Amado Lucifer:
Al despertar me encontré con la grata sensación del calor del sol rojo, que se colaba por las cortinas de la habitación, las sábanas volvieron a sentirse suaves, desprendiendo una cálida sensación confortante. Suspire, mi cuerpo ahora tan ligero. La sensación era parecida a lo que uno puede concebir estar en una nube.
Apenas estirarme basto para que todas mis alarmas se encendieran, la estática volvió a encenderse y agravarse con el pasar de los segundos. No estabas conmigo en la cama, tu lugar estaba cálido. Pero vacío, ¿Así que todo será como antes?, mi cuerpo ahora pesado como el plomo. Se dejó caer a la cama mullida, dejé que el sol me diera a la cara, como si de trapo estuviera hecho.
Hundido en las almohadas, reflexioné sobre la situación. Aunque no llegué a ningún lado en mis cavilaciones, una sensación rasposa se apoderó de mis pensamientos al entrar en estado de alerta. Era una sensación extraña, como si una tira de tela texturizada paseara cuidadosamente sobre mi vientre.
La sensación me era familiar de alguna forma, no fue hasta que levante la sábana que cubria mi anatomía desnuda, que cai en cuenta de donde venia la sensación.
Y cabe destacar que no fue muy grato saber que aquello que recorría mi vientre y ahora también pecho, era tú serpiente mascota Lucifer, que debió desprenderse del sombrero en algún lugar de la habitación. Lleve de a poco mi espalda contra la cabecera de la cama, para cuando llegaste. La serpiente había alcanzado mi cuello.
Creo que la estática en la habitación fue una buena señal para que decidieras acercarte, dejando la pequeña bandeja de desayuno en la mesita de noche. Para subir conmigo a la cama y alejar a la serpiente de mí. Quedando colgada de lo más alto de la cabecera.
Te quedaste conmigo a desayunar, compartimos de vez en cuando la fruta y el jugo. Sonreímos y me besaste, despejando cualquier duda anterior, me sentía bien, pleno y amado. Salimos esa misma tarde a pasear por el centro del anillo del orgullo, me llevaste a comer a uno de esos prestigiosos restaurantes. Me llevaste a bailar y luego a cenar al Le Carnivore, dónde en medio de una escena romántica y exagerada.
Me propusiste matrimonio, sonreí tanto que la parte inferior de mi rostro casi desaparecía. Los zarcillos inquietos con una sensación similar a las mariposas en el estómago, mi muerto corazón volviendo a la vida. Todo lo pasado había sido perdonado con la facilidad de una felicidad futura.
Así solo sería una mala pesadilla que pueda olvidar con el tiempo. Pero una pequeña voz en mi cabeza decía que me tenía que negar y dejarte.
¿Me tengo que negar?
-Alastor T.R.D-
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•Notas del autor privado de sueño y con la percepción de la realidad bien alterada:
•En efecto, parece que estoy jugando al UNO porque para está carta me tuve que comer unas diez cartas de la línea temporal de la degradación mental y física.
•No se si mi yo pasado quería saltear la línea de tiempo, o solo lo olvidé. Pero tampoco justifica las diez cartas que tuve aplasar.
Atte: Mr.Radio Demon
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Cartas a Lucifer
FanficAlastor escribe varias cartas dirigidas al gobernante del infierno, Lucifer. Alastor desaparece un fatídico día, dejando solo a Lucifer y un baúl lleno de cartas. [Appleradio] [LuciferXAlastor] [Violencia y angustia] [Mpreg]