Un nuevo día se hacía presente en la capital de la república galáctica, los rayos de sol de esa hermosa mañana entraban por las enormes ventanas del templo Jedi iluminando hasta el rincón más oscuro de dicho lugar. En una de esas ventanas se encontraba Horus viendo por esta como el sol se posicionaba trayendo el día a Coruscant, dicha chica quedó fascinada por la belleza de la gran ciudad que a lo lejos solo parecía ser infinita.
"(Jamás había visto un sitio tan increíble y gigante como este)", dijo la chica en su mente mientras que solo seguía observando y recordando con un rostro un tanto triste todo lo que tuvo que pasar siendo casi en vano.
"¿Hmm?...¿Horus, que haces ahí parada?", pregunto la voz de su nuevo maestro Volif Korsiúf quien al igual que muchos otros Jedis despertaron bastante temprano. Al voltearse Horus lo vio con un rostro que no reflejaba emoción alguna a la vez que no dijo absolutamente nada y solo movió la cabeza en otra dirección, Volif dijo posterior a esto que lo acompañará hacia una de las salas de entrenamiento donde estaba esperándolos Gilbert para la segunda fase de su entrenamiento inicial. "Esta vez habrá que poner a prueba tus habilidades con el sable de luz", Horus acepto sin dudarlo y sin decir nada acompaño a su maestro hacia el sitio que este menciono anteriormente.
En una de las salas de entrenamiento del templo jedi, Gilbert estaba junto a sus dos amigos padawans al igual que el, estos estaban algo preocupados al saber que por poco y de no ser por su maestro lo habrían echado del templo y de la orden jedi.
"Tranquilos chicos, por suerte no quede fuera de la orden...por suerte y gracias a mi maestro, aunque no me arrepiento de haber hecho lo que hice y-", el resto de la frase del chico fue interrumpida por la llegada de su maestro y de Horus, la chica a la cual el ayudo, dicha chica fue recibida por miradas cortantes, de miedo y que solo la juzgaban de parte de demás caballeros Jedis y de padawans al saber quien era ella, a excepción de Gilbert, Cattleya y Hodgins, siendo estos dos últimos quienes la miraban con curiosidad y extrañeza, siendo el chico de ojos verdes el único que al verla dibujo una sonrisa cálida y amable en su rostro que mostraba esa felicidad que el sentía al verla."Sabia que vendrías tarde o temprano Horus", dijo el chico revelando su "nombre" a los presentes quienes solo ignoraron a la chica pero con cierto rechazo; el maestro jedi de ojos rojos solo sintió un poco de molestia y disgusto por como juzgaban a la pobre chica quien se le notaba algo evasiva y desconfiada a todo aquel que no fuera o Volif o Gilbert, confiando únicamente en ellos dos para lo que fuera. Volif cambio su semblante de molestia a uno más optimista y amable diciendo a sus dos alumnos. "Muy bien, los dos me enseñaran sus habilidades con el sable de luz o mejor dicho, Gilbert tu me enseñarás tu progreso entrenando con los droides de entrenamiento, ya sabes cómo usarlos, y tú Horus, puedes usar a los droides de entrenamiento igualmente para mostrarme lo que sabes acerca del uso de sable de luz...oh y ustedes dos niños deberían regresar con sus maestros antes de que se metan en algún problema con ellos", esto último refiriéndose a Cattleya y Claudia quienes antes de irse se despidieron tanto de Gilbert como de Horus quien cuando se acercaron un poco a ella se alejo unos pasos mostrando su desconfianza la cual ellos dos entendieron a la perfección retirándose así de la sala de entrenamiento.
Volif preparo un total de 2 droides de entrenamiento los cuales estaban en el modo más básico para evitar que estos sean muy agresivos con la chica la cual solo observaba con un rostro sin emociones como su maestro preparaba a sus oponentes con los que está lucharía.
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𝐕𝓲𝓸𝓵𝓮𝓽 𝐄𝓿𝓮𝓻𝓰𝓪𝓻𝓭𝓮𝓷 ━━━ 𝑨 𝑾𝚛𝚒𝚝𝚝𝚎𝚗 𝑫𝚎𝚜𝚝𝚒𝚗𝚢
FanfictionHace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana. El inocente camino de una niña de Tatooine se vio opacado por la llegada de una oscuridad que le arrebato todo lo que alguna vez conocio, su familia, su vida, sus emociones. Su misión ahora es la de...