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Dos días después...

Lía despertó una vez más cuando el sol le daba en toda la cara y los pájaros eran su alarma de que un nuevo día comenzaba.

Desdé su punto de vista ya habían avanzado bastante. No tenía idea de dónde estaban.
Los últimos dos días habían sobrevivido con agua y uno que otro conejo que Minho cazaba para que no tuvieran debilidad.

Lía había notado que el día anterior el mismo parecía haber trazado una línea. Casi no hablaban durante el día y parecía que ella era la que le sacaba las palabras.

¿Acaso era bipolar?

¿En qué momento su carácter pareció cambiar drásticamente?
Ella misma no lo entendía, pero no se quedaría callada.

Habían encontrado otra cueva donde pasar la noche, así que salió notando que ella estaba sola.
Pudo ver la camisa de Minho doblada en una esquina de la salida, el mismo le había dicho que se escuchaba un río cerca de ahí para tomar agua y refrescarse.

Así que con varias suposiciones en la mente se dejó guiar por su oído para encontrar el dichoso "río"

Camino solo por unos minutos antes de poder localizarlo.
Solo que antes de llegar a dónde el estaba se quedó en su lugar contemplado la imagen que tenía enfrente.

Minho parecía haber hecho una lanza para pescar, justo lo que estaba haciendo. Solo que estaba sin camisa dejando a la vista su torso descubierto que le daba un aura más sexy por las gotas de agua que lo habían charpeado.

Lía se obligó a salir de su trance para acercarse a dónde el estaba.

—Oye...— ella se paró en la orilla,notando que el agua apenas podía llegar a sus muslos.— ¿Estás consiguiendo el desayuno?

—Algo así — respondió concentrado en su labor sin mirarla.

El sonido del río junto al ruido que la lanza hacia cuando se clavaba en la tierra eran lo único que se escuchaba.

—¿A qué hora partiremos?— volvió a insistir — creo que es necesario que lleguemos a la manada de tus amigos para poder establecernos.

— Ahora no Lía, tienes que aprender a ser paciente — corta y fría, así fueron sus respuestas.

Ella no aguanto y se metió al río quitando la lanza de sus manos y empujándolo haciendo que el la viera.

—¿¡Que te sucede!? ¿¡Ah!?— alzó su voz — De un día para otro tu actitud conmigo cambia radicalmente y ahora resulta que no soy nada de ti.
¡Si tú problema es que por ser una mujer tengo más necesidades que tú, mejor hubieras venido tu solo y yo ahora mismo estaría en mi casa comprometida con Anthony!

No retrocedió cuando el gruño a pesar de que su aura parecía amenazante.

—¿Que fue lo que te hice?— al final bajo la voz.

Soltó un grito cuando Minho la abrazo bruscamente inhalando su aroma lo más que pudiera.
Intentaba safarse pero el solo la apretaba más.

—No me obligues a usar mi poder— hablo en un momento que el dejo de pasar su nariz por su cuello, haciendo que la soltara y el saliera del agua.

—¡Minho!— ella se recompuso siguiéndolo por detrás — ¡Detente!

— ¿¡No puedes simplemente quedarte tranquila!?— el se giro bruscamente.

Lía llegó hacia el y sin importarle agarro su cabeza para pegar su frente a la suya. De esa manera podría leer sus pensamientos y saber que es lo que le pasaba.

Little GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora