Jimin, un instructor de vuelo divorciado que en una inocente noche de copas donde celebra su reciente vuelta al mercado de solteros conoce a su destinado sin saberlo.
Jungkook, un joven profesor de secundaria llega al mismo lugar con la misión de...
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"Quiero susurrarte sin palabras las ganas que siento por beber de tu cuerpo cada gota de deseo".
La palabra "acompañante" daba vueltas en la cabeza de Jimin, su lobo gruñía, al mismo tiempo lloriqueaba celoso posesivo quería arrancar la garganta de quien hubiera tocado a su Cachorrito, imaginar a ese dulce chico con alguien más dolía, se sentía tan estúpido, Jungkook no parecía esa clase de persona, lo de su ex, sus lagrimas, sus divertidas historias, todo lo lindo e inocente que parecía, ¿solo lo hizo para atrapar su atención? ¿fue fingido entonces?, ¿era un truco?.
Algo en ese comentario no cuadraba, por qué los ojos no mienten, simple.
Pago la cuenta lo más rápido que pudo, busco a sus amigos entre la multitud antes de salir del bar, como si no fuera suficiente ni Hoseok o Seokjin estaban a la vista, al parecer Jungkook también se había marchado.
Saco su móvil frustrado y marco al número de Jin, este lo mandaba directo al buzón, eso quería decir que los muy sinvergüenzas lo habían dejado solo.
Camino hasta el estacionamiento frustrado, ¡mierda! tenía que ser una maldita broma, estaba lloviendo a cántaros.
Solo, fastidiado, sobretodo confundido, todo gracias al estupido barman, maldita noche.
El aroma familiar embriagador de cierto alfa llamó su atención, sentado en la vereda fumando un cigarro estaba el lindo pelinegro, parecía un cachorrito abandonado, él con gusto se ofrecería a llevarlo a su casa y cuidarlo.
El alfa menor levantó su rostro conectando su mirada a la de Jimin, él castaño le sonrío y Jungkook giró su rostro molesto, esa era una imagen muy distinta a la que había tenido toda la noche del pelinegro.
Nada que unas buenas nalgadas no arreglen en un cachorro maleducado.
Jungkook estaba molesto, era normal después de ver al odioso beta del bar portase como un idiota marcando un territorio inexistente con él.
Para Jungkook el imbécil alfa castaño había estaba jugando con él y el barman al conquistador al mismo tiempo, a ver cual de los dos aceptaba su invitación esa noche, con voz burlona trato de imitar la voz aguda y melosa del beta. —¿Y tú "cariño"?, ¿no se va a casa contigo?.
Jimin negó, ¿el dulce Cachorro estaba celoso?, por una extraña razón, eso lo hacía muy feliz y su lobo retozaba en su pecho como idiota. —Cachorrito, todo tiene una explicación él empezó el coqueteó desde antes de que llegaras, cuando te sentaste a mi lado mi atención solo se centro en ti, he estado contigo toda la noche, es la primera que vengo a este lugar, además esta es la primera vez que lo veo.
