—reí divertida— mmm ocho de la noche si mal no recuerdo, era una noche fría pero cómoda me encontraba en aquel mirador venía de una fiesta de disfraces está vez tocaba los años noventa y todo era luces y era tan divertido —dije recordando cada parte de esa noche—
Me encontraba en una pijamada con mi querida y lejana prima Kate era de Oakland y esta chica que recién entraba en la etapa de los impuestos y trasnochos forzados y estrés post trabajo comenzaba, sip, la etapa de la adultez.
Quería conocer un poco de los Angeles y pues no sé lo negaría aquella chiquilla con la que solía correr en casa de nuestra abuela luego de que por "accidente" tomaramos una flor de su jardín...que problema tienen las señoras con eso? No lo sé, tendré que esperar a serlo... supongo. Bueno sin desviarnos del tema, me encontraba relantandole uno de mis muchos encuentros que tuve con... Él, si, bueno, era una chica muy dulce e inteligente eso sí, pero no lo suficiente como para saber tan siquiera como dar un beso francés.
[...]
-Ambos estábamos recargados en el capó de aquel vejestorio de gran valor como lo es un delorean; podíamos ver toda la ciudad desde allí.
¿No crees que es hermoso? —sonrie contemplando el panorama que ya se hacía ahí—
Si realmente lo es —le mire sonriente a lo que responde con mi misma acción—
-Lentamente se acerca a mi buscando el momento adecuado para hacer lo que esperaba, besarme; tan rápido como la velocidad de la luz tomo mis labios devorándolos como si de un manjar se tratase, e inmediatamente como si hubiera leído mis pensamientos me toma y me sienta sobre el capo del auto, tomando desenfrenadamente el borde de mis jeans para desabrocharlos quedando justamente entre mis piernas, levanta mi franela junto al Bra dejando mis pechos al descubierto jugueteando con ellos mientras su gran y notoria erección rozaba mi centro húmedo por sus tantos roces.
—rie ladino— tan bonita —toma mis mejillas entre sus manos y planta un beso en mi frente para seguir jugando con mis senos—
-Solo solte una risilla por su comentario, estaba muy de buen humor, lo notaba, sin más metió su mano entre mis piernas llegando hasta mi humeda feminidad rodando mi entrada con la yema de sus dedos, insistente moví mis caderas buscando la penetración de sus dedos e instintivamente él asiente e introduce uno lentamente. El magnífico sonido que lograba, me volvía loca, estuvo así un momento para luego meter otro dedo y llevar el va y ven un poco más rápido.
¡Ah-h!~ más! ¡¡¡Quiero más!!! —suplique—
¿Cuáles son las palabras mágicas? —dió una embestida un poco fuerte sacándome un sonoro gemido—
¡Daddy por favor, más rápido! —dije con la respiración entre cortada—
Claro, bonita —da embestidas más rápidas con sus dedos, pero su cara muestra una expresión de frustración, extrañada le mire y el solo soltó un leve gruñido y apresuradamente saco su miembro introduciéndolo en mi desesperadamente— ahh así está mucho mejor bebé —me sonríe a lo que le respondo con el mismo gesto—
-Podía ver a mi pelvis subir y bajar repetidamente, sus embestidas era todo lo que necesitaba en ese preciso momento, mordía sus labios dejándome a la vista sus ojos brillantes escondidos en la oscuridad de la noche, estaba tan concentrada admirando cada parte de su cuerpo que un cosquilleo conocido en mi vientre me hizo salir de mis pensamientos, me había corrido de forma definitiva; mis uñas en su espalda habían dejado marcas y sus labios en mi pecho igual, nos dimos un momento para recuperar el aliento y luego cada quien acomodó su ropa para luego entrar al auto. Saliendo de ahí entraba una pareja que juguetona nos dice "bien, ahora es nuestro turno" , reí por lo bajo y les indique que estaba bien, luego de eso ya no recuerdo más mis vista se había vuelto negra, el cansancio era más que notorio y el por su parte nunca me negaría una siesta.
[...]
Y así mi querida niña, la pase bien el día de aquella fiesta—reí tontamente—
Oh vaya...
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₊˚⊹꒷ 𝐑𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐒𝐮𝐦𝐢𝐬𝐢𝐨́𝐧 -'♡'-
FanfictionMientras que lágrimas salían de sus ojos Daddy no pudo evitar dejar escapar una sonrisa de sus labios pues el jadeo suplicante que lograba escuchar lo hacía sentir poderoso, deseado o...al menos eso era lo que ella recordaba.