36; Desconocida

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Narra (______)

Entre a la casa y fui corriendo a buscar a María, aunque me doliera el cuerpo, pero tenía que verla y llenarla de besos.

—¡María! — grite por toda la casa.

—Señorita, que gusto de verla — dijo y me dio un fuerte abrazo — la casa se sentía muy sola sin ustedes.

—También me da gusto verte, María.

—Le tengo una noticia, señorita — dijo María emocionada — Conocí un chico muy guapo.

—Ay, María, me da muchísimo gusto por ti — dije también emocionada.

—¿Dónde se encuentran los muchachos? — pregunto cambiando el tema.

—Fueron a una firma de autógrafos, regresan en 1 hora, me dijeron que, si por favor podrían ir preparando la comida, para comer cuando lleguen — dije pasando el recado de los chicos.

—Claro que sí, la hare muy especial por su llegada a la casa — dijo y comenzó a caminar hacia la cocina.

—Gracias, María.

Subí las escaleras lentamente, recorrí cada uno de las habitaciones, todas eran diferentes, la de Erick era alegre, la se Zabdiel era simpática, la de Richard era elegante y la de Christopher era relajada.

Había una habitación extra que nunca había mirado, quizás no le puse mucha atención a la casa. Entre y era de color blanca, había muchas cajas cerradas, quería abrirlas, pero me arriesgaba a un castigo, así que las deje ahí.

Vi varias fotos, una de ellas me llamo mucho la atención, eran todos los chicos, pero a uno no se le veía bien la cara, eso me pareció muy sospechoso, la habían difuminado para que no se reconociera. La volví a dejar en su lugar y salí de esa habitación para irme a la mía.

Saqué mi celular del buro de al lado de la cama y lo encendí, lo raro fue que no tenía llamas perdidas de nadie, ni de Joel y ni de Karen, ninguno me había contactado.

Fui a contactos y llamé el número de Joel, sonó 5 veces y contesto.

—¡Joel! — exclame.

—¿Quién habla? — pregunto confundido.

—¿No reconoces mi voz? — pregunte más confundida — ¿No reconoces mi numero?

—Hola, (______) — dijo algo nervioso.

—Perdón por no haberte llamado antes, ya sabes que aquí — dije, pero no me dejo terminar.

—No te preocupes — dijo igual de nervioso — Oye, disculpa, estoy ocupado, hablamos luego, ¿Si?

¿Ocupado? ¿Luego? ¿Qué diablos le pasa? Me colgó, mi propio novio me colgó.

Le llamé a Karen, no contestó, le volví a llamar y de nuevo no contesto. Fue tanto el dolor que sentí en mi corazón al saber que uno me desconocía y la otra me había olvidado. Comencé a llorar en mi cama, queriendo lanzar mi celular lejos de mí. Extrañaba a los chicos.

No sé porque me sentía sola e insegura, tal vez lo que tenía con Joel se había perdido, pero dentro de mi corazón lo seguía amando demasiado. Llegue a un momento en el que no sé a quién amo, ni quien soy y ni siquiera sé si tengo verdaderos amigos.

Escuche que tocaron el timbre de la puerta principal, desconozco quién será, los chicos aun no llegaban, le grite a María, pero no contesto, baje las escaleras gritando su nombre y nada, no había nadie aquí.

Abrí la puerta y apareció una chica de unos 20 años, con un vestido muy pegado al cuerpo color rojo, unos tacones de aguja negros y un labial más rojo que la sangre.

Me quede con los ojos en blanco y la boca cerrada para no decir las palabras que pienso de ella con solo verla así vestida.

—Te pagan demasiado como para que hagas mal las cosas — dijo con voz delicada.

—¿Disculpa? — pregunte ofendida —¿A qué te refieres?

—No te hagas la tonta y déjame pasar — dijo y entro como si fuera su casa — ¿Dónde están los chicos? En especial Zabdiel.

—Salieron a una entrevista — dije cortante.

No quería hablar con ella.

—Bueno, esperare aquí por ellos, ya puedes irte — dijo y se fue a la sala de espera a sentarse en un sillón a espaldas mías.

¿Quién era ella?

Esclava Sexual | CNCO Y Tu [+18] (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora