16:36PM.
Tras caminar unos minutos, finalmente lo llevó a un sitio bastante especial para, principalmente, su pequeño Louis interno, el cual hacía tiempo no visitaba; demostrándole de manera indirecta lo importante que era Harry para él al estar llevándolo allí. “Walls”, ese ciber de fachada de ladrillo con grafitis repleto de videojuegos, desde los más antiguos hasta los más recientes, era el primer lugar al que había ido con Liam y Zayn en los inicios de su amistad, cuando él era un solitario niño perdido en Londres sin amigos y con un vacío que lo consumía lentamente. Por esa razón era especial, porque era la primera vez que chicos de su edad le demostraban que querían pasar tiempo con él fuera del colegio, y fue donde la amistad de los tres comenzó a florecer, habiendo miles de recuerdos entre las paredes, historias que nadie más que ellos conocían.
–Eres consciente de la importancia que tiene este lugar para nosotros, ¿no?.
–Umh-um. Y por eso mismo lo he traído.
–No te hagas el precavido ahora cuando ya hemos caído por Harry hace más de diez horas.
—Bienvenido al lugar donde obligué a Zayn y a Liam a que se den su primer beso porque gané una apuesta y por las dudas los estaba apuntando con un arma. —le dió la bienvenida cuando se detuvieron frente al local, teniendo una sonrisa nostálgica por las memorias jugando en su mente—. Fui cupido por un día, porque a partir de ahí comenzaron a dejar de verse como amigos.
Recordaba ese día cuando sentía que el tiempo se estancaba o simplemente quería darse una dosis de ternura:
Teniendo quince años, molestaba demasiado al azabache por la misma causa con la cual seguía molestándolo hoy en día: la forma tan extraña y genuina, completamente inconsciente, en la cual se volvía dócil y cariñoso por la presencia del omega, siendo con el único ser con quien existía esa extinta versión de sí mismo. Estaba seguro de que aquello significaba algo –siempre lo supo–, así que un día estando allí decidió apostar con que si en una guerra de dos contra uno ganaba él, ellos tendrían que darse un beso. En realidad la competencia era contra el otro alfa al los dos detestar el hecho de perder, sin embargo involucraba al menor por ser parte de su plan secreto para que se dieran cuenta de que no eran una amistad normal y corriente, creyendo que todo se desarrollaría tras su apuesta como una jodida comedia romántica de Netflix. Cuando se vió ganador, los apuntó con el mismo arma láser con el cual los había matado para luego ver que el pelinegro tomaba de las mejillas al ojimiel para poder colocar sus labios sobre los ajenos en un casto beso, rendido ante la derrota de manera silenciosa mientras él chillaba por un beso aún cuando había durado los escasos instantes suficientes como para tatuar el momento con fuego en su cerebro. El ámbar lo detestó bastante diciendo que Liam se incomodaría ante su presencia, aunque ésto nunca había sucedido; después supo que en realidad lo detestó por la confusión que le abundó tras el beso, queriendo repetirlo.
“—Pequeña mierda. —fue lo primero que le dijo, con una sonrisa amplia, cuando su mejor amigo le admitió entre nervios su verdadera intención en aquella charla esporádica que había surgido mientras jugaban al TEG—. Tu en realidad no tienes miedo de que a Liam le haya incomodado el beso, tienes el famoso miedo idiota de ser rechazado.
Alzó las cejas, mirándole luego con el ceño fruncido. Después anunció cuál país suyo atacaría.
—¿Acabas de decirme idiota a mí o al miedo?. —le preguntó a su vez que ambos tiraban los dados para saber quién se quedaría con China.—¡Toma!. —festejó al ver que sus números eran mayores que los ajenos, significando que el ejército amarillo no podría dominarlo mediante Kamchatka—. Y respecto a llamarte idiota, fue a tí y tan solo un poquito.
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Al final mueren los dos.
Фанфик«Sabes que la fiesta ha terminado cuando estás parado solo en un espacio vacío» Londres, 2014. Un Louis con el corazón roto se encontraba entre las solitarias calles de Londres junto a sus mejores amigos cuando la tétrica melodía del llamado de Muer...