Epílogo

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Cuatro años después

Maddie

—No quiero —susurro.

—¿No quieres qué? —dice Oliver detrás de mí. Salto ocultando la bolsa de papitas.

—Nada.

Oliver se acerca a mí, escondo la bolsa de papitas en el estante debajo de mí y lo miro, cuando se acerca a mí, me da un beso en los labios. Y me derrito debajo de su peso y lo tomo de la mandíbula, su barba bien cuidada me pica en la mano y gimo.

—No me escondas nada, pequeña bestia, sé lo que ocultas —saca la bolsa de papitas y me la entrega—. Cómelas sin ningún tipo de impedimento.

—Pero es que... ya he comido muchas.

—Son de crema y especias, tus favoritas.

Lo miro a sus ojos color avellana y suspiro. Su mano me acaricia la cintura.

—¿Sí puedo?

—Sí.

Sonrío mientras tomo las papitas, después de tres años de estar casados, todavía me pone nerviosa estar a su alrededor y mucho más ahora.

—¿Cómo te fue? —me pregunta.

—Me fue bien, ya me enseñaron las producciones. Son un montón, ahora que hay más de doscientas de mis tiendas dispersas por todos lados me siento halagada y a la vez cansada.

Toma unas fresas de la nevera y las corta mientras me dirige una mirada, frunzo el ceño cuando me mira demás y me bajo la sudadera hasta los muslos.

—¿Qué me miras?

—Te sigo viendo de la misma manera, pequeña bestia, ¿qué tienes tú?

—¿Yo?

Se come una fresa mientras se acerca a mí, miro cómo sus labios envuelven la fruta y desearía que fuera yo la que envuelve esos labios, que...

—¿Estás enferma? —me pregunta mientras me inspecciona.

—No, no tengo nada. ¿Por qué?

—Mmm...

—¿Cómo te fue a ti? —pregunto.

Me aparta el cabello de los hombros y me sienta sobre la encimera, balanceo mis piernas mientras Oliver me da unas cuantas fresas.

—Bien, la aerolínea sigue teniendo cada vez más ganancias que antes.

Ah, sí, no les había contado. Oliver fundó su propia aerolínea desde que lo despidieron de la que trabajaba. Tuvimos muchos altibajos en un año y medio, pero él lo logró y estoy muy orgullosa porque tiene lo que más ama desde hace mucho.

Los dos tenemos nuestros sueños, yo soy una diseñadora de modas y tengo tiendas donde se venden mis diseños, y Oliver es piloto y tiene su propia aerolínea y siempre que quiere tener vuelos, él conduce sus aviones y hemos logrado tanto.

Hemos sufrido, pero hemos ganado en cada paso del camino.

Y estamos orgullosos de nosotros mismos.

—Me alegro mucho, ¿viajarás pronto?

—No lo creo, estoy cansado de estar lejos de ti estos últimos meses.

—La he pasado con Daisy y Emma.

Me besa mientras como otra fresa.

—Lo sé, pero ahora con Daisy embarazada de cuatro meses y Logan todo un sobreprotector no vas a pasar tanto tiempo.

Unidos por un Error Donde viven las historias. Descúbrelo ahora