-12-

835 8 3
                                    

Recostada sobre el diván de terciopelo negro leía un poco, leía un libro que era fascinante y desgarrador al mismo tiempo, no podía creer la tiraría y crueldad que poseía esa mujer ante los nives de clase,si...uno de nuestros libros favoritos, "Doña Bárbara" novela que a más de uno hizo erizar los bellos de la piel de coraje, ante aquellas injusticias provocadas por aquella mujer, sin duda un gran libro...

[...]

-Era una fría mañana y ya era hora de que fuera a mis respectivas clases, solo me di una pequeña ducha, ver la gran cantidad de productos que tiene Daddy para el cabello me hacen dudar del aspecto de este puse lograba verse despeinado y poco cuidado pero si llegaba a usarlos entonces...solo era mi imaginación. Y Bueno para darle más contexto a esto me encontraba en casa de Daddy solo que yo en ese momento no vivía ahí...se supone que estaría en casa de una "amiga", deplorable, mi carácter ahora era más deplorable; pero lo hacía por las razones correctas...no?.

-Como sea, el día anterior había ido con el fin de pasar una noche agradable con mi Daddy contando con el hecho de que mis padres han estado peleando mucho últimamente y lo que más quería era despejar mi mente. Durante toda la noche no hicimos más que hacer mi tarea y llenarnos de besos y caricias no paso a mayores pues el encargo de esa tarea era gigante a veces solía pensar si los profesores creen que los estudiantes no tenían una vida fuera de la escuela, frustrante pero realista.

-Ya una vez lista camine a la sala donde se encontraba él, con su típico traje como un hombre de negocios, al verme sonrió y palmeo su regazo para que me sentará a lo que yo entendí y lo hice.

¿Estás lista ya, mi pequeña? —tome mi mentón y dejo un besito en mi mejillas—

Sip, solo arreglo este desastre y podemos irnos —sonreí y mire la enorme pila de libros regados en toda la mesa y algunos hasta en el suelo—

Oh no te preocupes por eso cariño lo arreglas luego, es mejor irnos ahora para que no llegues tarde —acaricio mis labios con su dedo pulga y me sonrió cálidamente—

Mmmm está bien —asenti y me levanté para caminar hacia la puerta—

-El hizo lo mismo y abrió la puerta haciéndose un lado para que yo saliera, ya una vez dentro del auto condujo en dirección a mi escuela y una cuadra antes de llegar a esta se detuvo y yo me baje del auto, no sin antes dejarle un beso en los labios y despedirme, luego de eso comencé a caminar la cuadra que quedaba escuchando al auto alejarse cada vez más.

[...]

Leía el libro tan entretenidamente que el sonar de mi teléfono hizo que diera un pequeño brinco del susto, lo mire con un poco de recelo pues odiaba asustarme y lo tomé sin más, revice el número y para mí sorpresa no estaba registrado con un puchero en los labios decidí responder con un suave "¿Hola?", nadie respondía, solo se escucha un silencio que en algún punto logro aterrarme un poco.

¿Holaaaa? —mire a mi teléfono aún con un puchero en los labios y con el ceño fruncido si esto era una broma era de mal gusto pues perdía mi tiempo— ¡ahg!.. —sin más colgué la llamada y seguí leyendo mi libro—

[...]

-Las clases habían transcurrido con normalidad y ya era hora de la salida todos nos encontrabamos en el aula contando la cuenta regresiva para poder ir a casa, todos estábamos aburridos y queríamos salir de este encierro así que lo menos que podíamos hacer era eso.

¡¡4...3...2...1!! —dicho eso todos salimos de esa aula como alma que lleva el diablo, corriendo hasta la salida todos se despedían de todos menos yo que no tenía ni un solo amigo ahí y pues tampoco buscaba tenerlos así que no me preocupaba— Bien... ahora a llamarlo —saque mi celular y marque a su número, fueron un total de 5 veces y siempre me enviaba al buzón ya fastidiada decidí caminar hasta su casa al llegar abrí la puerta y entre con una cara no muy de buen humor que digamos— ¡¿Hola?! —grite fastidiada al no escuchar a nadie camine hasta la sala y ahí lo ví—

-Recostado sobre el sofá, su camisa blanca totalmente desabrochada, la "pose" en la que podía verlo era más que un sin fin de ideas que podía dejarle a mi mente pues verlo así lograba sentirse un aire de dominación y ego que lograba erizarme el bello de la piel, él concentrado leía un libro lo que me hizo sacar una sonrisa pues ví una pila de libro que ya estaba ordenada al igual que todo en esta casa.

Daddy...—dije casi en un susurro sonriente a lo que el desconcertadoira su entorno y luego vuelve en si al mirarme y deja su libro aún lado—

¿Umh? Oh hola cariño llegaste —sonrie pero parace pensar algo y luego se levanta rápidamente— ¡¡¡Llegaste!!!... ay- amor yo...

-Solte una pequeña risilla y lo empuje para que sentará  en el sofá y yo sentarme juntos a él.

¿Que leías? —hice un puchero ojeando la parte que leía—

Oh bueno pues es uno de tus libros de la escuela mmmm como era que se llamaba —toco con un dedo su labio recordando— ahhh si "Doña Bárbara" un muy buen libro por cierto

Siii ya lo noté, usted se veía muy concentrado —reí levemente—

Ahhh bueno que te puedo decir, también soy fan de la lectura cariño —sonrie carismáticamente—

₊˚⊹꒷ 𝐑𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐒𝐮𝐦𝐢𝐬𝐢𝐨́𝐧 -'♡'-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora