Maddie
Cuando Daisy salió del coma, podría llamarse de esa manera, me alegré tanto de ver a mi mejor amiga, no estaba bien, pero estaba viva y sabía que siempre iba a estar ahí para ella en todo lo que me pidiera, como ahora que está minutos antes de ir a su casa estoy sentada frente a ella. Nosotras dos solas en la habitación.
Después de haberle contando la situación de mi padre dijo que si quería pasar tiempo con él lo hiciera, pero que no debía verme forzada a perdonarlo por su tumor.
—¿Te irás? —pregunto.
Ella me mira con lágrimas en los ojos.
—Sí, creo que debo irme para poder sanar como debo. Porque no estoy lista para quedarme y ver el sufrimiento que he causado.
La tomo de la mano.
—No has causado ningún sufrimiento, no fue tu culpa ser secuestrada. Jamás lo será. Ahora estás aquí, eres libre y hazlo. Vete y sana, porque lo mereces, mereces ser feliz, Daisy Beckham.
Lágrimas caen de nuestros ojos mientras sonreímos. Aprieta mi mano mientras me mira.
—Tú también mereces mucho sanar, Maddie. Eres mi mejor amiga y no me gusta que pases por cosas que te lastiman, pero entiendo que todo el mundo tiene que pasar por el dolor para conseguir su felicidad. —Me mira, le sonrío con los labios temblorosos—. Sé fuerte, más de lo que ya eres, y aunque estemos a la distancia, siempre nos apoyaremos. Estoy a una llamada de distancia para atenderte.
—Yo también. —Me levanto y la abrazo con cuidado, ella me devuelve el abrazo—. Te extrañaré muchísimo.
—Yo también te extrañaré demasiado. Nos veremos pronto, te lo prometo.
Asiento y nos abrazamos un rato más.
—Cuida de Logan por mí, ¿sí?
—Lo golpearé si trae a otra —refunfuño.
Nos reímos entre lágrimas y nos damos un abrazo fuerte, pero con cuidado de no lastimarla, la veo mientras me separo de ella y nos miramos a los ojos, nos sonreímos. A pesar de que sé estaremos separadas bastante tiempo nuestra amistad será duradera.
—Hablaré con Emma antes de irme, después hablaré... hablaré con Logan.
—Suerte, nos mantendremos en comunicación.
Nos despedimos de nuestro guardaespaldas, pues ya no necesitamos su protección porque todo está bien.
Nos alejamos y Oliver está esperándome afuera, me toma la mano mientras nos conducimos afuera del hospital, vamos en silencio en el auto, no quiero decirle nada sobre Daisy o mi padre, creo que esos pensamientos quiero guardarlos para mí.
Pasa comprando sándwiches de pavo de camino a casa sin que yo le haya mencionado que tenía ganas de ello.
A casa.
Se siente raro llamarlo de esa manera, pero es como me siento cada que la miro. No crecí en ella, y no llevo mucho tiempo en ella, pero es mi lugar seguro. Es el lugar donde estoy tranquila y me siento como yo. La real yo.
Cuando bajamos del auto y entramos, me quito los zapatos y me recuesto en el mueble, Oliver desenvuelve la comida y se sienta a mi lado, reunamos la serie donde la habíamos dejado y comemos en silencio, cuando terminamos me acerco a él buscando su calor.
Y él me acepta, me siento sobre su regazo viendo sus ojos color miel evaluar mi rostro.
—¿Estás bien?
ESTÁS LEYENDO
Unidos por un Error
RomanceUna noche. Una fiesta. Un error. Dos desconocidos que se conocen muy bien. Maddie Maxwell lleva una vida familiar difícil y para olvidarse de lo que descubrió esa noche la única solución fue buscar una cita a ciegas con temática de máscaras y enco...