[Omegaverse] [Don't go away #2]
«Tras cumplir con el destino que los dioses profetizaron para su futuro, Jeongguk ahora tendrá que encaminar a sus dos hijos al cumplimiento de sus propios destinos, por mucho que estos no se encuentren envueltos en f...
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El miedo que embargó a Daejoon cuando las miradas de su familia fueron directamente a su cuello fue similar al miedo sentido en sus primeros meses de vida, cuando se vio a sí mismo llorando en medio de la lluvia, siendo cargado por su hermano mayor. No habría de sentir un miedo similar hasta ese momento, cuando, arrodillado en la entrada de su hogar, mostró lo que esa noche mágica había traído consigo. La marca se mantenía viva en su piel, apenas limpia de la sangre inicial, lleno de un aroma a almendras que delataba al causante de ese problema, el alfa que había huido después de su crimen, como si no tuviera la valentía necesaria para aceptar sus errores.
El omega apenas pudo levantar la cabeza cuando las inspecciones terminaron. Vio los sentimientos contradictorios entre sus familiares en cuanto sus miradas conectaron tras un primer vistazo. Su padre omega lucía preocupado, pues conocía lo que esa marca podría traer consigo. Sus hermanos menores, en cambio, parecían curiosos y hasta desinteresados con el asunto. Tal vez, demasiado conocedores de los sentimientos compartidos por la pareja o demasiado jóvenes para entender la magnitud del problema. Diferentes reacciones que no se asemejaban a la mirada iracunda de su padre alfa, quien, por primera vez desde que lo conoció, se mostraba como su verdadera naturaleza dictaba: furioso y a punto de adoptar su forma lobuna para buscar justicia por su hijo menor.
―Pensamos que algo malo te había ocurrido en medio de la cacería, pero esto sin duda es... inesperado ―comentó Jimin.
―Esto es incluso peor a todos los escenarios que me imaginé ―dijo esta vez Jeongguk, tratando de no asustar a sus hijos con su humor.
―Tu padre está exaltado, Daejoonie, así que no hagas caso a sus palabras. ―Jimin se acercó al omega a paso lento, tratando de ser más comprensivo que su esposo―. Nos alegra que te encuentres en perfecto estado, sin alguna herida en el cuerpo hecho por algún animal en tu intento de cacería. Gozas de buena salud y eso nos tranquiliza. Pero, debes explicarnos lo que ocurrió en ese bosque, porque no entendemos nada de la situación.
―¿Cómo fue que la marca de ese alfa terminó en tu cuello, siendo un omega no apto para un emparejamiento?
―Papá...
―Juro que asesinaré a Jung Hyungseok con mis propias manos ―murmuró entre dientes.
Daejoon debió callar porque no tenía una explicación coherente que pudiese ayudar a Hyungseok en esa situación. Incluso él intentaba buscar respuestas en sus memorias, pero no encontraba ninguna que lograse justificar la marca en su cuello. ¿Qué había ocurrido después de que dejara al alfa en la cabaña de su familia? Los recuerdos eran confusos cada vez que intentaba ir hacia ese momento en específico, pues era su lobo quien había manejado sus acciones en el desarrollo de ese encuentro. Después de su negativa inicial de dejarlo solo, no existía más que una mancha blanca en su memoria. Estaba vacía, siendo apenas pequeños destellos de luz los que aparecían cuando se esforzaba en recordar.
