Hace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana.
El inocente camino de una niña de Tatooine se vio opacado por la llegada de una oscuridad que le arrebato todo lo que alguna vez conocio, su familia, su vida, sus emociones. Su misión ahora es la de...
“Ya hace dos años que llegue al templo jedi, me he ganado el aprecio de muchos, pero el odio de otros que me detestan por lo que fui en mi pasado, he recibido muchos halagos con respecto al avance de mi entrenamiento como Jedi, además de que he aprendido a mejorar mi habilidad con el sable de luz, algunos se también se impresionan por mis habilidades del lado oscuro como los rayos de la fuerza por ejemplo que por más que me digan que no debo usarlos es algo que no puedo evitar, es como si fueran una extensión más demi cuerpo…algo que es parte de mi y que está encajado a mi piel y alma que no puedo arrancar…una quemadura imborrable de mi pasado. Me alegra tener a un maestro y un compañero que me entienden y estos dos últimos años han sido protectores y me han ayudado con esta huella imborrable que hay en mi…no a irse, pero si a saber aceptarlas. Nunca he hablando con ellos todo este tiempo, pero está vez me siento con la suficiente confianza suficiente para hacerlo, ellos son mi familia ahora”, Horus termino de escribir en un pequeño diario que Gilbert le regaló hace poco, dicha chica se quedó viendo la palabra “familia” con un rostro reflejante de su tristeza, ella extrañaba a su familia y con sus fuerzas abrazo el diario, sin lágrima alguna solo su expresión de tristeza. “Aún me cuesta comprender mis emociones y sentimientos…pero no puedo dejar de extrañarlos y de pensar en ustedes y como no podré volver a verlos…si solo pudiera encontrar una forma de regresarlos a este mundo…lo siento mamá y papá”, dijo Horus para si misma sin despegarse del diario para luego oír como golpeaban a la puerta de su habitación. Confundida está guardo el libro en una pequeña mesita para luego ir a ver quién es, era su compañero Padawan Gilbert quien al verla le dijo. “Hola Horus…solo venía a preguntarte si gustabas venir conmigo al jardín del templo como siempre, solo que está vez el maestro Volif está ocupado en una reunión unos jedis del consejo jedi…¿que dices…niña?”, utilizando el apodo que Gilbert solía decirle a la chica, Horus sin decir nada acepto la invitación con una simple sonrisa en su blanquecino rostro, ella se sorprendía de lo mucho que había cambiado físicamente el chico que le dio una oportunidad de tener un destino distinto al que ella se dirigía, pero al pasar por una de las ventanas y ver su reflejo en esta, Horus vio por si misma su gran cambio físico quedando impresionada por quien era esta vez. “Haz cambiado mucho a decir verdad…todas esas heridas y cicatrices en tu rostro se esfumaron”, una tenue sonrisa se formó en el rostro de la chica al oír las palabras de Gilbert para luego continuar su camino hacia los jardines llegando en cuestión de minutos muy cortos.
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Horus no dejaba de sorprenderse de como un lugar ubicado en el planeta con más metal y tecnología de la galaxia podía almacenar tanta belleza en su interior. Gilbert viendo que llegaron a una entrada con una elevación dijo de manera un tanto desafiante a la chica. “Niña, el primer en llegar abajo gana cualquier pertenencia del otro…¿lista?”, de forma repentina el muchacho se lanzo hacia adelante rodando hacia abajo y justo cuando pensaba que iba a ganar se vio sobrepasado por una veloz Horus quien en vez de rodar hacia abajo prefiero deslizarse logrando llegar unos centímetros antes que el chico, ambos jóvenes padawans estaban recostados boca arriba en el suelo, Gilbert solo soltaba pequeñas risas de su boca mientras que Horus solo miraba el cielo con una ligera sonrisa para luego voltear a ver al chico de ojos verdes, sintiéndose feliz por verlo feliz a el. “(Está sensación…¿porque me siento tan feliz por el…porque me siento feliz al ver a otros felices?)”, se preguntaba la chica para luego sentarse en el suave césped del jardín al igual que Gilbert quien luego dijo aceptando su derrota. “Bueno…supongo que perdí…ahora puedes pedirme lo que quieras, aunque no tengo mucho que pueda ser llamado ‘de valor’, pero tu elige”, Horus solo negó con la cabeza sin decir nada y dejando que el se quedará con sus pertenencias, pero el chico solo insistía con que ella tomara algo aunque dicha chica solo se seguía negando sin decir nada, hasta que Gilbert pregunto de forma sería y curiosa a la vez el porque Horus jamás hablo en estos 2 años. “Oye Horus…Siempre me he preguntado esto, pero jamás pude preguntártelo y es…¿Por qué tú jamás has hablando en estos últimos dos años?, aunque creo saber la respuesta a eso”, el chico espera alguna respuesta por parte de la chica ya sea escribiéndolo en algún lugar o respondiéndole con algún tipo de lenguaje de señas, pero solo obtuvo un mirada desviada por parte de la chica, al darse cuenta de su error Gilbert le pidió disculpas diciéndole que no era su intención haberla incomodado de esa forma, pero luego Horus lanzaría una mirada tranquilizadora junto a una amable sonrisa en su semblante nuevamente, en una forma de decirle que no se preocupara.
