Capítulo 3 Una luz oscura

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Tras un largo descanso y recuperación de sus heridas, Horus había despertado con un fuerte dolor en el cuerpo y con vendas en las manos y pies al igual que un vaso con agua y un trozo de pan que parecía estar viejo y duro como una roca, dicha niña prefirió beber un poco del agua y dejar de lado aquel pan por temor a terminar con algún tipo de enfermedad por comer algo que sabrá la fuerza cuánto tiempo estuvo en el piso para luego ponerse de pie sintiéndose un poco aturdida y en ese momento recordó haber tenido un sueño con un chico joven que nunca había visto pero que cuyas facciones eran claras para ella sobre todo sus ojos, ojos verdes brillantes como si se tratarán de dos gemas esmeralda, aunque Horus solo trataría de ignorar eso y su atención solo se desvío hacia la puerta del lugar donde estaba encerrada, está se encontraba abierta sin más y solo por curiosidad se acercó a ver el porque dándose cuenta de que no había nadie en…dónde sea que se encontrará por lo que aprovechando esta ventaja intentaría buscar una forma de salir de aquel sitio comenzando a correr por todo ese lugar buscando una salida pero no encontraba nada más que pasillos largos y oscuros sin aún darse cuenta de que llevaba el sable de luz de aquella persona que había asesinado hace unas pocas horas, Horus seguiría así hasta llegar al mismo lugar donde hizo sangrar el cristal Kyber del sable de luz, la pequeña estaba confundida, no sabía que hacer o a dónde ir, más allá de ver cómo el río de lava fluía y el calor la abrasaba fuertemente hasta que por el rabillo del ojo logro divisar una esfera de luz roja que solo se mantenía quita en el aire moviéndose únicamente cuando Horus se acercó a ella para tocarla en su curiosidad.
“¿Q-que es esto?”, se pregunto la pequeña aprendiz del lado oscuro al ver el orbe rojo comenzando a seguirla cuando está se movió en otra dirección al parecer la estaba llevando a algún sitio en específico pasando por una serie de caminos estrechos dónde la lava se hacía presente logrando pasar de pura suerte y sin haberse calcinado en el proceso habiendo llegado a lo que parecía ser una gran caverna en la que había una enorme bestia la cual se trataba de un Darkghast que al parecer estaba dormida, Horus quedó impresionada y algo aterrada por lo que vio y solo busco una forma de poder escapar de ese lugar intentando irse por dónde vino con tan mala suerte de que una roca se desprendió cayendo está junto a Horus al suelo y haciendo una gran cantidad de ruido, pero la bestia solo seguía dormida soltando únicamente un bufido atemorizante pero nada más. Esto hizo a la pequeña chica de cabellos rubios soltar un leve suspiro de sumo alivio porque la bestia no se despertó…o bueno no hasta que ella soltó su suspiro haciendo que el Darkghast se despertara molesto y soltando un rugido que hizo sacudir aquella caverna y deja a Horus paralizada por unos momentos.

La bestia gigantesca tan solo al ver a la chica se lanzó contra ella con una velocidad aterradora dándole apenas tiempo a Horus de reaccionar para esquivar aquella embestida del Darkghast y fue justo en ese momento que la acólita sith logro ver qu...

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La bestia gigantesca tan solo al ver a la chica se lanzó contra ella con una velocidad aterradora dándole apenas tiempo a Horus de reaccionar para esquivar aquella embestida del Darkghast y fue justo en ese momento que la acólita sith logro ver qué consigo llevaba el sable de luz que le arrebato a su víctima tomándolo con ambas manos tratando de adoptar una postura firme pero que le era difícil de lograr debido al constante temblor de su cuerpo debido al miedo, pero pronto se percató de que la bestia le había lanzando una gran piedra lo suficientemente grande como para aplastarla sin mayores complicaciones, la chica de ojos azules solo recordaba lo que le dijo Korva la última vez que lo vio “Deja que la fuerza te guíe” y eso hizo de dejo llevar por su enojo y odio hacia el Darkghast y en un momento a otro lograría cortar aquella roca con la hoja del sable de luz, luego una segunda roca, luego otra y luego una 6 roca sería las que lanzaría la bestia con aspecto de un Rancor, la niña se distrajo por un momento sintiéndose aliviada por haber cortado todas sin percatarse de que el monstruo de 4 brazos estaba apunto de darle un golpe con su mano en un intento de aplastarla con esta extremidad no fue solo hasta ese momento que Horus extendió sus manos cerrando los ojos fuertemente en un burdo intento de detener la mano de aquel monstruo cosa que logro, la mano de la criatura se quedo quita en el aire lo que dejó fascinada a la chica rubia la cual con ayuda de su espada láser trataría de cortar la mano del Darkghast que se mantenía inerte en el aire; no obstante cuando dicha extremidad de la bestia fue amputada la mano izquierda de la criatura tomo desprevenida a Horus dejándola únicamente con un brazo libre, el brazo que llevaba el sable al cual lanzo hacia la cara de la criatura en un intento de herirla haciendo que la hoja del sable impactará en uno de los ojos del Darkghast haciéndolo soltar un fuerte grito de dolor y soltando a Horus la cual vio como el monstruo cubría su ojo con las manos que le quedaban sufriendo por el dolor que le causaba la hoja de luz roja pero al intentar sacársela solo se provocaría más daño con sus afiladas garras a la vez que arrastraría la empuñadura del sable haciéndose más grande su corte y más fuertes los rugidos de agonía de la bestia al punto que la pequeña tuvo que cubrir sus oídos para no quedar sorda.
El dolor para aquella bestia era cada vez más grande e insoportable llegando al punto de que está comenzó a golpear su cabeza contra las paredes de la cueva, pero esto trajo como consecuencia que estalactitas cayeron por todos lados y una de esas cosas casi termina por empalar a la chica que por suerte las esquivo, pero su rival monstruoso de mano faltante no, puesto a que una gigante estalactita estaba apunto de caerle encima la cual fue notado por Horus quien con ayuda de la fuerza haría que el gran pico rocoso cayera encima del Darkghast aplastándolo y dejándolo en agonía mientras su vida poco a poco se iba.
“O-oh no…”, dijo la pequeña dándose cuenta de su cometido corriendo a tratar de socorrer a aquella bestia moribunda que solo soltaba pequeños balbuceos de aire por su gran boca y con sus pocas fuerzas trato de moverse un poco dejándole ver a Horus un par de huevos de los que parecían ser sus crías, esto lleno de arrepentimiento y tristeza por lo que había hecho, le había arrebatado la vida a alguien que solo quería proteger a sus seres queridos, tal y como lo habría hecho ella, Horus solo miraba la escena con tristeza tirando de romper en llanto mientras el Darkghast trataba de acercarse a sus huevos antes de perecer agónicamente y dando su último respiro antes de morir, en eso Darth Korva hace acto de presencia en aquel lugar con un rostro indiferente y sin sentimientos y con un tono de voz que demostraba su poca preocupación por la bestia y solo dijo. “Bien…hoy nos acabas de dar la oportunidad de tener carne para la cena…oh espera mira”, la chica solo volteo a ver bastante triste a dónde le indicaba Korva viendo como de los huevos comienzan a salir las crías del Darkghast las cuales solo sueltan ruidos sin sentido en busca de su madre, a lo que Korva le dice de forma cruel y con una sonrisa. “Acaba con ellos Horus”, impactada la chica solo mira a su tutor y luego a las pobres crías que siguen buscando a su madre y ella solo dice. “N-no…y-yo no quiero hacerlo, no quiero matar a nadie más”, pero Korva solo le dice sin miedo alguno ni pena por las pobres criaturas. “Esto no es ninguna sugerencia o pregunta…es una orden…hazlo”, Horus solo se seguía negando con miedo y casi llorando y Korva solo le dice por ultima vez. “No lo repetiré niña…mátalos…o no volverás a ver a tus padres jamás”, la pequeña no sabía que hacer, estaba aterrada y sentía lastima por las pequeñas crías del Darkghast pero eran ellas o perder la única manera de volver a ver a sus padres y finalmente con tristeza y llorando encendió el sable de luz y acabo cruelmente con la vida de las crías sintiéndose culpable por todo eso y solo dejando caer el sable de luz a piso mientras miraba sus manos con tristeza.
Maestro y aprendiz estaban sentados alrededor de una fogata viendo como la carne del Darkghast se cocinaba poco a poco y una vez está estuvo lista Korva le dio un pedazo de carne de aquella gran bestia para que la chica comiera.
“¿Que esperas?...come ahora, está tal vez sea tu única cena del día”, la chica obedeció con un semblante inexpresivo teniendo lo único notorio en su rostro, sus lágrimas secas mientras masticaba con rabia la carne de su segunda víctima, Korva solo la miro con una sonrisa mientras le decía. “Eso es, tus emociones son tu mayor adversario Horus…eres débil y eso es lo que debes cambiar, debes dejar de ser tan blanda, tu odio es lo único que te dará las fuerzas necesarias para traer a tus padres de regreso contigo…pero por como eres aún estás lejos de eso…mi aprendiz”, Horus solo ignoro todo lo que el sith tenía que decirle pero, una pregunta cruzo por su mente y no perdió tiempo para decírselo y era. “¿Porque?...¿Porque mataste a mis padres y no a mí?, ¿que tengo de especial?, respóndeme”, el sith pensó por un momento para luego decirle de la manera más tranquila posible el porque la necesitaba y el porque asesino a sus padres. “Tus padres acabaron consigo mismos al negarme el holocron de Revan…se perfectamente que tu padre tenía en su posesión ese holocron, un cuadrado azul y una pirámide roja, tanto conocimiento en la palma de una mano…tu serás quien lo busque cuando llegue tu momento…es por eso que no te mate en segundo lugar”, pronto una segunda pregunta fue dada por la chica quien le cuestiono su falta de empatía por la vida y Korva solo le respondió. “Cuando crees que tú vida será mejor con una patética sonrisa, está solo te escupe en la cara y te trata como a una porquería…así también cuando confías en quien tu crees tú más grande héroe, solo resulta ser el más grande mentiroso…y ya basta de preguntas, debes seguir tu entrenamiento”, Horus solo se puso de pie lista para seguir a su maestro dónde sea que sea, luego de un par de minutos de caminata en los cuales Horus se sentía adolorida en sus pies y manos por su enfrentamiento con el Darkghast, esto fue notado por Korva quien le dijo apuntando con sus dedo a un par de cajas y diciéndole a la chica. Agh, con los pies quemados no me sirves, allí hay un par de botas junto a unos guantes, póntelos te vendrá bien, no creas que lo hago por compasión hacia a ti, solo lo hago porque sin protección eres vulnerable a cosas tan insignificantes”, la chica acepto el “regalo” que le ofreció el sith acercándose al parecer de cajas rotas y maltratadas que dejaban a la duda si aún servirán, Horus no tenia tiempo para quejarse por qué era lo único que podría evitar que se quemará los pies más de lo que ya los tenía y una vez puestas junto a los guantes la chica continuo siguiendo al Sith quien se había adelantado hasta la salida de lo que parecía ser una caverna que por fuera parecía ser pequeña pero que por dentro era gigante; en su camino hacia la salida de topo con varios droides de combate armados que al parecer cumplían el rol de guardias de aquel lugar. Finalmente Horus salió al exterior de la caverna viendo lo que causaba todo ese calor que sentía dentro de dicha cueva, todo lo que alcanzaba a verse eran ríos de lava, volcanes en erupción y una infinita cantidad de fuego junto a un calor abrasador.

“(Jamás había visto un lugar tan devastado y lleno de fuego…esto parece un infierno)”, pensó para si misma la pequeña niña impresionada por el ambiente que sus ojos azules lograba ver, gotas de sudor comenzaban a bajar por su frente debido al calo...

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“(Jamás había visto un lugar tan devastado y lleno de fuego…esto parece un infierno)”, pensó para si misma la pequeña niña impresionada por el ambiente que sus ojos azules lograba ver, gotas de sudor comenzaban a bajar por su frente debido al calor y en eso vio como a lo lejos su maestro sith estaba observando la esperándola para algo en específico, al acercarse al sitio donde Korva se encontraba logro ver lo que parecía ser una nave de las que casi siempre lograba ver salir de Tatooine, al ver dicha nave la pequeña de cabello rubio pregunto con curiosidad sobre a dónde irían, a lo que Darth Korva le respondió. “Iremos a un lugar donde te enseñaré algo de suma importancia, ahora sube y saldremos de inmediato”, Horus obedeció cabizbaja dirigiéndose al interior de la nave y quedándose de pie esperando a que la nave parta a su destino siendo eso lo que ocurrió una vez el sith abordo la nave después de ella y así ambos tomaron rumbo hacia un lugar desconocido para la chica.
“¿A dónde iremos Maestro?”, pregunta Horus a Korva y este solo le respondió de forma cortante y sin emociones. “A un planeta especial, a Korriban…de mientras quiero que practiques con el sable de luz hasta que lleguemos”, Horus solo miraba en dirección donde venía la voz de su maestro de forma callada para luego desenfundar el sable de luz comenzando a practicar ataques rápidos y bastante imprecisos al aire, esto sería visto por Korva quien se acercó a ver su entrenamiento para luego decirle. “Basta, basta, ¡Basta!, la forma en la que lo haces da posibilidades de que te den un golpe certero y acaben contigo en un abrir y cerrado de ojos”, el sith se notaba molesto por los errores de su acólita sith, y preparando una esfera que comenzaría dispararle en cuanto el chasqueara los dedos. “Está esfera, debes imaginarla como tu rival, verla como tú enemigo y recordar que en este mundo nadie es tu aliado y todos solo buscará la manera de aprovecharte de ti y de tu confianza…nunca lo olvides…”, Korva chasqueo los dedos y de un momento a otro la esfera flotante comenzó a disparar a la chica, los cuales 4 de estos impactaron en el cuerpo de la chica quien intentaba soportar todo ese dolor con mucho esfuerzo a la vez que se concentraba en desviar los disparos de la esfera pero era casi imposible para alguien como ella.
“A este paso jamás alcanzarás el poder para traer de regreso a tus padres si dejas que tu dolor y temor nublen tu vista Horus, me imagino lo decepcionados que estarían sabiendo lo débil e inservible que es su pequeña y patética hija”, dijo Korva de forma hiriente a la chica la cual al escuchar esas palabras se sintió mal por eso y solo trataba de negarlo mientras seguía intentando desviar los disparos de plasma diciéndose a si misma. “(N-no…eso no es verdad…no es verdad…¡No es verdad!)”, nuevamente el odio que sentía hacia el sith se hizo presente y el color de sus ojos se tiñeron nuevamente de un color amarillento dejando que el poder de la fuerza fluyera por su ser logrando así desviar los disparos de la esfera hasta lograr estar a una distancia cercana con la esfera de entrenamiento y así logrando darle una fuerte estocada con el sable rojo destruyéndolas por completo quedándose de pie mirando con un rostro lleno de ira mientras recuperaba el aire y soportaba el dolor que le generaron los disparos en su cuerpo; su mirada se desvío hacia el frente viendo como en frente suyo había un enorme planeta naranja que le recordaba mucho a Tatooine.

 “(N-no…eso no es verdad…no es verdad…¡No es verdad!)”, nuevamente el odio que sentía hacia el sith se hizo presente y el color de sus ojos se tiñeron nuevamente de un color amarillento dejando que el poder de la fuerza fluyera por su ser logrando...

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El planeta Korriban, el planeta madre de la ya extinta especie sith y su lugar de destino al que debían llegar.

Continuara.

𝐕𝓲𝓸𝓵𝓮𝓽 𝐄𝓿𝓮𝓻𝓰𝓪𝓻𝓭𝓮𝓷  ━━━ 𝑨 𝑾𝚛𝚒𝚝𝚝𝚎𝚗 𝑫𝚎𝚜𝚝𝚒𝚗𝚢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora