Club del Enredo

Hermana mayor

Continuamos...

— Brasil. . . —

La inesperada voz de la peruana resonó en toda el campo de entrenamiendo de basquet. Al brasileño le tomó por sorpresa, al voltear a ver la puerta de entrada, se sorpredió al ver como no solo era su prima peruana, sino que también estaba acompañada por el ruso ¿Por qué esos dos siempre estaban juntos? Se preguntó el brasileño.

Brasil: — Perú, Rusia.. Que bueno verlos —

Perú: — Brasil, mi hermana Uruguay te está buscando, dice que es muy importante así que si fuera tu.. Iría ahora mismo ¿No te parece? —

Brasil: — Bueno-.. — al ver aquel ligero brillo azulino en los ojos de su prima, rápidamente se levantó dirigiéndose a la puerta de salida — Nos vemos mañana Chel, y suerte! —

Y tan rápido como la peruana apareció, el brasileño no esperó un minuto más para agarrar sus cosas y salir corriendo del lugar, dejando a la chilena junto al ruso y la peruana.

Perú: — . . . De la que te salvamos, es la cuarta vez que casi pasa lo mismo —

Rusia: — Estás siendo demasiado descuidada respecto a esto ¿Qué pasará cuando alguien más se entere? ¿Qué crees TU que va a ocurrir? Se más responsable de tus actos Chile — al acercarse a la menor, la agarró con cuidado en sus brazos antes de acercarse a las gradas, mientras continuaba regañandola.

Chile: — Parecen más mis padres que mis propios padres, no mamen.. Oye con cuidado — se quejó ligeramente antes de sentarse con cuidado en aquellas gradas, sus piernas le dolían al mil, y no pudo evitar soltar algunos quejidos frente a su hermana mayor.

Perú: — ¡Eres un desastre! Te he visto correr en la clase de Deporte ¿Por qué lo hiciste? — a pesar de no estar gritando directamente, su voz era lo suficientemente imponente para hacer temblar a su hermana menor, sobre todo cuando su enojo se veía a simple vista — Para tu suerte, siempre traigo medias de intercambio —

Rusia: — Hoy yo traje las vendas, alcohol y desinfectante, esta vez si traje dos potes de alcohol —

Chile: — No tienen que estarme cuidando! — infló ligeramente sus mejillas en forma de protesta, pero al ver la cara de sus dos "padres", solamente dio un suspiro a la vez que estiraba sus piernas — Perdón... —

Perú: — Eres un desastre andante hermanita.. — se quedó callada unos momentos a la vez que le quitaba el bendaje repleto de sangre que tenía su hermana en las piernas, toda esa situación no la dejaba tranquila — ¿Cómo esta ella? — mencionó rápidamente intentando sonar calmada, aunque se notaba que en su voz se escuchaba todo el enojo reprimido que tenía.

Chile: — Está-. . . Bueno... No sabría decirte del todo como se encuentra... Pero sigue viva y no está desnutrida, lo cuál es bueno, estoy mejorando en la cocina — intentó aliviar la situación mencionando pequeñas cosas buenas que le pasaban, sobre todo cuando a su hermana mayor le encantaba la cocina, y si ella podía ser un poco igual a ella, tal vez no la haga enojar tanto — Ya no se me quema nada y tampoco lo hago salado o-.. Sin sabor... — a pesar de que hablaba animadamente, su hermana no se veía nada feliz con la situación — Y.. eso... —

Perú: — ¿Qué? ¿No se puede cocinar sola? No ha quedado invalida, puede vivir por si sola yb lo sabes —

Chile: — Pero-.. No puedo dejar que lo haga ¿Qué tal si se hace daño? ¿Y si deja el horno encendido? —

Perú: — Pues me ahorraría mucho — ante aquel comentario, escuchó un leve chillido por parte de su hermana, sabía que su comentario era demasiado cruel, pero no se arrepentía de tales palabras — Si ella desapareciera, acabaría mi preocupación constante hacia ti —