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Lee know: 24 años
Lía: 14 años

El ambiente se sentía normal, tranquilo y cálido.

Al fin su hermano mayor se unía junto a la pareja que se le había destinado.
Finalmente la manada tendría al "Alfa y la Luna"

Aunque el tuviera el puesto de líder entre todos los lobos (como comandante ante una guerra), su incomodidad ante lo que los demás opinaban sobre el era inevitable.

"¿Aún no encuentras a tu Mate?"

"Tal vez tengas que ir a otros lugares para buscarla"

"Puedes interactuar más con las muchachas de la manada"

"¿Crees que sea una humana?"

—Metiches— Minho siempre mascullaba cuando esas personas aparentaban tener interés en su vida.

Más de seis años guardando su preciado secreto, nadie más que el sabía sobre sus encuentros con su "pequeña" que ya no lo era tanto.

Ya había llegado a la edad en la cual sus poderes se manifestaban y aprendía a manejarlos.

Sus lugares de encuentro seguían siendo en el mismo entorno, con los habituales bocadillos y las pláticas en las cuales se contaban como les había ido. Se veían una vez a la semana.

Pero el mismo era conciente que el tiempo pasaba muy rápido y tal vez pasara alguna circunstancia que revelará sus reuniones secretas.

(...)

—¿Lía? Choi Lía ¿me estás escuchando?

Lía levanto la cabeza cuando la voz de su mama resonó en su área.

—¿Sucede algo mamá?

—Ya sabes que tus deberes los haces en tu habitación, necesito este lugar para atender a tus hermanos.

Lía no contradijo y levanto sus libretas junto a sus lapiceras para subir las escaleras en dirección a su cuarto.

Giro la cabeza mientras veía como sus dos hermanos tomaban asiento donde ella había estado y su mamá ponía frente a ellos dos platos con comida.

Ella ni siquiera había desayunado.

Cerro la puerta y se recargo viendo a su alrededor.

¿Que sentido tenía ser alguien de un rango alto si tú propia familia te ignoraba todo el tiempo?

Cuando cumplió los siete años sus papás dieron la noticia de que estaban en la espera de dos mellizos.
Ella quería hermanos, pero no pensó lo que conllevaría tenerlos.

Y no, no tenía celos de que le prestaban menos atención.
Lo que le afecto fue las actitudes de todos los miembros de su familia cuando sus hermanos empezaron a crecer.

Sus papás apenas y notaban su presencia.
Pero era algo que agradecía porque era la oportunidad perfecta para ir al bosque a reunirse con Minho.

Si le preguntarán cómo lo conoció o como es que tiene una buena amistad, ella misma dudaría de explicarlo.
Era pequeña y en ese momento solo se concentraba en si misma.

Pero otra de las razones por las que solo ella sabía de sus encuentros, era por la historia de dónde ambos clanes provenían.

Que un ser casi místico fuera amigo o tuviera una relación con un hombre lobo daba mucho que hablar.
Sobre todo desde el punto de los líderes.

Pero a ella no le importaba, era entretenido platicar con el sobre cualquier tontería o cierto tema.
Podía pasar así horas, pero ambos decidían no abusar del tiempo, ya que tenían sus responsabilidades.

Lía espero dos horas antes de escuchar la puerta principal cerrarse, señal de que su mamá había salido para pasear a sus hermanos.

Sin perder un segundo tomo su mochila, depósito lo que quería y bajo corriendo en dirección a la nevera sacando unos snacks que ella misma había preparado.
Azotó la puerta al salir y corrió a su lugar habitual de encuentro.

(...)

—Entonces...¿tienes una cuñada?— Lía lo miraba mientras el comía y mantenía su vista en ella.

—Asi es, justamente ayer se fueron de luna de miel, probablemente regresen con un cachorro en caminó.

Minho era alguien agradable desde su punto de vista, y tal vez el no lo supiera, pero siempre que hablaba de su familia sus ojos tornaban un brillo único.

—Y tu...¿ya encontraste a tu Mate? Así es como lo llaman ¿no?— pregunto mirando hacia el cielo.

Sin notar que Minho casi se atragantaba con su saliva y de no ser porque estaba sentado en el suelo, se hubiera caído.

—¿A-A que viene eso?

Lía sonrió cuando vio el nerviosismo en su voz.

—Ayer leí en uno de los libros de la biblioteca que los hombres lobos tienen oportunidad de encontrar a su pareja desde que se presentan— hizo una pausa comiendo otro bocadillo— y de todo el tiempo que tengo conociéndote no me has dicho si ya la encontraste.

Minho sintió como su boca se cerró y su mente quedó en blanco.

¿Que le iba a decir?

— Es un tema...complicado— no quería mentirle— tal vez en un futuro lo sepas.

—¿Puedes prometerme algo?— Lía se acercó a él y se puso frente a frente para mirarlo con sus brillantes ojos grises.

—¿Qué?— Minho trato de pensar con claridad.

—Que sin importar el tiempo o el momento en que encuentres a tu Mate, seguiremos siendo amigos...

Alzó uno de sus dedos para que el lo enlazará.

—Es...una promesa.

Minho no sabía que iba a ser algo difícil de hacer.





















Little GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora