"Un alma que habita en dos
cuerpos, eso es el amor".Hay besos que te dejan el sabor amargo de una despedida, besos vacíos, besos con los que solo sacias las ganas, la sed, el deseo y la necesidad de sentir, también hay besos efímeros que se olvidan en un pestañeo porque no significaban nada más que un momento, un momento sin rostro.
También están los besos que te alteran los sentidos, de esos que hacen vibrar cada fibra de tu piel, besos inolvidables, sin un antes ni un después, besos que te hacen ver las estrellas con los ojos cerrados, después de un beso así, no tendría sentido volver a probar otros labios.
No quería otra boca que no fuera la de Jungkook.
Ese alfa dominante hermoso, que exudaba sensualidad con cada paso que daba, con apariencia ruda, lleno de tatuajes, fuerte, imponente, cuando veías las venas marcadas en sus manos lo único que podías pensar es, -las quiero sujetando mi cintura y marcando con la yema de sus dedos mi piel-, como es que ese mismo hombre podía emocionarse tanto por un helado.
Jungkook tenía chocolate en la comisura de sus labios mientras gemía de una manera tan erotica con cada mordida que daba a su postre, al ver la inocencia brillando en sus ojos Jimin sabía que no lo hacía a propósito.
Trataba de entretenerse con las anécdotas de Jungkook sobre sus alumnos, le había hablado de su infancia, se veía tan cómodo, pero el no estaba pensando hace rato, escuchaba la voz de Jungkook como un eco.
Se sentía culpable -mentirá- tener ese tipo de pensamientos con ese dulce cachorro, quería limpiar el chocolate con su lengua, juraba que iba a desfallecer.
Cruzó las piernas tratando de disimular el bulto enorme que se inchaba rápidamente bajo su cintura, no era consecuencia de este instante, también era culpable el largo y apasionado beso de hace un rato, ese beso maravilloso que lo había dejado muy mal.
La sangre de Jimin bombea con fuerza al sur y no podía estar más feliz.
Jungkook noto la penetrante mirada de Jimin sobre su boca. —¿Soy un desastre cierto?.
—Mi desastre. —dijo Jimin embelesado sin pensarlo con su mirada fija sobre los labios del pelinegro, -Nuestro- reclamó orgulloso su lobo.
Alguien detenga los aleteos de colibrí dentro del estómago de Jungkook por favor.
Con su pulgar el alfa castaño limpio la comisura de los labios del pelinegro, Jimin inconsciente llevo ese mismo dedo a su boca saboreando el dulce cacao, todo ante la atenta mirada de Jungkook.
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LIKE CRAZY ( Jikookmin )
FanfictionJimin, un instructor de vuelo divorciado que en una inocente noche de copas donde celebra su reciente vuelta al mercado de solteros conoce a su destinado sin saberlo. Jungkook, un joven profesor de secundaria llega al mismo lugar con la misión de...