Marzo

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Juliana y yo éramos cada vez mas unidas, y Karen seguía sintiendo celos.
Creo que de cierta forma estaba usando a Juliana de venganza porque Karen seguía hablando con Luz, incluso en mis narices.
-Vamos a buscar a la profesora para entregarle el taller -la profesora de cálculo, (una mujer baja, de piel pálida, sonrisa llena de braquets, cabello negro, siempre lo llevaba en una cola de caballo, y siempre usaba faldas, era rara, pero muy exigente, legaba hasta el punto de ser cruel y no le importaba con quien estaba hablando, a veces era grosera y trataba mal a algunos de mis compañeros, yo evitaba tener problemas con ella) no había dado plazo de entregar un taller en la siguiente hora, Karen y yo nos quedamos haciendo el taller y lo íbamos a entregar
-Vamos rápido -dijo Karen.
Salimos del salón, miramos salón por salón donde estaba, pasamos por décimo y chocamos con Luz, bueno, choqué. Empezó a hablar con Karen, en eso, se fue y rodé los ojos, no dije nada, así que seguimos.
Josh no había ido en todo este tiempo, estaba perdido, cuando se conectaba era por poco tiempo y cuando le preguntaba evadía el tema.
Era odioso tener que lidiar con Luz. Le gustaba llamar la atención, era realmente odioso.
-Escuché que a Luz la van a pasar a once. -dijo una de mis compañeras, Natalia.
-Hay no, que asco, no lo creo, ojalá no. -dije un poco asqueada por la idea.
Cuando nos tomaban las medidas para nuestras chaquetas a ella también se la tomaron. Estaba furibunda.
Cuando le entregaron la chaqueta ella aun seguía en décimo, la usaba aun en décimo, lo cual me enojaba más, se veía patética, y se notaba que quería llamar la atención.
A veces cuando la veía con la chaqueta me daba ganas de gritarle algo que le doliera en frente de todo el mundo, pero quería evitar problemas, aunque ganas no me faltaban de arrancarle la chaqueta.
-Escuché que ella anda diciendo en décimo que tu intentaste robarte el novio de ella -Juliana y yo estábamos hablando de Luz.
-¿Que?, que estupidez mas grande.
-Pues, lo que me dijeron fue que ella había conocido a un muchacho, y que luego te lo presentó, entonces a él le gustaba ella, pero entonces se cuadró* contigo y luego que cuadró con ella.
-¿Que? ¡No! Eso no es cierto, primero yo lo conocí, luego se lo presente y se cuadraron, pero en ningún momento le robe a ella algo, incluso, cuando éramos novios ellos dos ni se conocían.
-Pero es muy resentida, ¿no?
-Lo sé, me da lástima.
-Ella te detesta, porque te mira re mal.
-Me da igual, yo sé que puedo ser mejor que ella.
Juliana tenía una prima en décimo, lo cual significaba que sabia lo que hacia en las clases, y las babosadas que se la pasaba diciendo.
Con Juliana empecé a aprender muchas cosas de ella.
Ella decía lo que pensaba sin miedo a quien lo decía, o que decía.
No decía groserías.
Era muy aplicada.
Era ordenada.
Era muy segura de sí misma.
-¿Donde me siento?
-¡Aquí! -grite, Paula, mi primer amiga cuando llegué al colegio, una chica de estatura media, piel morena, cabello negro y ojos oscuros, había pasado a nuestro curso, de nuevo, estaba emocionada.
Paula, a diferencia de Luz no había perdido en año, en noveno se fue a estudiar en Estados Unidos, la idea era que terminara su bachillerato allá, pero volvió, y como sus padres no tenía los papeles necesarios para que ella siguiera en el siguiente curso, no pudo seguir con nosotros y fue como si perdiera el año. Finalmente estaba con nosotros de nuevo, su padre había traído los papeles desde Estados Unidos y pasó a once.
Ella se sentó frente a mí, donde iba Joan, ni siquiera se hacia en el puesto que le correspondía, así que, Paula se podía sentar allí, y al no estar en la planilla se podía sentar en el lugar que quisiera.
En ese momento empezamos a ser las tres, Juliana, Paula y yo.
-Somos las tres mosqueteras -decía Juliana.
Todos los miércoles teníamos que hacer pre-icfes, que era un estudio del examen que el estado hacia cada año, afortunadamente, estábamos las tres.
Deje de pasar mas tiempo con Karen y con Diana, Karen estaba enojada conmigo, así que deje de hablarle, no podía suplicar su perdón todos los días, era bastante agotador, y no va conmigo. Seguía hablando con Diana, Diana no se llevaba bien con Juliana, ella decía que las dos al tener el mismo carácter chocaban, pero no lo creía así. Las dos eran diferentes para mí.
Resulta que, para Mayo, una universidad que tiene convenio con el colegio, nos había invitado a que pasáramos tiempo allí viendo sus programas y todo eso, quedaba en Medellín, una ciudad que queda muy lejos de Bogotá.
Le suplique a mis padres, lo cual dijeron que no la primera vez sin pensarlo, pero no me rendiría así de fácil.
Les daría motivos a mis padres para dejarme ir, quería ir, nunca había ido a algún viaje del colegio, nunca había viajado con el colegio, así que esto seria nuevo para mi.
La entrega de boletines seria en abril (mi mes) y estaba realmente ansiosa porque me había estado esforzando.
Al poco tiempo de enterarme del viaje a Medellín nos dijeron que había un campamento de colegios, sabia que si era una cosa no era la otra, pero todavía no tenía las posibilidades con mis padres.
En la segunda semana de abril seria la entrega de boletines, estaba muriendo.
Se aproximaba el día de la mujer, y los hombres de nuestro curso estaban muy sospechosos.
El día de la mujer estaban aún más, utilizaron al rector para que los llamara por los altavoces, y salían del salón constantemente, entraban unos y salían otros, hasta que al final, solo quedamos mujeres.
Si recuerdo bien ese día era izada de bandera, así que nos regalaron un broche con una flor a las mujeres, los hombres de nuestro grado hicieron un gran cartel y los hombres del salón habían firmado cosas cursis y hermosas que suelen gustarnos a las mujeres.
Creo que no he mencionado mucho a Josh, después de todo no era tan duro asimilarlo, las vacaciones habían sido largas y no había visto a Josh, era un milagro si hablábamos, pero a pesar de eso, lo seguía queriendo. Su compañía me hacia falta, me sentía vacía, extrañaba su sonrisa, la verdad pensaba que nuestros hijos iban a parecer muy asiáticos por sus ojos, eran rasgados, aunque era americano, parecía como si alguien hubiera dibujado una fina línea en donde se encontraban sus ojos, cuando le hablaba de algo realmente interesante sus ojos se abrían, esa era mi parte favorita, extrañaba sus ojos, eran como mi debilidad.
Los descansos eran... Normales, a veces estaba con Juliana, otras, estaba con Karen y con Diana.
Karen, Diana y yo nos sentamos en una baranda que daba al frente de la cancha de volley ball del colegio, Julián estaba jugando.
-¡Hey! ¡Liz! -lo miré, me impresionaba que aun supiera mi nombre. Había escuchado que había terminado con Sara y que el no lo tomaba bien. -¿Por favor me tienes un momento? -dijo lanzándome su chaqueta, la tome en el aire, corrió hacia la cancha evitando que yo respondiera.
-Si, claro -dije hablándome a mí misma.
-¿Desde cuando se hablan? -preguntó Karen.
-No recuerdo la ultima vez que hablamos -oh, espera, ¡NUNCA HEMOS HABLADO! Pensé.
Cuando sonó la campana dejaron de jugar, Diana y Karen se bajaron de la baranda, yo me quede esperando a Julián.
Se acercó a mi con una gran sonrisa, luego me di cuenta que mi cuerpo se estaba llenando de ira.
-Gracias -dijo sonriendo aún más.
-De nada -le dije, los dos caminamos, me quedé en silencio. Era un arrogante.
-Oye y... -dijo cortando el silencio -¿que tal si me das una oportunidad?. -lo miré seria, el también estaba serio.
¿Que? Pensé.
No respondí, creo que estaba en shock, pensé que lo decía jugando, ¿qué chica no se derretía por el? ¿En serio se estaba fijando en mi? No le creí, así que fríamente sonreí sarcásticamente y de dije. -No -el también sonrió.
Nuestro salones estaban juntos, así que me acompañó hasta mi salón.
Él se quedó hablando con algunos de mis compañeros que también jugaban sobre sus nuevos logros, trucos y volteretas que podían hacer mientras jugaban.
Yo me senté en mi puesto, como hacia siempre, no le demostraba demasiada atención.
Estuve pensando en la pregunta de Julián todo el día, me sentía estupida, estaba pensando en él mientras debería estar pensando en mi novio.
Hablando de Josh. Al final de la semana hablé con con él.
Yo: ¿Dónde has estado? Estoy empezando a preocuparme Josh, y no me evites, si en verdad te interesa esta relación háblame con la verdad.
Él: Esta bien, hay algo que no te he dicho, entré a la universidad.
Yo: ¿qué? ¿Universidad? ¿Cómo?
Él: En eso he estado las vacaciones, haciendo el grado once, así que ya entré a la universidad.
Yo: Wow, eso... Me alegra.
Eso me tranquilizaba un poco, me tranquilizaba que estuviera bien.
Espera...mis Julián me había pedido una oportunidad era porque no sabia de Josh.
ÉL NO SABÍA DE JOSH
Pero, ¿Cómo? Si siempre estábamos juntos.
Julián siguió hablándome, prácticamente estaba empezando a conocerlo, dejo de parecerme tan arrogante, tan... Pero era arrogante, lo seguía siendo, un poco menos de lo que pensaba, pero lo era.
Cada vez que estaba hablando con Julián se acercaba Karen, Karen empezó a hacerse cada vez mas amiga de el, a mi no me interesaba, entre mas lejos estuviera Julián de mi, mejor.
En la izada de bandera del día de la mujer estábamos Julián, Karen y yo hablando. A Karen le interesaba Julián, se contaba a leguas, pero obvio yo no diría nada.
-Oye -dijo Karen llamando la atención de Julián- ¿y a ti quien te gusta?.
Julián me miro y sonrío. -Lizeth -dijo mirándome. Yo me reí más.
-No, en serio -dijo Karen.
-En serio -dijo él riendo.
Karen no le creyó, me alejé porque alguien me estaba llamando.
Karen y Julián se quedaron hablando... De mi.
Sabia que era mentira, sabia que solo lo hacia para ilusionarme, ¿así era Julián? ¿No? Las chicas se ilusionaban con solo hablarle, era un presumido, y un engreído. ¿Cómo una persona así se iba a fijar en mi? Yo no tenía nada en especial, es más, no creo ser linda, no soy linda con nadie, nadie me querría, soy grosera, no tengo modales, soy relajada, y además un poco irreverente, ¿por qué un hombre me querría? Josh había visto algo en mi que probablemente yo no podía ver en ese momento. No soy linda. Soy desarreglada, mi imagen personal es muy descuidada, no me importa lo que las personas digan de mí, no me importa algo en absoluto, soy irónica, a veces sarcástica y digo las cosas sin pensar, y cuando menos lo espero las personas están heridas por mis comentarios. Me distraigo fácilmente, me aburro fácilmente, así que, ¿por qué alguien me querría? Simplemente, porque alguien debía hacerlo.
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Cuadró/cuadrarse: ser novios


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