Club del Enredo

Verdad parte 1

Continuamos...

Guatemala: — ¿Estás no son...? Ucrania —

Ucrania: — Bien, los espero en 15 minutos, ya veré que hago con ella... De acuerdo — al escuchar como su pequeña lo llamaba, volteó ligeramente su mirada viendo lo enojada que estaba, aparte de tener ambas espadas en su mano — Mierda-... Ah- Hablamos cuando llegues, y no te demores Kiev, avísale a G-sama ¿De acuerdo? ...Bien — al colgar, se acercó a su novia un tanto nervioso, sabía que lo iba a regañar — Mi amor-... —

Guatemala: — ¿Quién te dio a Taiyo y Tsuki? Y más te vale decirme la verdad porque si descubro que me mientes, te juro Ucrania que tendrás que dormir todos los días con un ojo abierto para no rebanarte mientras duermes ¿ENTENDIDO? —

Ucrania: — Si- Si mi amor... —

Argentina: — Uh~... Está pisado —

Guatemala: — ¡Tu cállate! — dio un pesado suspiro ya harta de los demás, no pensó que valla a ser así de complicado — No son tuyas ¿Cierto? —

Ucrania: — ¿Qué? ¡No! ¡Ni que lo digas! Cariño esas espadas están malditas ¡Todos sus portadores terminan muertos en un mes o menos! ¡Y de las peores muertes posibles! —

Guatemala: — Hay gracias... Creí que eran tuyas, ya tendría que hacer una cuenta regresiva... Pero aún así ¿Quién te las dio? ¿De dónde las conseguiste? Creí que la Marina los confiscó para que nadie más muera —

Ucrania: — Y lo hizo, técnicamente sigue estando a cuidado de la Marina si yo las guardo... Me las dio Sengoku-sama — agarró ambas katanas guardándolas con sumo cuidado de regreso a su mochila — Dijo que ya no podían tenerlas escondidas en su lugar por el miedo de tener un traidor, así que me pidió guardarlas, hace como 3 meses o algo así —

Guatemala: — ¿Tres meses...? ¿Y solo la has tenido ahí guardada por tres meses? ¿Eso no es peligroso? —

Ucrania: — Bastante... Quería decírtelo, pero sabía que ibas a enojarte, como lo hiciste ahora, y no pensé en tenerlas tanto tiempo conmigo, en varios momentos se me olvidó que estaban ahí y simplemente dejé pasar el tiempo... Lo lamento —

Guatemala: — De todas formas... Es extraño... No parecías ni tener mala suerte, o que algo malo fuese a pasar, y lo que sucedió hoy no cuenta, no llevaba a Tessaiga conmigo, y siempre que no la tengo, algo malo me pasa, es mi propia mala suerte —

Ucrania: — No debería de pasar nada, no las uso en sí, solamente las guardo y ya —

Guatemala: — Pero aún así... Déjame revisar mi enciclopedia de espadas a ver si las encuentro, la tienes tu ¿Verdad? — comenzó a rebuscar nuevamente en aquella maleta, sacando sus dos libros que los necesitaba en ese momento, uno sobre frutas del diablo, y el otro sobre katanas.

Ucrania: — ¿Por qué también sobre las frutas del diablo? —

Guatemala: — No sabemos si esa cosa tiene una fruta del diablo o utiliza magia, no parecía saber sobre las maldiciones —

Ucrania: — Entonces es más probable que venga del Mar del Este, ahí por lo menos saben sobre la magia... Aunque... ¿Cómo venir acá si no es pasando por el Oeste? —

Guatemala: — En ningún mapa hay otra ruta segura para ir de un mar a otro sin pasar por las aguas tranquilas donde es una muerte segura —

Ucrania: — Bueno... al menos nosotros no conocemos una... De todas maneras, ese tipo de habilidades no lo había visto, maldición no parece, pero fruta del diablo... Puede ser del tipo Logia, yo lo busco en el libro, tu ve con las katanas —