-Mew querido, ya hiciste la transferencia? Recuerda que faltan algunos detalles para la gala de esta noche, no podemos quedar mal- Melina abrazo por la cintura a su esposo.
-Descuida en cuanto llegue a la oficina le diré a mi secretaria que lo haga, aunque no entiendo para que una gala, que no puedes simplemente hacer la donación y ya? - Deshaciendo el abrazo Mew corrió por su portafolio.
-Por supuesto que no! Entiende que al ser noticia de primera plana más gente puede animarse y apoyar a esos pobres niños con cáncer, es por el bien de ellos querido.
-Como sea, tendrás ese deposito en un par de horas, ahora si no tienes nada mas que decirme, debo ir a trabajar.
-Adelante y no regreses tarde, recuerda que esta noche debes lucir a mi lado cuando entregue el cheque.
Abordando su Rolls-Royce Ghost Black Badge, Mew Suppasit se dirigío a su empresa, dispuesto a enfrascarse en juntas y toma de importantes decisiones, desde hace unos años su vida era así, la misma rutina, cerrar tratos importantes, cumplir los caprichos de su hermosa esposa y... nada más... Sexo? No, realmente no, hace tiempo que no tocaba de esa forma a su mujer, porque? Pues realmente no le apetecía, en primera instancia sus encuentros eran motivados por la idea de ser padre, pero cuando Melina le dejó en claro que no quería hijos la idea ya no tenía sentido.
Mas tarde una atareada secretaria se abria paso por las enormes y finas puertas de madera de la oficina presidencial -Señor Suppasit, el señor Pruk quiere verlo dice que es muy importante.
-No tengo tiempo, dile que venga otro día.
-Ya le he dicho eso pero insiste en que...
-Mewi!!! Hermano!! Tanto tiempo!!
Mew solo pudo suspirar y apretar el puente de su nariz, Zee Pruk es su mejor amigo desde la universidad y aunque son de la misma edad tal parece que Zee se quedó anclado en su etapa adolescente.
-Puedes retirarte Sarahi y tú, dime que demonios es tan importante como para interrumpir mi trabajo?
-Mewi necesito de tu ayuda.
- Uno, NO me llames Mewi, Dos, no pienso ayudarte.
-Vamos hombre es algo muy sencillo, solo necesito que me prestes tu Rolls-Royce y a tu chófer, será rápido, solo debo ir a recoger a una linda nena a su universidad, dejarla en casa y listo! Tendrás a tu chófer y tu flamante auto de regreso.
-No.
-Que? Perooooo Meeew por favor, será muy rápido lo prometo.
-Hoy en mi casa tengo una reunión muy importante, debo ser puntual así que tengo el tiempo medido, como comprenderás no estoy para tus locuras.
-Claro, sino estas a tiempo la bruja te come.
-Zee -Mew le hablo en modo de advertencia.
-Es que en serio, Mew ya déjala, no la amas y es más que obvio que ella tampoco te ama, entonces no tiene caso que sigan juntos, o sea eso de guardar las apariencias por el que dirán, el estatus social y toda esa mama...
-Yaaaaa!! Ok, ok puedes llevarte mi auto y a Adam pero ya cállate!
-La verdad no peca pero incomoda cierto?
-No tientes a tu suerte, ahora largo, quiero devuelta mi auto y a mi chófer exactamente a las 6pm, te quedo claro?
-Muy muy claro, no habrá contratiempos te lo aseguro.
Pasaban de las 6:20pm y no había señales de Zee, mucho menos del Rolls-Royce, ni de Adam el chófer y Mew cada vez se desesperaba más, al grado de parecer león enjaulado dando vueltas por toda su oficina.
Bien podría pedir un uber pero no, él quería saber que había pasado con su amado auto y claro con su servicial chófer.
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Mi nuevo chofer
RomanceLa vida de un famoso y reconocido empresario cambio cuando conoce un pequeño angel