8.

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Pov Omnisciente

Gotas cayendo del techo, la lluvia torrencial fuera del lugar y uno que otro trueno era todo lo que lograba escuchar la portadora del Miraculous de la creación.

Marinette se había despertado hace unos cuantos largos minutos, estaba sorprendida al darse cuenta de que alguien la había arropado, aunque le dio algo de curiosidad quien fue, decidió no decir nada al respecto.

La mente de la joven estaban en un trance, pensaba en todo y en nada al mismo tiempo, ¿desde hace cuanto tiempo estaba encerrada en ese lugar? El ambiente era frío y muy solitario. La joven estaba quedado casi en hipotermia, ella aún era humana y este tipo de clima le afectaba.

Mamá, ¿me estas buscando?

Fue lo último que logró pensar, posterior a esto, todo se volvió oscuro.

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---Nina, Jane, llevenle algo de comer a mi hija---Ordenó.

---Si/Claro---Dijeron ambas, una más decaída que la otra, ¿por qué Marinette estaba pagando algo que jamás había hecho?

Nina preparó la comida y Jane se la iba a llevar cuando escucho un grito provenir de la habitación descuidada y mohosa donde la de cabellos azulados estaba.

---¡Slenderman, ven ahora mismo!---

Extrañado, el ente fue donde escucho el llamado, y si, era justo la habitación donde Marinette se encontraba.

[Minutos antes]

Una...
Dos...
Tres...
Cuatro...
Cinco...
Seis...
Siete...
Ocho...

Ocho eran la cantidad de gotas que caían al suelo por minuto.

Marinette se levanto del suelo, estaba cansada mental y emocionalmente, ella no sabía que pecado era el que había hecho y estaba pagando.
La mirada perdida de la joven no pasaría desapercibida por nadie, sus ojos ya no transmitían aquella vida y pureza que tanto la caracterizaba. Sus ojos solo transmitían frialdad y confusión, esa no era ella.

Su mirada fue a un borde de la habitación, allí donde había una pequeña mochila que tenía solo agua, o eso es lo que ella pensaba. Se acerco a dicha mochila y la abrió, tal vez podría tomar algo de agua o jugar con las botellas para distraerse.

Mamá, ¿me sacaras de aquí? No me gusta este lugar.

Pensó y finalmente llego a la última botella, noto algo diferente y al tocarla se percato que esta era de vidrio.

No, no creo que mamá venga, de lo contrario ya habría dado un indicio de estar buscándome.

Tomó el agua de la botella de vidrio y rompió la ya nombrada. Afortunadamente estaba en un lugar aislado, con suerte nadie habría escuchado la botella romperse.

Tengo miedo.

Y con ese último pensamiento acerco un trozo de vidrio a su muñeca derecha.

No quiero volver a despertar.

Un corte bastante profundo fue lo que se hizo, luego fue a la otra muñeca. Tal vez de esta forma podría salir y no volver jamás.

Segundos, minutos, quizás horas pasaron hasta que la de ojos celestes cayó en la inconsistencia.

[Actualidad]

Slenderman no podía creer que eso estuviese pasando, su idea era hacer sufrir a Sabine, no a su hija, jamás querría hacerle daño a su propia hija.
Los tentáculos del ente rápidamente apartó a Jeff y sostuvo a su hija, teletransportandose inmediatamente a su laboratorio.

No podía dejar que su hija muera, no de esa forma, no por su culpa.

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>>Resiste, tienes que resistir.<<

Fue lo primero que escucho al poder estar consiente nuevamente. Se asustó enormemente cuando no pudo abrir los ojos, no pudo hablar y tampoco moverse.

>>Oye, ¿sabes? El condón amargo ha estado más fastidioso que de costumbre.<<

Habían pasado dos semanas y aún no podía controlar su cuerpo.

>>¿Cuanto tiempo más seguirás durmiendo?<<

No estoy durmiendo, idiota.

Fue su pensamiento en ese instante, pero se sentía feliz de poder escuchar a alguien y no caer en la locura instantánea al estar encerrada en su propia mente.

>>Hey, te juro que si te mueres te revivo y te vuelvo a matar.<<

Me agrada, ¿quién será?

Ella no sabía quien era la única persona que iba a visitarla a diario, pero se sentía infinitamente agradecida por tenerlo con ella.

Las horas pasaban, los días también y aún no había noticias de alguna mejoría por parte de la de cabellos azulados. Slenderman les prohibió a todos acercarse a su laboratorio, no quería que nadie estuviese con su hija, temía que algún virus dañara más a la joven, aunque claro, eso es algo que alguien ignoraba totalmente aquella orden de parte del trajeado.

>>Oye, ¿si quiera me escuchas? Bueno, que importa, voy a creer que si lo haces.<<

Claro que lo hago.

Marinette quería despertar y abrazar al desconocido.

>>Niña, ¿cuánto más vas a estar inconsciente? Ya pasaron cinco meses y aún no despiertas.<<

¡CINCO MESES!

Ella no podía creer lo que escucho, ¿como que habían pasado cinco meses? Ella sólo estaba consiente desde hace un mes y tres semanas.

Marinette Es La Hija De SlendermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora