Stickers para un corazón roto - Parte 2 (Final)

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Eddie se declaraba abiertamente una persona que prefiere el diálogo a la violencia, no es que sea alguien incapaz de defenderse o defender lo que le importa pero los puños jamás le han parecido la respuesta pero la situación actual lo estaba superando de una manera no antes vivida por el joven texano.

Es una agradable mañana en el vecindario, la correspondencia tiene que estar pronto en los buzones de sus vecinos para que puedan deleitarse con los recuerdos o buenos deseos de quienes les han escrito una carta. No pasa mucho tiempo mientras está en el buzón de Howdy que una imagen desconocida aparece, esta persona arrastra una maleta tras de sí, ¿un nuevo vecino? Que curioso, no había ningún camión de mudanza en las cercanías.

- ¡Hola! Bienvenido al vecindario, mi nombre es Eddie Dear y soy el cartero de este pequeño lugar.

- ¿Cartero? No teníamos uno cuando me fui, es bueno saber que hay alguien a cargo de eso. - Sus manos se enlazan y saludan sacudiendo las mismas de arriba hacia abajo.- Es un gusto y buenos días para ti también y una pregunta amigo, ¿sabes si Frank Frankly aún vive en este barrio? Reconozco su casa pero no sé si siga por aquí.

Oh, entonces era una visita, ¡se alegra mucho de que aún tenga en consideración a sus antiguos amigos! Su pecho se calienta agradablemente cuando escucha el nombre de su prometido.

- Sí, Frank vive en la casa de color amarillo con distintas plantas, puedes encontrarlo allí aunque no sé si se encuentre en casa a esta hora ya que...

- Sale a cazar mariposas, lo sé, le conozco bastante bien pero solo eso necesitaba saber, gracias y que tengas un bonito día.

Hay un sabor amargo que nace de su boca hasta su garganta, esa persona no le da un buen augurio pero el hecho de que Frank salga a cazar mariposas no es un tema íntimo, todo el vecindario lo sabe y podría cualquiera conocer de su horario aunque es raro, casi nadie está despierto a esa hora pero por ahora ignorara el sentimiento, seguramente solo es casualidad.

Frank vuelve a casa con una nueva adquisición, una eurema niccipe la cuál es un poco difícil de conseguir en esa época del año, ahora que la observa bien tiene un sentimiento similar a cuando mira a Eddie, sus colores cálidos, solo de pensar en el era todo lo que necesitaba para tener un gran día.

- Ugh.

Tropezó con alguien que le sostuvo del brazo para evitar su caída, estaba por agradecer esto hasta que se encontró con el rostro tan familiar y su brazo se alejó por instinto, como si su toque quemara y su rostro mostró rápidamente su disgusto.

- Sunny, ¿qué quieres aquí?

- Oh, amor, ¿así es como me recibes después de tanto tiempo?

- No me llames así, soy Frank para ti. No sé que esperabas encontrar pero será mejor que te vayas y ahora sí, no vuelvas. - Frank lo esquivo para seguir su camino en dirección a su casa.

Sunny estaba confundido, ¿qué había sucedido exactamente? ¿Lo había rechazado? El enojo y confusión mezclados le llevaron a tomar del brazo de nuevo a Frank, esta vez siendo mucho más fuerte el agarre que antes cosa que hizo al otro quejarse.

- ¡Oye!

- Espera un maldito segundo, es que ja ja, es muy gracioso el como te comportas y bueno debes estar enojado por como me fui, yo lo sé pero esto es demasiado Frank sabes que no me gusta cuando me hablas en ese tono. - Apretó mucho más su agarre sobre el, estaba provocando un calambre seguro en la extremidad de quien creía aún era su pareja.

Frank estaba atemorizado, de pronto regreso hasta tres años atrás cuando ninguna de las actitudes de Sunny le parecían preocupantes, la forma en que tiraba de el desde cualquier parte de su cuerpo, el control sobre su forma de hablar o vestirse, su manera de hablarle sin importar el como se sintiera y eso le estaba llevando a un pánico que había olvidado.

💌 One Shots Eddie x Frank 🦋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora