Club del Enredo

Junto a ti

No se que es lo más sorprendente de todo esto... Que Perú haya tomado una forma similar al de un dragón, o que ni ella misma haya recordado ese presiso momento...

Además ¿Pero qué diablos le pasaba a ese sujeto? ¿Quién demonios era? Solo dejaba más preguntas que respuestas, y ni Per sabía como responderlas.

Después de eso y charlar otro rato sobre lo sucedido en el video que Chile nos mostró, Perú dijo que tenía que irse con Bolivia y conmigo, pues tenemos una tarea grupal que hacer, ya sabes, cosas de la academia.

Por supuesto, al igual que siempre me ofreci a acompañarla, quería hablar de algunas cosas con ella a solas, y con Bolivia y Australia ahí, era basicamente lo mismo.

Lo bueno es que ella acepto con gusto, parecía que también quería hablar de algo conmigo, y en realidad, hay muchas cosas que aclarar.

Rusia: — Entonces... — al fin se digno hablar una cuadra después de salir de la academia, Bolivia y Australia estaban a varios metros de ellos conversando en su propio mundo, ni siquiera los escuchaban — Eres de la Marina... —

Perú: — Mh... — solo se digno a asentir mientras sus pasos disminuían la velocidad, alejandose más de su hermana menor — A ti... ¿Te molesta mucho..? —

Rusia: — ¿Qué seas Capitana de la Marina bajo la custodia del aclamado y algo odiado Gobierno Mundial? No, en realidad una de las universidades que quería postular son bajo la custodia de la Marina, así que no, eso no me molesta —

Perú: — ¿Entonces? Te vez algo.. enojado... —

Rusia: — Ah si, estoy enojado, no por el hecho de que seas Capitana, tampoco por que en tus papeles de muerte me dejes todo a mi, mucho menos que quieras que sea el pádre de ahora nuestra hija.. No, eso NO me molesta Perú.. Lo que de verdad me enoja, es que no hayas confiado en mi lo suficiente como para contarmelo antes ¿Crees que me hubiese enojado si desde el principio me lo decias? ¿Qué mi pensamiento o mi trato de ti cambiaría en algo? —

Perú: — Es que-.. Siempre he sido más pequeña y frágil contigo y-... —

Rusia: — Bueno dejame decirte que solo era apariencia, siempre supe que podrías patear un bus entero y derribarlo de una patada, aún siendo una niña de 8 años... Per siempre has tenido una fuerza descomunal, SIEMPRE, y jamás me ha molestado... Siempre he pensado que eras increíble, y ahora aún más con esa Fruta del Diablo que tienes... ¿Por qué no me lo contaste desde antes? Solo quisiera saber eso... —

Perú: — Yo-. . . Tenía miedo... Miedo a que algo te pasara, miedo a tu rechazo... Siempre había pensado que te gustaban las chicas más debiles que tu para que las protejas, no alguien más fuerte.... Se que suena idiota, y ahora que me dices que siempre has visto mi fuerza descomunal y aún así quedarte conmigo suena aún más idiota, sin embargo... ese miedo aún no se va. . . Eso y por que Garp-san tiene muchos enemigos, y yo como la Capitana y estando al mando de la segunda división ubicada en el Este, también me gané los mios... Si sabían sobre mi vida secreta ¿Cómo iba a protegerlos? ¿Cómo sabría que estan-...?  — al detenerse por completo, agachó su mirada aguantando las lagrimas que solo resbalaban por sus mejillas — ¿Qué iba a hacer si te hacían algo..? —

No había palabras para describir lo que sentía... ¿Tan preocupada estaba por todos nosotros? ¿Por cuánto tiempo ha estado llevando todo esto?

Rusia: — Oye... — agarró sus manos con suavidad mientras se acercaba a ella hasta abrazarla, acariciando sus mejillas con sus pulgares, limpiando sus lagrimas — Eso nunca va a ser fácil Per... Pero no tienes por que guardartelo.. ¿Crees que somos debiles? Pues entrenanos para pelear a tu lado, pero no te quedes callada... Si tanto has sufrido por eso, yo haré hasta lo imposible para verte tranquila y feliz... ¿De acuerdo? Pero no tienes por que seguir llorando, o al menos no por eso —