₊˚⊹꒷ 𝐑𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐒𝐮𝐦𝐢𝐬𝐢𝐨́𝐧 -'♡'-

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-Era la cinco y treinta de la mañana, miraba al techo sin descanso alguno, mis ojos hinchados y adornados con un color rojizo después de la tortuosa noche de ayer, ¿Qué sucedió? La respuesta es sencilla, mensajes llegaron a mi celular, eran fotos, fotos de MI DADDY con otra mujer, se veían totalmente felices y muy acaramelados. No entiendo como podía hacerme esto, se supone que nos amamos...mmm bueno nunca me ha dicho te amo, pero sus acciones son suficientes para mi! Y... si de esta manera obtengo la respuesta a su jodida traición?....Como sea, la vida sigue y yo...yo iré a confrontarlo.

-Me levante de mi cama enseguida, aturdida claro, mis padres aun dormían lo cual era una ventaja para mi; yo siempre solía salir antes que ellos por lo cual no sospecharían nada, tome mis zapatos y me coloqué un suéter de él, por desgracia mi favorito, tome mi teléfono pues aun estaba oscuro, salí haciendo el menor de los ruidos posible y cerré la puerta para de inmediato salir corriendo en su búsqueda. Mientras lo hacia recordaba con gran fuerza todo lo sucedido lagrimas hechas de una mezcla de ira, tristeza y decepción bajaban incesantes por mis mejillas, mis pies no daban paso a un descanso leve estaba muy molesta como para detenerme ahora, minutos después llegue frente a su lujosa casa, la cámara de seguridad se mueve hasta dejar ver mi presencia y entre tartamudeos dije "Tenemos que hablar", la voz de otro lado del micrófono habló, su voz ronca y profunda signo de que apenas despertaba, con un tono despistado respondió "¿Qué? ¿Quién es y qué desea? Son las cinco con cincuenta y siete", suspire tratando de calmarme y con un suave tono dije "D-Daddy...podría abrirme...por favor?..".

-Las rejas inmediatamente se abrieron y yo entre a paso apresurado, él por su parte sorprendentemente salió de casa colocándose su característica bata azul rey de bordes finamente negros, al igual que yo camino apresurado hacia mí y con ojos entreabierto me miro con confusión o preocupación ya no sabia que creer.

Cariño ¿Qué haces aquí? -Me toma de brazo para llevarme adentro- ¿Sabes lo peligroso que es si tus padres se enteran? -sermoneó-

No eres mi padre, así que no te preocupes -reproché-

-El gira su torso y me mira desconcertado de la forma en la que me comporto, parece que no le agrado del todo pues frunció su ceño ligeramente y apretó su ajuste en mi brazo.

[...]

Ahora si, cuéntame, ¿Qué mierda te pasa? -poso sus manos a cada lado de su cintura mirándome con leve indiferencia desde la barra de su cocina-

N-nada, ¿Por? ¿Que acaso no puedo visitar a mi Daddy a tempranas horas? -sonreí levemente tratando del ocultar mi temor, quería confrontarlo pero ya era muy tarde para darme cuenta que no era lo suficientemente valiente como para hacerlo-

Te das cuenta que son las malditas seis de la puta mañana?! -dice algo histérico- no estoy de humor para tener que escuchar tus tonterías -mantuvo su mirada fija e indignada en mi-

P-pero p-pero -baje la mirada-

Pero nada!, dime ¿Qué quieres? - deja una de sus manos reposar sobre la barra mientras la otra aun se mantiene en su cintura-

-Tome una bocanada de aire y lo solté, así sin más, el me conocía lo suficiente como para saber que mi presencia allí no era de gratis.

Quién es ella? -saque mi teléfono mostrándole la imagen y camine en dirección a él-

Ay no puede ser -da un largo suspiro y acomoda sus lentes acariciando su cien, como suelen hacerlo aquellos padres que rezan a Dios pidiendo paciencia antes de darle un castigo severo a sus hijos- ¿Quién qué?

ELLA MALDITA SEA! -deje el teléfono sobre la barra y me cruce de brazos en un gesto suplicante e iracundo-

¿Eh? ohhh ella...mmm si-chasquea su lengua y rasca su nuca- si, ella es Charlie -suelta sin distinción alguna-