go (2/2)

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恋から狂気までほとんどない (Koi kara kyōki made hotondo nai)

Proverbio español: de enamorado a loco va muy poco

Traducción: en ocasiones el amor puede convertirse en una obsesión y rozar la locura.


2/2

-Pedri, hermano. Nos vamos.- Dijo Pablo Torre chasqueando los dedos frente a la cara de Pedri haciendo que parpadease ligeramente para centrar la vista.

Movió el brazo callando a Pablo de golpe. No movió los ojos de Ivet, a través de la sala, casi a escondidas, observaba como la italiana reía con sus amigas en la mesa, llevaba haciéndolo desde que la vio entrar. La mirada le ardía y le costó separarse de ella aún a la distancia.

Musculló algunos insultos incomprensibles y se levantó dispuesto a seguir a su amigo, pues era el único que quedaba en la mesa que con anterioridad habían compartido todos.

Sus ganas de vivir se quedaron en el restaurante, junto con la morena. Estuvo todo el camino hasta la discoteca en silencio, perdido en su mundo personal. Los chicos hacían mucho ruido y celebraban con alegría que su amigo se casaba por fin después de tanto tiempo. Pedri no estaba con ganas.

-Espero que te bebas toda la barra con tal de que alegres esa cara.- Le dijo Ferran rodeando los hombros de Pedri mientras enseñaban unas sonrisas a los seguratas y entraban a aquel espacio cargado de hormonas.

-No me quedaré mucho.- Contestó ante las palabras de su amigo. No le sorprendió al valenciano pues a Pedri no le gustaba salir ni beber tanto como a otros de sus amigos.

Se removió incómodo y consiguió salir del abrazo de Ferran para ir a la barra y pedir el primer cubata.

La discoteca era enorme y la zona alta estaba repleta de reservados, y con la escasa luz que gobernaba la estancia apenas se distinguían las personas de las mesas de al lado. Cuestiones de privacidad les comentaron los trabajadores.

-Otro.- Pedri meneó el vaso frente a la camarera y ésta le entendió a la perfección. Llevaba pidiendo lo mismo toda la noche uno detrás de otro.

Estaba mareado y achinaba los ojos pero aún su cuerpo pedía más alcohol para olvidar que aquellos ojos azules no estaban puestos sobre él.

Gavi llegó hasta la barra esquivando cuerpos. Miró a su amigo con una mueca al verle con la mirada perdida.

-Bro... ¿No crees que estás bebiendo mucho?- Preguntó con cautela.

-No.- Dijo Pedri escueto.

-¿Que te pasa? Si tú nunca bebes.- Gavi quería entender a su amigo. Quería saber que le estaba preocupando.

-Nada.

-Ya, claro. No me lo cuentes si no quieres pero este es el último.- Señaló el vaso recién servido.

-No me mandas, Pablito.- Gruñó agarrando el vaso. Se lo llevó a los labios y bebió un trago largo refrescando su garganta.

-Paso de tí.- Gavi le dio la espalda y se pidió un chupito porque lo necesitaba si Pedri seguía por ese camino.

Pedri llegó hasta el reservado tambaleándose. Se dejó caer de espaldas en el sofá y moviendo los pies al ritmo de la música se unió a la conversación de Ferran y Ansu.

-Me gustaría hacer un trío.- Exclamó Ansu como si la decisión ya la hubiese tomado. Los otros dos abrieron la boca sorprendidos y rieron por la ocurrencia. -Lo digo en serio y si es con un chico y una chica mejor. Que así no me agobio tanto con dos mujeres.

IKIGAI | Pedri |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora