Al día siguiente, mi padre estaba mejor y siguiendo su vida como siempre, así que me separé de él, pues tenía cosas que hacer, como organizar a las nuevas personas que habían bajado, etc. Tuvimos una reunión Hyuk, Hyun y yo con ellos, en la que hablamos de varias cosas importanes. Una de ellas fue qué haríamos con los cuerpos de los fallecidos, ya que al estar encerrados dentro de un edificio no había un jardín disponible en donde enterrarlos decentemente.
Hyuk y yo nos miramos en ese momento y supe que ambos pensábamos lo mismo: había un sótano, que sonaba horrible para dejar los cuerpos a que se descompusieran, pero estaba en reparaciones y tenía una espacio de tierra donde podríamos darles un entierro digno. Además, también habían unas ventanas pequeñas (un poco cerradas con unos tablones de madera) que dejaban entrar el sol, lo que les daría luz... algo que, la verdad, ni un muerto, ni una tumba necesitan, pero se vería lindo y sería un consuelo para sus seres queridos y para los vecinos, que ellos tuvieran un lugar así donde descansar en paz, con tierra, luz natural y aire puro, algo que nosotros no teníamos desde que llegamos al vestíbulo del edificio la primer noche del apocalipsis. También la luz había dejado crecer unas cuantas plantas muy verdes y hermosas sobre la tierra, lo que era un plus y hacia que la habitación no fuera tan deprimente y fea, con los tablones en las ventanas, materiales de construcción, los muros derruidos por la húmedad, la pintura descascarada, la suciedad y el polvo.
Así que allí nos encontrabamos, en el sótano, después de que Jayhun y el señor Ahn se ofrecieran a cabar las tumbas. También les habían hecho cruces con unos palos que encontraron allí y grabaron sus nombres en ellas. Park Min-Ju y Lee Su-Ung. La niña, llamada Sook, les hizo unas flores de papel y se las entregó al señor Ahn, que las dejó en las tumbas mientras decía:
—Nacimos humanos, morimos humanos. —Y realizó un saludo militar.
Luego de eso, los que estabámos ahí nos dispersamos dejando solo a la madre de la colegiala junto a la tumba de su hija.
—Hana, tengo que hablar contigo —me dijo Ji-Soo en cuanto las personas comenzaron a alejarse—. En privado —agregó a avistando sobre mi hombro. Seguí su mirada y me encontré con los ojos de Hyuk, que estaba a pocos pasos nuestro.
—Ok, Unnie. ¿Puede ser más tarde? Tenemos ciertas cosas que hacer —le respondí señalando hacia atrás, a Hyuk, aunque en realidad también me refería a Dusik, pero él no estaba allí, ya había comenzado a trabajar porque necesitabamos cuánto antes de su ayuda. Hyuk y yo teníamos que estar haciéndole indicaciones, pero nos tomamos unos minutos por respeto para venir al entierro y funeral de los fallecidos.
—Sí, claro. —Ella asintió cortesmente y se fue.Mientras iba hacia mi destino con Hyuk siguiendo mis pasos, descubrí cuchicheos. Prestando un poco de atención, supe que hablaban de mi padre. Decían muchas cosas de él, cómo si debían hecharlo o no, que había detenido a un asesino, que lo mató, que podría matar a otros, que él era el asesino, que los salvó, etc. Por un momento me pregunté cómo descubrieron todo, sí yo no se lo confié a nadie, y por supuesto que mi propio padre tampoco lo haría. Jamás.
Entonces, segundos después, obtuve la respuesta. Llegó un nuevo vecino al grupo de chismosos y no sabía de qué hablaban, así que le explciaron: Jayhun había encontrado el celular de mi padre y visto un mensaje. El mesanje era de quién contrató a mi papá para el recado de encontrar al ser humano despreciable, el dueño del apartamento en donde nos estabamos quedando. El empleador le decía que pronto se reuniría con su hija (a la cual él había mandado a mi padre a buscar porque al parecer la tenía el tipo del departamento) y mandaba información importante sobre el secuetrador, decía que era un asesino, un abusador, etc. También le agradecía a mi padre por su ayuda, aunque no encontrara a la chica, que él mismo seguro pronto la vería y que ya dejara de buscarla, por último, le deseaba que se encontrara a salvo.
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Dulce hogar [𝑳𝒆𝒆 𝑬𝒖𝒏-𝑯𝒚𝒖𝒌]
Fanfiction𝗗𝗼𝗻𝗱𝗲 𝗲𝗹 𝗳𝗶𝗻 𝗱𝗲𝗹 𝗺𝘂𝗻𝗱𝗼 𝗹𝗹𝗲𝗴ó 𝘆 𝗮𝗵𝗼𝗿𝗮 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀 𝘀𝗲 𝗲𝘀𝘁á𝗻 𝗰𝗼𝗻𝘃𝗶𝗿𝘁𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗲𝗻 𝗺𝗼𝗻𝘀𝘁𝗿𝘂𝗼𝘀 𝚘 𝗗𝗼𝗻𝗱𝗲 𝗞𝗶𝗺 𝗛𝗮𝗻𝗮 𝘃𝗮 𝗮 𝗽𝗮𝘀𝗮𝗿 𝗱𝗼𝘀...