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Veintisiete

"Como en casa"

-Entonces quiero internarme en un hospital psiquiátrico.

El silencio llena la habitación y yo hago una mueca.

-Eso fue demasiado dramático -Le digo a mi reflejo en el espejo, me aclaro la garganta- Sé que últimamente no he sido la portadora de buenas noticias pero, no creo que deban preocuparse más por eso porque me voy a internar.

Borro la sonrisa de mi rostro, no creo que hacer chistes sobre ello sea el método más adecuado, suspiro, tal vez debería comenzar con algo más sencillo.

Me acerco a mi escritorio encendiendo el computador, tomo el primer cuaderno que encuentro, es el de física y tengo que aclarar que si está tan vacío no tiene nada que ver conmigo.

Entonces empiezo mi búsqueda, pongo en el buscador "Hospitales psiquiátricos" y anoto los nombres según la búsqueda, luego me dedico a buscar cada uno de manera individual, suspiro con pesadez cuando el tercero tiene denuncias por maltrato a los pacientes, al igual que los anteriores, entonces busco el siguiente nombre; Clínica de salud mental home "Siéntase como en casa", ladeo la cabeza, al menos el nombre me trae un poco de tranquilidad.

Luego de asegurarme que no han habido denuncias y aparentemente no hay nada turbio sobre esta institución leyendo las calificaciones en internet, me permito ver las imágenes, en realidad es diferente a lo que había creído, y tengo que decir que me deje atrapar por completo en el prejuicio de que las instituciones de salud mental son algo tenebrosas, con colores apagados y luces que parpadean por las noches. En realidad el color de las paredes de este lugar es rosa, por alguna razón eso suma un punto a su favor, tiene una zona verde enorme, llena de plantas, arboles y un jardín en el que algunos de los pacientes colaboran, observo las distintas actividades, veo que hay un horario dependiendo del paciente pero ofrecen como ejemplo uno general.

Desayuno 8:30
Manualidades 9:00
Sesión de terapia individual: 10:00 - 11:30
Tiempo libre 11:30 - 12:00
Almuerzo 12:00 - 13:00

Y creo que con eso me hago una idea, hasta ahora es la mejor opción.

-¡¿Jia has visto mis pantalones purpura?! -Escucho gritar a Zua en el pasillo, entonces cambio la página en el navegador y cierro el cuaderno-

Me giro justo en el momento en el que ella abre la puerta, en realidad es normal que Zua nunca toque la puerta, no me sorprende que aquí sea igual.

-No los he visto, pero estoy segura que si no los encuentras es obra del destino ¿Por qué no usas otra cosa?

Odiaba por completo esos pantalones, tenían líneas brillantes a los costados y podías verlos a un kilometro de distancia, así que era un alivio que no los encontrara, Zua suspira.

-Supongo que tendré que ponerme otra cosa.

La veo y no creo que me haya dado cuenta antes de lo mucho que ha crecido, me levanto de la silla y camino hacia el armario.

-¿Sabes una cosa? -Ella hace un sonido para hacerme saber que me está escuchando- Cuando tenía tu edad solo usaba cosas de color azul -Sonrío recordándolo- Estaba totalmente obsesionada con ese color, entonces no dejaba que mi madre me comprara algo que no fuera azul y si era así no me atrevía a usarlo.

-¿Por qué? Es decir, entiendo lo del azul y eso, me refiero ¿Por qué te obsesionaste con el?

Había llevado una camisa azul una vez para la fiesta de una de las más cercanas amigas de mi madre, Namjoon se había visto obligado a ir con nosotras ya que mi padre obviamente no hizo acto de presencia, y entonces cuando estaba a punto de terminar Namjoon dijo que me quedaba bien ese color, miro a Zua, no creo que sea seguro compartirle el problema de aceptación que tengo con mi hermano mayor.