Al final mueren los dos.

XIII | Anillos de papel - I.

       10:51AM.

Salieron de Our Star y prendió cigarros para los dos mientras caminaban, sintiendo que Harry le rodeaba la cintura con un brazo a su vez que se llevaba el cilindro a los labios para inhalar un poco de nicotina, exhalando el humo a los segundos. Le gustaba que ese chico le marcara, que se adueñara de su cuerpo como si fuera una extensión del suyo, algo que siempre le había pertenecido pero que había tenido que esperar años para obtenerlo.

—Erizo. —le llamó para que le mirara, aunque él tenía su verde clavado en el frente.

—¿Umh?.

—Se me ha ocurrido otro lugar para que vayamos... —su voz era decorada por cierta inseguridad, ocultando algo.

—Pues llévame. —le aseguró simple, interrumpiéndole—. Te he dicho que contigo iré a cualquier lugar sin importar cuál sea.

Soltó una risita por lo bajo, teniendo su boca unida en una fina línea de extremos curvos acompañados por hoyuelos y rascándose la nuca, llevando su jade a las baldosas de la vereda; haciéndole entender que el temor era una consecuencia adyacente a un nerviosismo del cual desconocía la causa.

—Sí, me lo has dejado en claro. —afirmó a los segundos y volvió a exhalar humo, sonriendo de manera ladera inevitablemente—. Solo es que... —se relamió los labios, haciéndole reír.

—Vamos, Styles. —insistió, ansioso y con gracia debido a la ansiedad que su misterio le generaba—. ¡Estamos solos! Puedes ser descarado conmigo.

Rió de nuevo.
—Éso también lo sé. —dijo y finalmente le observó, sellando sus labios para retener su sonrisa—. Solo es que... nunca lo he hecho antes y es más que un piropo...

Detuvo el paso, provocando que H también lo hiciera, y quedaron frente a frente. Se colocó de puntas de pie para producir un ambiente más confidencial al estar sus rostros a simplemente unos centímetros de distancia, y tomó el cigarrillo ajeno con una sonrisa.

—Dime. —respondió, suave—. Suéltalo.

Dejó sus párpados caer y suspiró.
—Quiero invitarte a salir, Louis. Quiero que tengamos una cita enserio. —espetó ágil, haciendo que se quede mudo del asombro y emoción.

–Es imposible no caer por Harry, mierda. Mira que no lo he evitado, pero igualmente siento que caí y sigo cayendo por él con el paso de los segundos.

—...¿Tu quieres salir conmigo...?. —inquirió en un murmullo al no recibir respuesta, a lo que asintió frenéticamente.

Sentía su corazón en la garganta, bombeando enloquecido, pareciendo que cada latido era un impulso nuevo para tratar de escapar de su sistema y refugiarse en donde se sentía plenamente cuidado y calmo: entre los brazos que en ese mismo instante lo estaba tomando de la cintura.

—Sí, Harry. —aceptó, sonriendo amplio y, hasta incluso, con una sutil capa cristalina decorando sus orbes por la emoción—. Quiero salir contigo.

Quería llorar porque también se sentía primerizo en todo eso: si bien había salido con Thomas, no obstante nunca habían tenido pequeñas citas previas al noviazgo –ni siquiera habían tenido citas durante éste ya que era extraño que salieran únicamente ellos dos sin nadie más, escaseando la intimidad–, siendo todo más directo y él aceptándolo ya que estaba encantado con la idea de ser su pareja. Ahora notaba que en realidad su ex nunca había tenido la responsabilidad de cuidar una relación, que en realidad el vínculo que ellos compartían era de amigos que se besaban. Nunca antes le habían hecho esa propuesta, haciéndole sentir mariposas revoloteando en su interior, principalmente en el pecho, aquel sitio donde usualmente solía habitar el vacío de la inseguridad de ser un alfa dudoso. Sin embargo, allí estaba otro alfa queriéndolo así tal cual.