Esclava Sexual | CNCO Y Tu [+18] (Editando)

17; Familia

Narra (____)

Todos los empleados estaban llevando cosas al comedor principal, fui a ver por curiosidad y había una mesa para 10 personas, todas menos dos, tenían los cubiertos y los platos finos con su respectiva servilleta individual. ¿Pero si somos 5? ¿Acaso vendrán más personas? A lo mejor ni yo estoy invitada.

—Señorita, hasta que la encuentro — dijo María feliz de verme — Necesita arreglarse para la cena.

—¿Cena de qué? — pregunte confundida, mirando las bonitas copas que acababa de poner un empleado en la mesa — ¿Por qué aquí en el comedor principal y no en el pequeño?

—Es cena familiar, señorita.

—¿Familiar? — pregunte con voz furiosa —¿Dónde están?

¿Es que acaso me iban a presentar? ¿Cómo se les ocurre? ¿Y qué les van a decir? ¿Qué firme un contrato y ahora soy su esclava sexual?

—En su oficina, señorita.

Le di las gracias y empecé a caminar hacia la oficina de estos idiotas. Entre sin avisar, pero no resultaron sorprendidos.

—¿Cómo que cena familiar? — pregunte enojada mirándolos a todos —Ni siquiera me avisaron.

—Relájate ¿sí? — dijo Erick — Fue de último momento, conocerás a unas personas.

—En el contrato no mencionaron que tenía que presentarme a las personas — mentí, la verdad no sabía si venia eso — ¿Y que se supone que les dirán? ¿Qué soy su esclava sexual?

—Tranquila, ya sabemos que vamos a decir — dijo Richard guiñándome un ojo y sonriéndome.

Mire de reojo a Christopher para ver si ya se había cambiado de ropa, y si, si lo hizo, ya trae otra.

—Ahora sube y cámbiate, te tenemos preparado un vestido — dijo Zabdiel.

Antes de que pudiera responder algo, alguien toco la puerta y anuncio que la mesa ya estaba lista y que si querían ir a supervisar si todo estaba correcto, era María la que anunciaba, así que nomás suspire y salí de la oficina para ir con María a mi habitación.

Entre al baño y me di una ducha rápida porque no tenía mucho tiempo para arreglarme, salí y María me estaba esperado con el vestido y los accesorios.

—María ¿Vendrá alguien más con los padres? — pregunte confundida recordando que había 8 platos disponibles.

—No se sabe, uno de los muchachos invito a un primo suyo, pero no están seguros de sí venga o no.

—¿Y usted va a cenar con nosotros? — pregunte poniéndome el vestido rojo que me habían dado.

—No, señorita — respondió con algo de tristeza en su voz — Ya no soy contada como parte de la familia.

—¿Por qué? — pregunté con furia. ¿Qué se creen esos idiotas? Ella los crio y le pagan así.

—Desde que murieron los respectivos padres, decidieron que yo solo siguiera con mi trabajo, como si no los hubiera conocido nunca — dijo sacando algo de maquillaje de un cajón — Pero para mi es difícil, yo los crie como a mis hijos.

Escuche que los chicos le gritaron a María para que bajara, ella me dejo sola en la habitación para ir a servirle a los idiotas.

Me quede pensando en eso, tal vez podría hacer algo por ella en la cena.

Me termine de poner el largo vestido que no tenía tirantes, me maquille un poco y me peine lo mejor que pude. Me di los últimos toques y quedé perfecta. A decir verdad, me veía muy bien.

Ya estando lista bajé las escaleras y me encontré a los 4 chicos junto a 2 señores y un muchacho muy apuesto. El único en acercase a mí, fue Richard, me tendió la mano para ayudarme a bajar.

—Luces hermosa, si no hubiera nadie te haría mía en el sofá — susurro lo menos audible para los demás, solo para él y para mí.

Ese comentario me hizo sonrojarme un poco.

—Bien — dijo Erick captando nuestra atención — Padres, les presento a (____) García, estará de visita unos meses.

—Mucho gusto, señor y señora, Colón — anuncie estirando mi mano para saludarlos.

Ambos aceptaron mi saludo y me soltaron.

—El gusto es nuestro — dijo el señor Colón.

—Él es nuestro primo Jos — dijo Christopher señalándome al chico apuesto de hace rato.

—Es más que un placer conocerla, señorita — dijo tomando mi mano y depositando un beso en ella — Comento que usted se encuentra muy hermosa esta noche.

Me dio una cálida sonrisa y los chicos lo miraron con odio.

Jos se ofreció a llevarme a la mesa tomada de su brazo, a lo cual accedí sin ningún problema, sabía que después esto me traería problemas, pero no me importó.