Carta a Lucifer XXXII

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Despreciable Lucifer:

-Recuerdalo muy bien, ¡De nadie más!.

Recuerdo perfectamente esa ocasión, tus labios atacaron los mios posesivamente. Al sentir tus dientes morder mis labios, la carne separarse bajo el filo de las proteroglifas. El sabor salado de la sangre mezclada con saliva, no eras el único que podia jugar sucio. No te daria el lujo de escucharme jadear de dolor, al contrario.

No eras en único con una hilera de dientes afilados, en algún momento aferrado a tí en una pelea no dejándome dominar, ser sumiso o cualquier cosa que pudieras esperar. Tu lengua bífida invadió mí cavidad bucal, una vez aflojado tu agarré en mi mandíbula. Abrí la boca permitiéndote ir más profundo.

Igualmente mordí tu boca, los caninos aferrados a la carne del labio inferior. La sangre botro tan negra y espesa como ese día en la casona.

El besó terminó sin que pudiera arrancarte el rostro de un mordisco, tu desconcierto fue tan grande como tu lujuria crepitando desde lo mas profundo en tu cabeza.

El tiempo de relación contigo, fue el suficiente para saber lo que pasaba por esa mente tuya. Había abierto la caja de pandora, llena de deseos profanos e inmundos. Comenzando a carcomer las profundidades de tus pensamientos mas primitivos, reflejado en esos ojos ahora bañados de carmín.

Y no podia estar mas animado, luego de ver como el deseo se transformaba en profunda frustración. Me costó el infierno no reírme en tú cara, ante la urgencia de alivió en tus pantalones, saliste de la habitación sin decirme alguna palabra mas.

Me levante cómo pude de la cama, necesitaba caminar ya no aguantaba estar acostado, limpié la sangre de mis labios, las piernas flaquearon y tuve que apoyarme del barandal de madera de la cama, el bebé pesaba mas de lo que recordaba. Apenas di algunas vueltas en la habitación, toqueteando algunos objetos. Revisando los juguetes, el clavicordio en la esquina más alejada, deslizando los dedos por los objetos, aun si solo era la pared.

Ahora solo era cuestión de dias para armar un plan o de lo contrario, volverías a márcame como tuyo.

Te estabas cansando, estabas siendo indulgente conmigo y tu paciencia pendia de un fino hilo.

La siguiente vez que nos viéramos cara a cara sin tapujos, yo tendría el trono del Infierno o de lo contrario, una nueva marca de pertenencia. Nada nos detendría.

Aún caminaba en circulos por la habitación, en algun momento acostado en el sofa con es estilo barroco tan predominante en el palacio, con esa curvatura mas grande que la del otro lado. Apoyado en el único reposabrazos del sofa.

Sumergido en mis cavilaciones. No escuche el sonido de la puerta ser abierta, solo hasta ser tocado del hombro. Por instinto alejé esa parte de mí cuerpo, llevando toda mi atención a quien osaba tocarme con tanta confianza.

-Hola Al...

El rostro de esa chiquilla rubia princesa del infierno, era de preocupación. Hace tanto tiempo que no la veia en persona, habia cambiado demaciado. Desde el peinado e incluso sus ojos, ahora toda una profesional y con un porté mas de nobleza.

No pude evitar sentir repentinamente el pasó del tiempo, tiempo que me eh perdido a mi mismo. A mis convicciones y deseos de poder, la conversación giro entorno a mi embarazo. A la preocupación de la princesa del infierno por su medio hermano menor y en algún momento hablo sobre lo mal que has estado desde que "tuvimos complicaciones para lograr un embarazo".

-Papá me contó lo mal que estuviste durante meses, ya sabes. Cuando dejaste de asistir al hotel, jamas se nos cruzo por la cabeza que habías sufrido dos abortos. Y luego todo eso de tú descanso y el secuestro.

Debo admitir que tu papel como esposo preocupado fue muy facil de digerir por Charlotte, quien habia crecido viendo solo un rostro de tí, Lucifer. La rubia mencionó mí supuesto secuestro, ¿En serio? Montaste toda una nueva escenografía, solo para mantener tu fachada y seguir bajo los reflectores de mí escenario.

No habia manera de contradecir todo lo que has estado haciendo, no al menos hasta tener las pruebas. Y Husk jamas diria nada si yo no se lo ordenaba, lo mismo para con Niffty. Luego de algunos temas superficiales, algunos asuntos sobre el hotel y una insistencia activa por parte de la princesa, para cantarme una canción de recuperación y animos.

Fuimos interrumpidos por uno de los carneros de la princesa, seguida de la novia de la rubia. Vagatta, en esta ocasión sin el escudriñio intenso en sus ojos. Ya no podia verme como una amenaza al menos, menos con ropas tan holgadas poco formales, una barriga de siete meses, el cabello desordenado por el tiempo en cama y medió rostro con diversas quemaduras.

Era la imagen de alguien que a pasado las peores cosas en el infierno, sin energía o animo de ser el demonio que tocó la puerta del hotel hace ya tanto tiempo.

La conversación termino cuando el doctor llegó, poco después. Hecho bajo un fuerte de mantas persas. El sueño me arrastró inevitablemente, aun sin haber terminado el libró de cuentos entre mis brazos.

Y todo gracias al sedante en el té...

-Alastor T.R.D-

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•Notas del autor que casi no publica el capitulo por estar leyendo otro fanfic:

•alch, punto a aclarar: las proteroglifas es la forma científica de llamar a ciertos colmillos en algunos repriles, en este caso es mas para serpientes. Los colmillos y sus clasificaciones es para identificar que tan venenosos son, en este caso. Lucifer es venenoso xD.

Agarrense que me les voy, arre no. Pero nada mas aviso que se agarren de algun lado porque vamos a entrar en lo que yo denominó como. La calma antes de la recta final. Los quiero mucho, cuidense. No olviden tomar awita. Chao.

Atte: Mr. Radio Demon

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