Octubre (parte I)

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Octubre.

Mi mes favorito del año.

Todo iba bien, lo malo es que aun no tenía una universidad. Inicialmente había pensado una, pero no sabia si mis padres estarían de acuerdo.

El colegio iba de maravilla, ya no toleraba más a las personas que estaban allí, había llevado mucho tiempo viendo a todas esas personas todos los días, ya quería salir, y era en serio.

Respecto a mi vida personal... Creo que siempre ha estado en la misma situación. Después de Josh mi vida iba cayendo, como los aviones accidentados. Seguía intentando volver a levantarme, aunque era duro, pero no imposible. Ya había podido vivir sin él antes, podía con esto sola. Aunque debo aceptar que lo seguía queriendo, no sabia si eso era malo. No podía dejar de hablar con él, era la persona que mas había  querido, y ninguno ha sido como él.

-Por favor vuelve conmigo, sabes que lo siento mucho.- lo sabía. Y cada vez que le decia que no me partía el corazón.

-Sabes que en este momento no, tengo que pensar muchas cosas.

-¿Me amas?- creo que él sabía muy bien la respuesta.

-Con todas mis fuerzas.

-Si nos amamos, ¿por que no podemos estar juntos?.

Josh me había lastimado, y me había dolido. Realmente no había dolido que Luz me dijera que no me quería, yo sabía de un Josh me amaba, pero confío más en Luz que en mi, y eso dolía.

No sabía que pensar de él, realmente lo quería, y dolía, dolía rechazarlo, dolía no poder decirle todo lo que sentía.

Cada vez que pensaba en él empezaba a llorar y me preguntaba qué era lo que había hecho mal. No soy la mejor persona del mundo, no soy la mejor novia, pero intente ser mejor por él, intente mejorar por él, cambie muchas cosas por el y me sentía estúpida.

Las personas me recordaban a él, las personas me seguían haciendo preguntas sobre él.

En descanso estuve con Diana, las chicas estaban jugando fútbol, Diana y yo las mirábamos jugar. Natalia se acercó a nosotras y se sentó a mi lado.

-¿Como vas con tu novio?- Natalia me recordó todo, mire a Diana.

-Terminamos- le dije mirándola.

-¿Que? ¿por que?- dolía recordar, pero dolía más explicarlo.

-El me mintió.- sentía como mis ojos se empezaban a llenar de lágrimas.

-No, no llores, el no merece tus lágrimas. Él es un estúpido que se lo pierde, no llores.- dolía que la persona que mas amas en el mundo te traicionara.

Creo que nunca podré describir lo que se sentía.

Lloré todo el descanso. Hasta que entramos a clase.

Nuestra directora de grupo había decidido cambiarnos a todos de puesto, así que dejó a uno de mis compañeros a mi lado, habíamos llegado al colegio el mismo año, así que nos llevábamos bien.

Cuando cambio de puesto nos miramos con complicidad.

Cuando cambiamos de clase empezamos a hablar, habían cosas que él no entendía y yo le explicaba, y había cosas que yo no entendía y él me explicaba, y había cosas que no entendíamos y pedíamos ayuda a la profesora. Sebastian era una gran persona y un buen amigo.

A veces me agarraba la nostalgia y empezaba a llorar. El solo me abrazaba.

Estábamos en clase de lengua castellana. Estábamos terminando un taller que la profesora había escrito en el tablero. Yo ya había terminado. Sebastian aun no.

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