Jimin, un instructor de vuelo divorciado que en una inocente noche de copas donde celebra su reciente vuelta al mercado de solteros conoce a su destinado sin saberlo.
Jungkook, un joven profesor de secundaria llega al mismo lugar con la misión de...
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"Cuando me di cuenta, está suspirando como un tonto mientras recordaba tu voz, tu risa y el aroma que despide tu cabello cuando el viento lo alborota".
—Oh por Dios Jiminie ¿que diablos fue eso?.
—Eso fue tan maldita mente dulce que me dio escalofríos, Seokjin fingió retorcerse por la escena que protagonizó su amigo y el guapo desconocido.
La cara de sorpresa de los dulces angelitos que acaba de rescatar de la estación de policía era épica y Jimin la disfrutaba como nunca.
—Park Jimin.—La voz impaciente y el golpeteo constante de las manos de Hoseok sobre el tablero del auto, en lugar de estresar a Jimin lo divertían un montón, tener el poder de ser quien los ponga de cabeza a ellos dos no era cosa de todos los días.
—Jimin, estamos esperando por Dios. —insistió Seokjin.
Una pequeña punzada de temor se instaló entre el pecho y la espalda del alfa, ¿si Hobi y Jin veían su relación con otro alfa como algo aberrante?, también existía la posibilidad de que se alejarán de él, ¿Y si ellos lo rechazaban?.
Toda la diversión se drenó de su sistema.
—Ese chico, bueno, es alguien que me gusta.
Hoseok abrió los ojos de manera exagerada, formó una gran O con sus labios y lo que quiso decir quedó trabado en su garganta, con su mandíbula a punto de caerse. —Espera, —trato de buscar en su mente las palabras correctas pero, no encontró ninguna.
—Ambos son alfas Jiminie, —la voz de Seokjin se quebró, —Jimin yo no quiero que esto te traiga...
Jimin levantó la mano para que su amigo dejara de hablar. —Lo se Jin, lo se, me torture un mes entero dándole vueltas a esto y llegue a la conclusión de que no importa que ambos seamos alfas, me gusta Jungkook, me gusta su cuerpo fuerte y que sea un poco más alto que yo, su voz varonil, su aroma, el tacto cálido de su piel y lo nervioso que se pone cuando le coqueteo.
—No te estoy juzgando Jimin, solo, —SeokJin hizo una pausa tratando de no llorar, —No quiero que nadie te lastime, has estado mucho tiempo solo, lo que más necesitas ahora es estabilidad.
Jimin trago el nudo en su garganta, conocía a su amigo y no era rechazo, él estaba preocupado, nada más.
—Jin, tengo 33 años, quiero alguien que me sonría como lo hace ese chico, alguien me besé con pasión sin importar donde estemos, no quiero obligarme a estar con alguien, por que es mi deber hacerlo, pase haciendo lo correcto por 13 años, lo correcto para los demás, esta vez quiero hacer lo que es correcto para mi, para mi corazón, esta vez quiero hacer lo que siento, no quiero arrepentirme de no tomar esta oportunidad, solo necesito que me apoyen.
—¿Y si, no funciona?
Jimin dejó caer sus hombros. —Si no funciona al menos lo habre intentado, no me quedaré con un "quizás" o un "pudo ser" lleno de arrepentimiento, ese chico está lleno de vida, de frescura, parece un cachorrito lastimado gruñéndole a todo, pero es dulce, amoroso, tiene la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, quiero conocerlo, ir a su ritmo, conquistarlo, dejarlo creer que el lleva las riendas de esto que está naciendo, quiero llegar hasta donde sea que tengamos que llegar.