23 - Spider-Man

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Narra Peter Parker:

Hace dos meses mi vida cambio por completo. Cuando esa araña me mordió, adquirí poderes increíbles y con ellos también una gran responsabilidad. Quiero proteger a quien lo necesite, por eso comencé a patrullar las calles de Nueva York, más específicamente las de Queens.

Realizo mi mejor esfuerzo para equilibrar mi vida como Spider-man y como Peter Parker. De hecho, en la escuela hay una compañera que me gusta, comparto muchas clases con ella, su nombre es Liz Allan. Por el momento somos amigos, aunque creo que tenemos potencial para intentar ser algo más. Lo único malo es ella es la exnovia de Flash y eso complica las cosas entre nosotros.

— ¡Hola Peter! —me saluda Liz con una sonrisa amistosa, al terminar la clase de matemáticas.

— Hola Liz, ¿qué tal todo? —la saludo de vuelta, mientras guardo un par de libros dentro de la mochila.

— Todo está bien, aunque creo que podría estar incluso mejor —responde ella, apoyando ambas manos sobre el pupitre y acercándose— ¿Me preguntaba si estás libre el jueves en la tarde?

— Si claro... no tengo planes para ese día.

— Me encantan tus fotografías y necesito que tomes algunas para el club de debate —explica ella.

— Puedo ayudarte con el tema de las fotografías, no hay ningún problema.

— Después de eso, me encantaría salir a tomar algo contigo —dice ella, antes de darme un beso.

— Liz, aquí no podemos hacer eso —murmuro, apartándome con delicadeza— Alguien nos puede ver y luego le contarán a Flash.

— No me importa lo que Flash opine, él y yo ya no somos nada —dice ella, arrugando la ceja.

— Terminaron hace poco —le recuerdo— Y yo no quiero problemas y menos con Flash, es un pesado y tú lo sabes.

— Peter, yo quiero estar contigo —dice Liz.

— Eres una chica encantadora —le digo— Es solo que necesitamos dejar que el tiempo pase un poco. No podemos ir tan de prisa.

— Está bien... nos veremos luego entonces.

— Nos veremos luego Liz...

⏰⏰ Algunas horas más tarde...

La corriente de viento choca contra mi cuerpo mientras me balanceo por los edificios de Queens. Cuando patrullo me siento libre, es como si ningún límite existiera.

— ¡Auxilio! ¡Necesito ayuda! —grita un chico desde la calle. La voz proviene de un callejón.

Ajusto mi máscara y me preparo para la acción. Utilizo mi telaraña sintética para balancearme por las azoteas de los edificios y llegar más rápido. Observo a dos personas en una de las esquinas del callejón, una de ellas está usando un pasamontañas y tiene un arma, con la que apunta a un chico. Apunto mi lanza telarañas y disparo a la mano del asaltante, para dejarlo pegado a la pared.

— Robar no está bien y apuntar a los demás con armas mucho menos —digo con firmeza, dirigiéndome al asaltante— En unos minutos llegará la policía por ti.

— ¡Funcionó! —celebra el chico que estaba siendo asaltado. Antes que asustado parece feliz.

— ¿Qué funcionó? —le pregunto.

— Esto no es ningún asalto —dice la asaltante. Luego con la mano que tiene libre se retira el pasamontañas de su rostro... Es Victoria.

Nunca podría olvidar ese rostro, esos ojos, sus labios. Trago saliva con dificultad, ha pasado más de un año desde la última vez que vi a Victoria y ahora de repente se aparece frente a mi, dejándome desconcertado. Me quedo inmóvil, pensando qué hacer o qué decir.

Reina del Caos || Scarlet WitchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora