𝐒𝐨𝐲 𝐒𝐮 𝐌𝐚𝐫𝐢𝐨𝐧𝐞𝐭𝐚 (ɴɪᴄᴏ ᴅɪ ᴀɴɢᴇʟᴏ)

𝟎𝟏𝟕|𝓒𝓸𝓶𝓸 𝓹𝓻𝓮𝓹𝓪𝓻𝓪𝓻𝓼𝓮 𝓹𝓪𝓻𝓪 𝓮𝓵 𝓶𝓪𝓽𝓻𝓲𝓶𝓸𝓷𝓲𝓸

Los cortesanos de la capital pusieron un nuevo apodo para Athanasia.

"Entrenador de bestias".

Aunque el apodo irrespetuoso no se pronunció abiertamente, todavía se extendió detrás de puertas cerradas.

Así de impactante fue que ella pudiera calmar a Octavian.

Además, la noticia de que perdonó a su dama de honor después de que la dama la hubiera quemado se extendió como la pólvora.

El emperador Apolo también escuchó los rumores en poco tiempo.

Miró con curiosidad a su hija, que le había traído un bocadillo que ella había preparado con sus propias manos.

—¿Cómo van los preparativos para la celebración de la mayoría de edad?

Con calma, Athanasia respondió:

—Todo va bien gracias a tu ayuda.

Pero, ¿cómo podría ir bien?

Athanasia había sido envenenada y quemada en breve sucesión. Los problemas eran interminables, hasta el punto de que parecía como si hubiera sido maldecida por la mala suerte.

Sin embargo, el palacio estaba en paz a pesar de los constantes incidentes. Era una prueba de que Athanasia estaba manejando bien las cosas.

El Emperador sonrió mientras miraba a Athanasia. Una vez pensó que ella era patética, pero parecía que su sangre fluía de verdad.

—Solo te convertirás en adulto una vez en tu vida, por lo que debes tener especial cuidado.

Los sirvientes, que habían estado haciendo fila detrás de ellos, tendieron cortésmente lo que tenían en las manos a Athanasia.

—Es un poco tarde, pero aquí hay algo para ayudarte.

Los objetos eran para el presupuesto de su banquete.

El presupuesto para el banquete había sido ajustado porque la Athanasia original gastó una gran parte en su guardarropa.

El Emperador lo sabía y le otorgó joyas adicionales.

Athanasia se levantó rápidamente de su asiento e hizo una reverencia a su padre.

—No olvidaré esta bondad, Su Majestad.

—Esta ceremonia es importante para ti.

Como dijo, la ceremonia de mayoría de edad fue muy importante.

Eso se debía a que Athanasia Hill, la única princesa del Imperio, estaba organizando un banquete completo para encontrar un novio.

—¿Cómo está tu herida?

Era una pregunta que nunca hubiera hecho, normalmente. El Emperador pensó que debía haber envejecido, ya que solía ser más estricto.

—Solo tengo que aplicar el ungüento con diligencia.

—La familia imperial no se verá afectada incluso si nos deshacemos de la familia Benzeman.

Athanasia sonrió tranquilamente y puso el pudín que trajo en un pequeño cuenco de cristal.

Si Athanasia hubiera intentado seriamente castigar a la familia Benzeman, la habrían reprendido por reaccionar de forma exagerada.

—Esto no es demasiado dulce, así que por favor pruébalo.

El budín que hizo Athanasia también se adaptaba bien a su gusto.

¿Había alguien que lo hubiera complacido así recientemente?