud.
“Aquí es donde se oculta el Jedi, estoy seguro que el tiene lo que estoy buscando y si no lo tiene, solo quedará matarlo”, se dijo así mismo la figura oscura que se acercaba cada vez más dicha casa;

𝐕𝓲𝓸𝓵𝓮𝓽 𝐄𝓿𝓮𝓻𝓰𝓪𝓻𝓭𝓮𝓷  ━━━ 𝑨 𝑾𝚛𝚒𝚝𝚝𝚎𝚗 𝑫𝚎𝚜𝚝𝚒𝚗𝚢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora