Louis y Harry hicieron una promesa que creyeron duraría para toda la vida, pero cuando uno de los dos la rompió todo se destruyo.
Ahora no quedan más que cenizas de ese amor, dos corazones rotos y algunas cartas que se esconden en el cajón de la ofi...
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(17 años antes)
|29 de agosto del 2006|
Harry estaba nervioso, pero aún más ansioso. Desde el día que dejó la nota en el casillero de Louis ha estado esperando una respuesta de su parte, pero ya es sábado y el ojiazul no le ha enviado nada. Eso le entristece mucho y le hace pensar que tal vez se apresuró al invitarlo a la fiesta. Apenas han cruzado algunas palabras, para Louis él sigue siendo un extraño. Y él también lo es para Harry, solo que este último quiere cambiar eso. Siente la necesidad de conocerlo, de hablar con él y descubrir que le apasiona, sus gustos y disgustos, sus sueños, sus metas. Quiere ser su amigo o algo que le permita estar cerca de él porque cuando ve al chico siente una conexión muy extraña entre ellos. Es como si Louis tuviera un imán que lo atrae con fuerza a dónde está él.
Liam ya está harto de que el ojiverde lo llené de preguntas sobre su amigo, así que ha dejado de responderle a Harry. Por eso mismo, el mayor está desesperado por encontrar la forma de conectar con Louis. Solo que este no muestra el mismo interés que él. Tal vez el más pequeño no quiere ningún tipo de relación con Harry y él solo lo está cansando con sus intentos de llamar su atención, pero el ojiverde no quiere creer en esa posibilidad. Es más fuerte la idea de poder llegar a acercarse al joven.
Decide pasarse la mayor parte del día en casa de Zayn, en donde se llevará a cabo la fiesta sorpresa de Liam. Es por ello que él y su amigo han estado dando vueltas por todos lados, limpiando, decorando, fijándose en cada mínimo detalle para que todo quede perfecto. Harry es consciente de que su amigo quiere sorprender en verdad a su novio y por ello se esmera en dar lo mejor de si para poder hacer todo bien aunque no tenga ganas realmente. Y mientras tanto, Niall, quien es el encargado del pastel, está recostado durmiendo una siesta en la habitación de Zayn.
—Ese chico sí que no tiene preocupaciones —le dice Harry al pelinegro luego de tomarle fotos a Niall durmiendo—. Lo amenazaré con subir estas fotos cuando necesite un favor y no quiera ayudar.
—Quizás así se apresure a ir por el pastel —murmura Zayn, preocupado—. Le daré algunos minutos más, pero luego tendrá que ir por él.
—Oye, todo saldrá bien —lo animó al verlo tan nervioso—. Liam te amara más de lo que ya te ama.
—Todo tiene que salir perfecto. Él se merece el mundo —susurro con una sonrisa de enamorado.
A Harry le da mucha ternura lo enamorado que Zayn está y la mejor parte es que es correspondido. A él le encantaría poder tener algo como ellos dos. Un amor puro y sincero es todo lo que anhela desde que ha tenido que ser espectador en la relación de sus mejores amigos. No sabe si algún día podrá encontrar algo así, pero quiere hacerlo. Tal vez está tan desesperado por encontrarlo que por ello actúa sin pensar. No lo niega, le encantaría que esa persona sea Louis, pero eso no significa que sea una realidad. Puedes desear algo con todas tus fuerzas, pero eso no lo hace verdad.
