⤿❀ Capítulo 27

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—Ew, con razón me supo feo ese beso.— bromeó.

Jimin le dio un pequeño golpe en el pecho y sonrió también.

—Ya hablando en serio.— Jungkook quiso retomar la plática. — Nada anda mal contigo; no deberías pensar ese tipo de cosas porque me molesta que te devalues de esa forma.

—Todo esto es tu culpa, de todos modos.

—¿Pero por qué?— preguntó afligido.

—Hueles rico y la forma en la que te vistes, tu proporción corporal y... Aish.

Jungkook rió por las repentinas palabras.

—No creo que quieras hacer cosas de adultos en este momento, sé que algo te aqueja, Jimin.

—¿Cómo sabes?— preguntó curioso.

—Los ojos hablan.

—¿Y qué dicen los míos?

—Hmmm, estas afligido, como si tuvieras dos opciones para elegir y no supieras qué hacer.

Jimin guardó silencio sintiendo como se forma un nudo sofocante en su garganta. Cerró sus ojos y abrazó a Jungkook, lo apretó fuerte, mucho más cuando sintió que los brazos contrarios se enrrollaban sobre él. El abatimiento en su interior fue cesando poco a poco, porque el abrazo era cálido y reconfortante. Agradeció en silencio suspirando y reteniendo, por segundos, el aire en sus pulmones, dejando que el olor que emanaba de Jungkook acariciada sus fosas nasales.

—Tienes que irte.— Jimin habló después de un largo abrazó que sosegó su atolondrado corazón.

—Lo sé.

Se alejaron poco a poco, no queriendo estar separados, pero debían hacerlo.

—Nos veremos mañana.— Jungkook agregó dirigiéndose hacia la ventana.— Y no te olvides de cepillarte los dientes, tu aliento apesta.

—¡Vete ya!

—Tenemos una charla sobre autoestima. No lo olvides.

—¿Piensas salir por la ventana?— Jimin cayó en cuenta.

—Eh, ¿sí? Supongo que ya me acostumbré. Hay que darles de qué hablar a los vecinos.

—Él único vecino chismoso que tengo vive al frente.

—Le diré a mi padre lo que acabas de decir sobre él.

—¡Lo decía por ti, idiota!

—Adiós, mi amor.— antes de salir por la ventana le lanzó un beso a Jimin. Este quedó estático en el centro de su habitación.

Una risita feliz salió de sus labios. Ese chico realmente era especial, pero lo hacía sentir tan bien.

Decidió irse a dormir porque su mente era un lío y no quería sentirse más miserable de lo que ya se sentía. Por suerte pudo conciliar el suelo rápidamente, quizás porque se sentía cansando mentalmente de tanto darle vueltas al asunto que lo aquejaba.

El siguiente día en la mañana, después de desayunar y hablar sobre posibles soluciones con su madre, Jimin recordó que su amiga Dahyun trabajaba en una cafetería, tal vez si hablaba con ella para que le ayudara a ser admitido ahí, seria mas fácil poder hablar con su padre después.

Volvió a su habitación con aquel pensamiento, dispuesto a encontrar una forma que lo librara de su padre. Sentado en la silla del escrito se dispuso a llamar a su amiga, después de tres timbres aquella por fin contestó.

—Pensé que te habías olvidado de mi existencia. — dijo la chica en cuanto contestó la llamada.

—Hola, Dahyun.— saludó cordial.— Honestamente llamo para pedirte un favor.— el nerviosismo golpeando en la boca de su estómago.

—¿En qué puedo ayudarte, pequeño bandido?

—¿Aún trabajas en la cafetería?— preguntó con nerviosismo.

—Sí, estoy trabajando turno completo debido a las vacaciones. ¿Sucede algo? Te escucho preocupado.

—Sí.— suspiró agotando cerrando sus ojos con fuerza.— Necesito conseguir un trabajo.

Temía recibir una respuesta negativa, pero de todas maneras no iba a desistir hasta encontrar un trabajo que le ayudara a solventar aunque sea la mitad de sus gastos universitarios.

—Hablaré con mi primo, él es el dueño de la cafetería— Dahyun dijo logrado que el acelerado corazón de Jimin latiera con normalidad, de nuevo.— Te llamo luego, ¿de acuerdo?

—Está bien, muchas gracias.

—No agradezcas que no he hecho nada aún.— sentenció con tono amable.— Nos hablamos luego.

Podía trabajar como niñero si lo de la cafetería no funcionaba, igual habían más opciones, tal vez sí podía resolver el problema mucho antes de lo que pensaba. Lo que le preocupaba más era hablar con su padre, tenia miedo de abordar el tema con él.

No le apetecía en lo absoluto vivir con él y su nueva mujer, aunque nunca había mediado palabras con aquella mujer no le agradaba y tampoco estaba entre sus planes dejar a su madre sola, nunca haría eso. Pero quizás, en algún punto de su vida, tendría que marcharse de casa.

—¡Hola, Jimin!

El nombrado dio un respingo en su sitio, alterado por la repentina visita. Dos cuerpos pequeños abriendo de golpe la puerta sin miramiento alguno. ¿Quién no se asustaría?

—¿No pueden tocar la puerta antes de entrar?— los miró con seriedad mas no con enojo.

—Ahora que te vas a casar y tener un hijo con Jungkook ya no es necesario tantos modales, Jimin.— JungSeok caminó hasta la cama para tumbarse.

—¿Qué?— incredulidad tiñendo sus ojos.

—Ayer nos lo dijo, aunque yo estoy pequeño para ser tío, Jimin.— JungHwan se acercó al nombrado reposando sus manos sobre el escritorio.

—¿De qué están hablando?

—Ayer Jungkook se quedó a dormir con nosotros porque dijo que tenía ganas de verte pero te ibas a enojar si venía a tu casa.— dijo JungSeok de lo más cómodo sobre la cama de Jimin.

—Por eso se quedó con nosotros.— agregó JungHwan sacando una paleta de su bolsillo.— tuvimos que unir nuestras camas para que cupiera, fue difícil.

—Sí, yo no pude dormir porque ronca muy fuerte.

JungHwan le entregó la paleta a Jimin con una hermosa y pequeña sonrisa adornando su rostro.

—Pero ahora lo encontramos así.— JungSeok se acercó al mayor rebuscando algo en su bolsillo. Cuando encontró lo que buscaba se lo mostró a Jimin. Era el celular de Jungkook. —Estaba con la boca abierta... así.— imitó la foto en la pantalla de una forma graciosa.— Y con la baba saliendo de ella. Fue asqueroso.

—Qué lindo.

—¿Lindo? Vinimos para burlarnos de él contigo.— JungSeok se cruzó de brazos indignado.

—Déjalo.— JungHwan intervino.— ¿No ves que esta enamorado? La gente así, todo lo ve bonito.

Hablaban del tema como si fuesen expertos.

Mi vecino es un TONTO ⤿❀ | kookMin | +18 TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora