Capítulo 8: por el mal camino.

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Selva de Isla Nublar, 23 de julio del año 6985 (3015 ABY).

Kenji y Ashla se habían quedado a cuadros, sobre todo Kenji, y miraban sorprendidos con la boca abierta al pintoresco grupo que formaban Darius, Brooklynn, Kimura, Campeón y Mei. Por su parte, Darius, Brooklynn y Kimura estaban frente a ellos, Mei se bajo de la espalda de Brooklynn, y Campeón rozó su cabeza con el brazo de Kimura y con un sonido amistoso se fue a buscar el cuerpo del guardia que había matado. Nadie decía nada, había un silencio casi absoluto.

—Em, hola. —Saludo Darius rompiendo el silencio.

Entonces Kenji fue corriendo y abrazó a Darius y Brooklynn, y ellos correspondieron el abrazo.

Ashla se acercó, aunque se mantuvo a distancia, no quería entrometerse en algo en lo que ella estaba fuera de lugar.

—¿Cómo? ¿Cómo? ¿Cómo? —Preguntó.

—Es una historia un poco larga. —Respondió Brooklynn. —¿Quién es ella? —.

—Soy Ashla, soy una soldado de las fuerzas especiales de Vik que estaba en una misión y me quedé atrapada en la isla. —.

—Ah, tú eres la que me libero del laboratorio. Aun te estoy muy agradecida por eso. ¿Cómo es que te quedaste atrapada aquí? —.

—Una larga historia. —.

Ahí fue cuando Kenji se fijó en Kimura y se asustó. —Em, ¿Tú que eres exactamente? —.

—Soy una nativa del planeta, una deinokiana según vosotros lo llamáis. No soy ningún tipo de híbrido, ni experimento ni nada de eso. —Respondió.

De pronto Hap, aun inconsciente, empezó a emitir quejidos.

—Deberíamos encargarnos de esto. —Sugirió Darius.

—Los pteranodones nos sacaron del monorraíl, se pelearon por nosotros, Kimura nos rescató, nos quedamos a vivir con ella, sobrevivimos en la selva, derrotemos a Toro en una batalla épica, os vimos a vosotros persiguiendo a estos tres y decidimos venir a ayudar. —Resumió Brooklynn terminando de atar a Hap con unas enredaderas.

—No te olvides de cuando escuchamos a la pareja esa conspirar con este. —Recordó Darius.

—Corrección, yo la escuché, vosotros solo os enterasteis porque yo os lo conté. —Corrigió Kimura.

—Mirad chicas, esto nos habría venido muy bien para enfrentarnos a Toro. —Dijo Darius cogiendo la electrovara.

—Centraos. La pareja, ¿Qué era lo que decían? —Preguntó Ashla.

—No demasiado, pero están tramando algo, eso seguro. Y Hap también. Deberíamos matarlo ahora, antes de que nos cause problemas. —Respondió Kimura.

—Propongo que se lo coma el mosasaurio. La pobre Serena debe de estar pasando hambre. —Sugirió Darius.

—Espera, ¿Hay un mosasaurio? ¿A qué estamos esperando para echarle a Hap? O el Rex. —Dijo Kimura.

—O podríais escucharme. —Dijo Ha levantándose.

El resto retrocedió. Ashla se llevó la mano a su blaster, Brooklynn a su sable de luz y Kimura a su espada.

—¿Estás despierto? —Preguntó Brooklynn.

—Pues claro que lo estoy, ¿Creíais que unos críos iban a poder conmigo? —.

—Pues no decías eso cuando salías corriendo de mi. —Dijo Ashla.

—Acepto el desafío. Una lucha a muerte. —Respondió Kimura desenvainando su espada.

Atrapados en DeinokiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora