No... No, non, nou ¡Nien!
¡Esto no puede estar pasando! ¿Qué hace Rusia aquí? Lo dejé con el Almirante Garp para poder ocuparme de esto ¡Pero ahora está aquí! ¡Y encima con Tamma! ¿Qué hace ella aquí?
Esto no debería de estar pasándome... ¡Por favor! ¡Que no haya escuchado lo que dije! No importa cuánto me guste China ¡Qué Rusia no se entere! Si él se entera... ¿Qué haré si me rechaza? ¡No podría soportarlo!
Iba a caminar hacia él, pero la voz de mi almirante me sacó de mis pensamientos, si está en la academia, significa que no son para nada, buenas noticias.
— ¡Primero! ¡Segunda! —
— ¡SI ALMIRANTE! —
Gritaron tanto la peruana como el coreano al mismo tiempo, instantes antes de arrodillarse frente a uno de los que tiene mayor rango en toda la marina, era impresionante como, después de tanto tiempo juntos, seguían manteniendo ese respeto por su almirante en los momentos más serios de los que se requería.
Garp: — Me alegra tener nuevamente a mis dos comandantes de mis divisiones frente a mí, sin embargo, temo decirles que esta no es la ocasión perfecta para celebrar — alzó su mano dándole unas leves palmadas en el cabello de cada uno, dándoles acceso a levantarse del suelo — Ha habido algunos incidentes que tenemos que corregir, y sobre el ataque esta mañana... —
Perú: — Fue mi culpa Señor, me distraje un poco de mi labor y no me encontraba en las instalaciones como debía, lo lamento mucho — agachó su mirada formando una leve reverencia de disculpa, sorprendiendo a la mayoría de estudiantes, ella jamás se disculpaba, o cometía un error.
C. Sur: — Tonta, no es tu culpa no estar aquí, no eres un Dios omnipresente ¿Sabes? —
Perú: — Pero... —
Garp: — Sur tiene razón, hay cosas que nosotros mismos no podemos controlar, a nosotros en migraciones se nos pasó prevenir este incidente, ese cazador nunca debió de venir hacia acá, temo decir que este lugar ya no es seguro ni para Guatemala, ni para Chile —
Chile: — ¡¿Qué?! — se levantó rápidamente de su asiento junto a su hermana y ucraniano, no podían creer lo que estaba hablando su almirante — ¡Pero Abuelo! ¡No es justo! ¡No podemos seguir así! ¡Las últimas veces que nos atacaron fue en el Este! ¡Y no tengo pensado ir al Oeste! Sin ofender Sur —
C. Sur: — No me ofendes cariñito —
Guatemala: — Chile tiene razón G-san, estamos navegando de un lado a otro escapando siempre de los cazadores, el lugar más seguro era el Norte, si no podemos estar aquí ¿Qué vamos a hacer? —
Garp: — Lo que debimos de hacer desde un principio... Les doy legalidad absoluta para ser tan violentos como se necesite si están en peligro, o sus amistades lo están — dicho esto, sacó dos pequeñas insignias lanzándoselas a ambas chicas, las cuáles no dejaban de verlo sorprendido — Tanto Sengoku como yo pensamos en lo mismo, si no hay soldados cerca, ustedes acábenlos —
Guatemala: — No, puede... ¡Ser posible! ¡Si! — gritó con emoción abrazando realmente feliz al ucraniano y su pequeña hija, era la primera vez que le daban luz verde para utilizar sus poderes a su conveniencia. — ¡Gracias G-san! —
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Club del Enredo
Romance¿Alguna vez han sentido que su vida parece una telenovela? ¿que cada pequeño movimiento puede cambiar el mundo? Bueno... Ellos nunca sintieron eso, aunque siempre vieron, que ciertas personas si tenían eso. "Novelas vivientes", eso es lo que siempre...