Unidos por un Error

Capítulo 3

Maddie

Respiro profundamente el olor masculino tan delicioso que se me impregna en la nariz, abro los ojos muy despacio y miro una habitación oscura, que no es para nada mi habitación. Frunzo el ceño ante lo pesado y caliente que está sobre mi estómago desnudo, bajo mi mano y me encuentro con una mano muy grande, fuerte y caliente envolviéndome.

Miro a mi lado donde hay un chico que está dormido a mi lado.

Mierda y más mierda. Me quedé dormida después de nuestro maravilloso sexo. Y estoy completamente desnuda. Me levanto con cuidado de no despertarlo, el frío azota mi cuerpo, pero trato de rastrear mi ropa por la habitación y encuentro el vestido junto con mis tacones, pero no encuentro mis bragas de repuesto en el bolsillo secreto del vestido . Así que tomo su camisa de botones y la envuelvo por mi cuerpo como un abrigo, con los tacones en mano y mi cartera salgo de la habitación.

Salgo corriendo del club y tomo un taxi a casa es entonces cuando caigo en cuenta de hay gente en casa y se va a enterar del lugar donde estaba, opto por ir a casa de Daisy donde tengo ropa que puedo ponerme y volver a casa, y lo hago y quien me abre es Adrian con una cara de fastidio.

—Se va una y viene otra. La vida jodidamente me detesta.

—Cállate, gusano, sabes que me amas.

—Y te amaría más si desaparecieras, en serio.

—No lo creo.

—Ve a cambiarte, hueles jodidamente a sexo y es asqueroso.

Le saco el dedo mientras subo las escaleras, entro al cuarto de baño de Daisy y me quito la ropa, hay marcas poco visibles en mis muñecas, pero hay marcas muy visibles en mis caderas y pechos. Me duele el coño mientras lo froto para limpiarlo, después de darme un baño me pongo unas leggins y una camiseta. Meto la ropa que me quite en una bolsa y bajo las escaleras leyendo los mensajes de Daisy.

Daisy: ¿Todo bien? ¿Cómo te fue?

Daisy: Maddie, responde por Dios. Ya pasaron horas y no sé nada de ti.

Daisy: Responde maldita sea.

Y hay un montón de mensajes de esos y muchos más.

Maddie: Estoy super bien, no sabes cuánto.

Daisy: Eres una idiota porque me asustas, pero qué bueno que disfrutaste. Y tuviste un seco fascinante.

Incluso hablamos de los vestidos que iremos a comprar hoy para el cumpleaños de su padre, llego a casa después de una hora y no hay nadie así que me siento en paz mientras subo a mi habitación, la que cambie de cerrojo y solamente yo tengo la llave.

Por suerte tengo clases hasta dentro de una hora, pero antes de Sali un mensaje de la app llega a mí.

00035: Tenemos que hablar.

010020: Lo sé, no me dijiste que ibas a quitarme la máscara y vendarme y también atarme las manos. De hecho, me encanto, pero me hubieras avisado.

00035: Sí... sobre eso. No tuvimos sexo anoche, al menos no entre nosotros. Nos acostamos con personas diferentes.

010020: ¿Cómo es posible? Éramos los únicos que tenían esas máscaras.

00035: Pues no. Ahora sé que no fuimos en realidad porque yo no te amarré, ni vendé.

010020: Mierda.

00035: Oh, sí, mierda para ti. Ahora ya tengo una nueva novia, gracias y adiós.

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