XV | Seguir conduciendo.

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       15:47PM.

Tras un último abrazo de los tantos que ya se había dado con sus mejores amigos, se despidió de ellos para solo quedar con Niall, Teo y obviamente su bonito novio, quien estaba adherido a su mejor amigo mientras que él tenía al pequeño sentado en sus hombros jugueteando con las cedras de su cabello, haciéndole trenzas.

Todo era tan tranquilo que se imaginó una vida así, sonando como un ideal lejano. Pensó en otra vida con Harry, pudiendo darle los hijos que él quería consigo, imaginándose a ambos rodeados de pequeños, siendo una familia. Se imaginó el hipotético caso de que Teo sea un hijo de los dos en otra vida, se imaginó a ellos como padres en un futuro, y deseó que algún día sucediera. Porque con su novio quería hacer hasta esas cosas que a él demasiado no le gustaban, todo si es que le hacía feliz.

—Siempre he querido tener otro tío. —le comentó el rizado de repente cuando habían empezado a caminar por ahí para darles intimidad a los dos restantes, pinchando su burbuja.

Alzó las cejas con cierto asombro frente a sus palabras al no esperarlas, y elevó la cabeza en el intento de verle.
—¿Harry no es un tío genial para tí?.

—Lo es. —le aseguró al instante.

—¿Entonces?. —quiso saber, pero antes agregó—: No es necesario que mientas porque estás conmigo, pequeñín. Si no soy el tío que quieres, está bien.

—No estoy mintiendo y tú eres el tío que quiero porque Hazzie te quiere a tí y haces todas las cosas que él no me deja hacer. —espetó firme, produciéndole una risita leve—. Siempre he querido otro tío, y el tío Hazzie me prometió que me daría uno.

Se mantuvo en silencio al sentir que si seguía preguntando podría agobiar al menor, y no quería éso cuando estaban teniendo una buena relación de sobrino-tío. Se conformaba demasiado con saber que le agradaba.

Dejó descansando sus brazos sobre su cabeza, acariciándole despacito para hacerle ronronear muy por lo bajo.

¿Y tú por qué ronroneas?.

Estoy sensible y necesito muestras de afecto.

—Siempre quise un tío porque el tío Hazzie estaba muy solo y triste. —soltó a los segundos, llamando aún más su atención—. Que apareciera uno sería que dejaría de estar solo y triste.

—¿Muy solo y triste?. —le cuestionó.

—Sí. —afirmó—. Antes de que aparezcas, cuando el tío Hazzie no estaba en casa, estaba estudiando o en Doll's House ensayando. Y muchas veces llamaba por la noche a papá para que le diga que todo iba a estar bien, quedándose en llamada por horas.

Sin embargo, su conversación espontánea al oír que el ojiverde les llamaba desde la distancia, por lo que volteó para verle sonreír con sus hoyuelos, devolviéndole la sonrisa.

—¡Alfa, Gatito!. —exclamó, haciéndoles señas para que se acerquen.

—Ahora sus hoyuelos están siempre. —masculló el infante para que solo él lo escuchara.

Fue extraño oír sobre la existencia de un Harry solitario y deprimente. Es decir... Harry se veía muy feliz, suponía que era algo habitual y no por su presencia, así que se sintió especial, de nuevo. Harry lo hacía sentir muy especial.

—Agárrate fuerte de mí, pequeño. —le ordenó, a lo que Teo al instante obedeció al suponer lo que haría.

Sin más comenzó a correr hacia su esposo, riéndose por escuchar los gritos de emoción del rizado menor al también ser amante de las carreritas. Al mismo tiempo, su rizado le gritaba pidiéndole que corriera con cuidado por el temor que tenía de que vuelva a caerse, y el irlandés solo se reía de la situación.

Al final mueren los dos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora