Operación conquista

Capítulo 5: Primera Clase

Narra Adriana Claire:

Al abrir la puerta de clase, me sorprendió ver de nuevo a Olivia la primera en el aula.

- Buenos días.- La saludé.

Entonces hizo un movimiento gracioso incorporarse sobresaltada. Al parecer, mi voz acababa de despertarla, y me sorprendió verla avergonzada, teniendo en cuenta que ella nunca lo estaba.

- Buenos días.- Respondió con una sonrisa, tratando de recuperar la compostura.

Me perdí observando el delineado color rojo que llevaba en sus bonitos ojos color oscuro. Éste iba a juego de su top rojo, y se veía absolutamente preciosa.

- ¿Cuando te viene bien que comencemos con las clases?.- Pregunté.

- ¿Quieres que empecemos esta tarde?.

- Perfecto.- Le sonreí.- si quieres pude ser en mi casa, nos recogerá mi padre después de las clases.

- Genial, así podré agradecerle por haberme acercado ayer a casa - Respondió.

- Creo que los trescientos agradecimientos de ayer nos quedó claro.- Dije con diversión.

- ¿Acaso te estás riendo de mi?.- Comentó haciéndose la enojada.

- ¿Por qué tanta sorpresa?.- Alcé la ceja, en ese punto ya había dejado mis cosas y estaba frente a su pupitre.

- No soy un payaso.

- Pero vas vestida de rojo como uno.- La molesté, precisamente el rojo era mi color preferido.

- Al menos hoy te fijaste en como voy vestida. Estaba todo planeado.- Bromeó.

- ¿Asumes que el resto de días no lo hice?

- Bueno, nunca me miras.

Vaya, pues si era buena disimulando mis miraditas.

- No eres un semáforo, ni tampoco Young Miko, o Lauren Jauregui. ¿Por qué debería hacerlo?

- Porque soy Olivia Grace.- Respondió coqueta, como si esa fuese suficiente respuesta.

Y tenía razón. No necesitaba ser otra persona para captar la atención de todos quienes la conocíamos. Especialmente, era su seguridad la que hacía que todos nos sintiéramos atraídos.

Nuestra pequeña charla improvisada se vio interrumpida por la llegada de más estudiantes, y cuando llegué a mi sitio, no paraba de pensar en porqué tenía tan acelerado el corazón y se había sentido aquello como una especie de coqueteo.

El resto del día transcurrió como otro cualquiera. Tuvimos más clases, y en la hora de comer me puse mis cascos para no tener que aguantar la conversación FIFA de mi hermano y sus amigos. Sin embargo, cuando vi a la morena del bonito eye-liner rojo acercarse bajé el volumen de mis auriculares, sintiéndome estúpida cuando me di cuenta de que había ido para saludar a su novio.

Todos íbamos al último curso, incluso mi hermano, que pese a ser un año menor, tuvieron que adelantarlo por sus altas capacidades.

- Mañana estáis todos invitados a mi casa.- Anunció Hugo.- Mis padres se van, y podremos abrir la piscina. Podéis traer a todas las chicas que queráis. - Guiñó el ojo divertido a los demás.- Yo llevaré a la mía.- Dejó un beso en los labios de la morena, y decidí volver a subir el volumen de mis cascos.

Una vez llegaron a su fin las clases, esperé a Olivia en la puerta.

- ¿Estás?.- Pregunté sin más, optando por quedarme mis cascos con la música.